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29 de octubre de 2006

APCI-ONG: La suma de las vendettas
Humberto Campodónico.

El proyecto que modifica la ley de la APCI votada por los fujimoristas, el APRA y Unidad Nacional no tiene como objetivo modernizarla y hacerla más eficiente para promover el buen manejo, con otros organismos del Estado, de los fondos de la cooperación internacional que provienen, sobre todo, de EEUU y de países europeos, así como de préstamos de la banca multilateral.
Esto se demuestra con el mal manejo de varios programas, principalmente AGORAH (en Ayacucho y Huancavelica) y Aprolab (para la formación profesional en zonas rurales de La Libertad, Cajamarca, Ica y Ayacucho), ambos con la Unión Europea. Lo mismo sucede con el préstamo del BID para la reforma del Estado y apoyo a la descentralización vía la capacitación de gobiernos locales: 2 años después, el CND apenas si ha gastado el 16% de los fondos.
A pesar de que no puede ejecutar ni gestionar de manera eficiente la cooperación que llega al Estado, la Ley interviene los fondos de la cooperación internacional privada (ojo) que se otorga a las ONG. Su objetivo no es “fomentar la transparencia” de las ONG como dicen los fujimoristas (cosa que parecen haberse creído algunos ministros), sino estatizar los fondos de la cooperación privada y disciplinar a las ONG.
El proyecto de Ley dice en el Art. 3 que “es responsabilidad de la APCI priorizar la
ayuda internacional independientemente de la naturaleza jurídica de la fuente cooperante”. O sea que no solo se quiere controlar a la ONG en el Perú, sino también a la fuente externa. ¿Para qué? Para que dicha ayuda se otorgue “en función de la “política nacional de desarrollo” (Art. 3). Política que, todos sabemos, no existe.
El Art. 3 continúa: “La ayuda se otorga en función del interés público”. ¿Quién lo determina? La APCI, o sea el gobierno. Por eso, en el Art. 5 se dice que “cada uno de los programas, proyectos o actividades que se ejecuten con recursos de cooperación internacional, deben inscribirse en el Registro de Proyectos de la APCI”. Si no cumplen con el “interés público”, entonces la APCI puede eliminarlos.
Ese es el verdadero objetivo: sacar del camino a las ONG que “incomodan” a los grupos de poder económico y político. Por tanto, la ley tiene nombre propio: son las empresas mineras y petroleras, que desean explotar los recursos naturales allí donde les de la gana, sin respetar los derechos de las comunidades de la zona ni el medio ambiente, que son defendidos por ONGs. Allí tenemos Cerro Quilish, Combayo, Majaz, Tintaya, Las Bambas, Cerro Verde, el gasoducto de Camisea y el conflicto con los achuares.
También están los acusados por violación de derechos humanos: Luis Giampietri, primer vicepresidente, a los que se suma el propio Alan García y Alberto Fujimori. Aquí se trata de silenciar a las ONG defensoras de los derechos humanos, comenzando por Aprodeh y la Coordinadora de Derechos Humanos. Está también Eduardo Palacios, vocal de la Corte Suprema, atrapado in fraganti recibiendo coimas. A la Corte Suprema y a buena parte del Poder Judicial les molesta que el Instituto de Defensa Legal y otras ONG les exijan transparencia, lo que comienza por el cumplimiento del informe de la CERIAJUS y acabar con la corrupción. El proyecto de ley es la suma de varias vendettas de estos grupos de poder contra las ONG. Para lograrlo, el APRA y Unidad Nacional (que defiende a los grupos de poder económico) no han vacilado en subirse, de segundones, al vagón del fujimorismo ladrón y corrupto. Por ello, las fuentes de cooperación internacional le han perdido la confianza, así como la opinión pública. Sorprende que el APRA haya decidido dilapidar, de forma tan tonta y rápida, el capital político que tanto le costó recuperar.
Diario La República-Lima 29/10/2006

Cuando la experiencia importa...
EMPLEO • Para el cazatalento Fernando Guinea, las empresas buscan ahora contar con el mejor personal sin importar la edad • La diferencia en el mercado laboral se llama Responsabilidad Social Empresarial.
Vanessa Ochoa.

A medida que pasan los años y el mundo se vuelve más globalizado, el componente humano es primordial en una empresa que busca ser la mejor. Fernando Guinea, socio-gerente para la región andina de Amrop Hever, empresa "huthunter" (caza talento), afirma que, hoy por hoy, la edad no es un factor determinante al momento de conseguir empleo. Lo primordial es la competitividad y el talento. "En el 2000 la tendencia era reclutar personal de entre 25 y 35 años. Ahora las empresas buscan personal entre 40 y 50 años para cargos claves y en mandos altos donde la experiencia y la capacidad es lo más importante", comenta. ¿La razón? Las grandes empresas se internacionalizan (Gloria, Añaños, Alicorp, entre otras), y el talento no sobra, "no tiene edad, sexo ni color". Sin embargo, reconoce que algunas empresas aún no se deshacen de ese componente discriminador, situación que no ocurre en países de Europa ni en EEUU.
Valor agregado
¿Qué debe tener en cuenta el profesional que quiere conseguir un puesto en una compañía de renombre? Preparación constante.
"Hoy el mercado, por ser competitivo, busca que el profesional se actualice. Antes, la diferencia era un MBA, hoy ya no es un factor diferenciador, lo será el talento y los logros que se puedan acreditar", nos comenta Guinea. Otro factor diferenciador es la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y el cuidado del medio ambiente". El profesional que tenga incorporado estos dos conceptos, y que haya estudiado el tema, y lo siga, se diferencia cuando quiere obtener un puesto". Las empresas mineras son las que más optan por un "huthunter" al momento de reclutar personal. Y ya comenzaron a entender la importancia que cobra la RSE.
Amrop Hever (que cumple 10 años en el Perú) fue la encargada de reclutar al responsable de Relaciones Comunitarias y Desarrollo Social de Yanacocha. "Las mineras comienzan a encajar en el tema, saben qué les conviene y tienen que desarrollar un balance de gestión y darlo a conocer porque la tendencia mundial es ser socialmente responsable", afirmó.
Sector público
El presidente Alan García mostró su interés por contratar un "huthunter" para copiar el modelo mexicano implantado por Vicente Fox, y contratar a los 100 mejores peruanos para ocupar puestos claves en la administración pública.
Cómo obtener ese empleo
Ante la creciente competencia en el mercado laboral peruano, Fernando Guinea ecomienda como primera herramienta la constante actualización. Además es necesario formar una red de contactos en las empresas que también nos permita conocer respecto a otras oportunidades laborales. "El responder avisos en los periódicos es importante, pero para quienes buscan trabajo en puestos gerenciales no es 100% efectivo, solo en 10%. Para cargos medios o técnicos, sí es recomendable".
Los sectores que más optan por un "huthunter" al momento de reclutar personal son la banca y finanzas, producción, manufactura, entre otros.
Diario La República-Lima 29/10/2006