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10 de enero de 2007

Los ecologistas tienen razón
Por: Marco Valdez Cadenillas.
Past presidente de la Cámara de Comercio de Cajamarca


Lo anunció el presidente regional. Jesús Coronel adoptará veinte medidas «de urgencia inmediata» para recuperar la confianza de los pobladores y el liderazgo de su institución. Sus acciones incluirán entre otros temas, la austeridad en el uso de los recursos -una buena noticia para los sacrificados contribuyentes-, y estudios de evaluación ambiental de proyectos ejecutados por las compañías mineras, lo cual no deja de ser una contradicción con respecto al ahorro anunciado, porque cada proyecto incluye su propio estudio y control, sin necesidad de que la autoridad política realice esfuerzos ni pago adicional alguno. Como no deja de ser contradictorio, también, tratar de generar confianza con desconfianza. Que le vamos a hacer, es una herencia más de los «ecologistas» incrédulos.
Por su parte, nuestro flamante alcalde también anunció lo suyo: él ejecutará un Plan Estratégico orientado a construir una ciudad moderna. El municipio, dijo Marco La Torre, asumirá un papel de promotor de desarrollo y liderazgo a través de la puesta en marcha de una serie de proyectos que promoverán el desarrollo de la economía, el empleo, la participación ciudadana, la cultura, la integración y la preservación del medio ambiente. Entre ambos, la población puede estar segura que se observarán los temas de protección del agua, la reestructuración integral de los sectores educación y salud, la cooperación técnica internacional, la electrificación rural y, cabe una mención especial al compromiso de Coronel, de no descuidar la lucha contra la pobreza, la mortalidad infantil y la salud materna.
No obstante que las dos autoridades han cubierto casi todos los temas de interés ciudadano en sus primeras presentaciones en sociedad, nuestros «ecologistas» paisanos no están satisfechos. Ellos exigen que ambos líderes manifiesten su posición frente a la actividad minera en Cajamarca y tienen razón. Me explicó.
La filial del banco canadiense Scotiabank en Perú anunció la semana pasada en declaraciones a la agencia Reuters que prevé una fuerte expansión de la economía peruana durante el 2007 y el 2008, pero advirtió que los conflictos sociales, como los promovidos por los enemigos del desarrollo en contra de la minería cajamarquina, pueden frenar ese crecimiento. Es de extrañar entonces, que las nuevas autoridades no hayan dicho nada sobre la protección que debemos brindar a la actividad económica más importante de la región para que el desarrollo de Cajamarca no se detenga. Tampoco han mencionado cuál será nuestra estrategia para que la región siga creciendo económicamente al mismo ritmo de los últimos catorce años, si Yanacocha ya anunció que verá reducida su producción en un cincuenta por ciento con respecto al 2005, precisamente a partir de este año en que todavía permanecen los buenos precios de los minerales en el mercado internacional.
La preocupación de los «ecologistas» por el silencio de las autoridades con respecto a la minería es entendible: Coronel y la Torre no han mencionado cuáles serán sus acciones para invitar a los inversionistas nacionales e internacionales a explorar en nuestra región: las exploraciones mineras también generan puestos de trabajo y dejan cuantiosas divisas en beneficio de la región y del país. El presidente regional y el alcalde no han dicho una sola palabra para entusiasmar a las cerca de quince compañías que están concursando para adquirir el fabuloso proyecto de Michiquillay. ¿Y sobre Gold Fields? Silencio total. A pesar de que éste último proyecto junto a Minas Conga pudieran ser la caja que permita mantener la tasa de empleó y el ritmo de crecimiento y desarrollo que ansiamos todos los cajamarquinos durante los próximos años. Ya todos tenemos claro que la economía local está basada en su rico sector minero y que gracias a él también ha crecido el sector construcción, manufactura, comercio, transporte, turismo, y otros servicios destinados a sostenerlo.
Cajamarca no es una isla, más aun es una muestra en pequeño de lo que esta ocurriendo en el continente. De acuerdo con los analistas internacionales la mayoría de las proyecciones anuncian que el 2007 será el quinto año consecutivo de crecimiento para América Latina, y el mayor periodo de estabilidad económica en las últimas dos décadas. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas pronostica un crecimiento de 4.7 por ciento para la región, y agrega que uno de los países que más crecerá será Perú con un 6 por ciento. El Banco Mundial por su parte, ha sido más moderado y pronostica un crecimiento regional de 4.2 por ciento.
Sin embargo, aseguran los mismos analistas y sus comentarios son buenos también para Cajamarca-, el crecimiento latinoamericano se debe principalmente a factores externos, como los altos precios de los minerales y la fuerte demanda de los Estados Unidos y de China. Y estos factores externos no durarán para siempre. ¿Qué podemos hacer al respecto? La mayoría de los economistas coinciden en que los países latinoamericanos deberían dejar de engañarse a si mismos pensando que han crecido por meritos propios. En segundo lugar deberían aprovechar su actual situación económica como una oportunidad para invertir en educación, ciencia y tecnología, aprendiendo a añadir valor agregado a sus exportaciones y reducir su dependencia de los precios de las materias primas. Y en tercer lugar, deberían crear un mejor clima de negocios para atraer más inversiones.
Así las cosas, no queda la menor duda, los «ecologistas» tienen razón al exigir que nuestros líderes se pronuncien al respecto: todos queremos saber ¿Qué están pensando nuestras autoridades para impulsar la minería cajamarquina? La palanca de desarrollo de la región.
Diario El Clarín-Cajamarca 10/01/2007