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31 de julio de 2007

¿EN QUÉ SE BASA EL PROGRESO DE NUESTROS PUEBLOS?

“La contaminación o la destrucción del ambiente son frutos de una visión reductiva y antinatural que configura a veces un verdadero y grave desprecio del ser humano” (Juan Pablo II)
Nosotros, miembros del Decanato Sur de la Diócesis de Cajamarca: parroquia de Cauday, Cajabamba; Ichocan, San Marcos; Matara y Namora nos dirigimos a ustedes para manifestarles nuestra preocupación frente al desamparo y falta de respeto a nuestras comunidades campesinas debido a la expansión de la actividad minera en sus tierras. Muchas veces las comunidades campesinas no saben que gran parte de sus suelos están siendo concesionados a empresas mineras.
Estas empresas constituyen una amenaza a la vida así como a los derechos y costumbres de nuestra gente, y también ponen en peligro la agricultura y la ganadería de nuestros valles, contaminando el agua y la tierra.
En nuestro Decanato muchas zonas han sido concesionadas a empresas mineras, por ejemplo: Cerro Vaquero (Distrito José Sabogal, de la Provincia de San Marcos), Cerro Chichir (distrito de Cauday), Cerro Mogol (límite entre la Provincia de San Marcos, el distrito de Cachachi, y el distrito de Jesús).

RESPECTO AL IMPACTO NOCIVO DE LA MINERÍA INFORMAL:

En Algamarca: Situada en el distrito de Cachachi, Provincia de Cajabamba, existe un tremendo problema con la minería informal, que ya está cobrando vidas. Los mineros utilizan Cianuro, que se comercializa en el mismo pueblo, sin ningún control o supervisión de parte de las autoridades competentes, y sin conciencia del peligro que esto constituye a la población.

RESPECTO A LA ACTIVIDAD DE LAS EMPRESAS MINERAS: que vienen haciendo exploraciones.

MISKIMAYO (Empresa brasileira Valle C.V.R), que se ubica en el Cerro Mogol, con su proyecto: “La Morada”. Ya fue denunciada públicamente por proveer de armas al personal contratado para vigilancia con la consigna de amedrentar a los campesinos y a los dirigentes de las comunidades que no están de acuerdo y no fueron consultados respecto a este proyecto que los afecta directamente.

CONSTATAMOS LO SIGUIENTE:

Una indiferencia y ausencia del Estado que debería velar por todos los ciudadanos sin discriminación alguna.

Las autoridades prestan mayor importancia a los ingresos provenientes del canon minero que a la vida y bienestar de las poblaciones a las que representan.

Una falta de conciencia de las repercusiones dañinas que esto puede tener sobre el medio ambiente, en una zona netamente agrícola y ganadera que ha ingresado en el programa de “Sierra Exportadora” .
Se está desarrollando en la zona fuertes tensiones sociales, divisiones entre comunidades, conflictos de intereses ya que no hay información veraz sobre las consecuencias de una actividad minera irresponsable, como se viene dando.

En nombre de las comunidades campesinas de nuestras zonas hacemos un llamado a que se respete la vida, las fuentes ancestrales de sustento, de trabajo sano, de respeto a la naturaleza.

¡No esperemos que haya muertes y enfrentamientos entre nuestros hermanos campesinos para actuar!

¿Cuál es el costo real de una minería al margen de los intereses de nuestras comunidades?
Escrito por:
Decanato Sur de la Diócesis de Cajamarca: parroquia de Cauday, Cajabamba; Ichocan, San Marcos; Matara y Namora.