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24 de septiembre de 2007

MUEREN MINEROS INFORMALES


Perecen intoxicados. En Cajabamba han fallecido seis campesinos.


La minería informal continúa causando más víctimas. Ayer se elevó a seis el número de personas fallecidas en el cerro Algamarca, en Cajabamba, con el deceso de un obrero de 22 años debido a una intoxicación con cianuro.

La noticia fue dada por el fiscal provincial de Cajabamba, Lúcido Boy Palacios, quien dio a conocer el nombre de la víctima: Edilberto Cano Ledesma, natural de Pampa Grande.

El fiscal Palacios señaló que a la fecha son seis las víctimas reportadas, aunque el número puede ser mayor según versiones de los lugareños y trabajadores que extraen oro en la zona.

"El cerro Algamarca está controlado por dirigentes, algunos de ellos armados, que impiden ingresar a la policía para hacer las diligencias cuando ocurre este tipo de accidentes", denunció Palacios.

Diario La República – Lima 24/09/2007






PARA LA MAYORÍA, LA MINERÍA ES UN MAL NECESARIO”


Entrevista a Luis Felipe Cantuarias


El conflicto generado alrededor del proyecto Majaz ha reactivado el debate sobre la posibilidad de una minería ambiental y socialmente sostenible. Luis Felipe Cantuarias, ex gerente de relaciones comunitarias del exitoso proyecto Antamina, nos explica como se puede convertir a las comunidades campesinas en socios estratégicos de un proyecto minero.

Mario Camoirano

Correo: ¿Por qué las mineras necesitan una “licencia social”? ¿No le corresponde al Estado el rol redistributivo?

Luis Felipe Cantuarias: Hay un componente legal que cumplir para obtener una concesión, pero no es suficiente. Pongamos un caso más sencillo. En San Isidro, la municipalidad otorgó licencia de funcionamiento a nidos en zonas residenciales. Puede ser absolutamente legal, pero para los vecinos es inaceptable porque genera un impacto en el valor de sus propiedades y en su hábitat. Al final la oposición fue tan fuerte que la municipalidad tuvo que dar marcha atrás.

C: Desde el punto de vista del inversionista, ¿estamos frente a una especie de estafa?

LFC: Hoy toda empresa requiere de una legitimación social, ya que todo negocio genera una serie de impactos. En el caso minero no sólo está el impacto ambiental, la presencia de un proyecto grande impacta en todo el tejido social. Si el operador minero quiere imponer la ley por la fuerza, su negocio no va a ser sostenible. Pensemos en la industria del tabaco. Sin legitimación social se corre el riesgo de que se convierta en una industria ilegal.

C: ¿Quiénes tienen que dar la “licencia social”, considerando que en el caso de Majaz se consultó a comunidades alejadas de la zona del proyecto?

LFC: No se trata de fijar un perímetro. Lo importante es que si todas las comunidades aledañas perciben que la actividad minera les va a traer beneficios, que la empresa ha sido transparente en darles información, generalmente terminan siendo el soporte principal de la operación. En Antamina y Alto Chicama también hubo una oposición inicial de las comunidades, pero las empresas fueron capaces de hacerles sentir que tenían un compromiso real por promover actividades de desarrollo sostenible. En casos como Majaz o Tambogrande las comunidades no sintieron ese compromiso y en consecuencia esos terceros que promueven un discurso antiminero han terminado calando.

C: ¿Es coincidencia que esos proyectos exitosos hayan sido liderados por peruanos?

LFC: No. Obtener la licencia social pasa por entender adecuadamente la realidad de cada comunidad. Por ejemplo, cuando te acercas a una comunidad para comprar tierra, no es igual que en la ciudad. Hay un componente de arraigo, tradiciones, redes sociales que se puede perder en el proceso. Muchos cometen el error de enviar al campo a abogados y geólogos para negociar cuando lo que la comunidad quiere es conseguir un espacio que le permita continuar con sus costumbres, porque de lo contrario pueden terminar perdiendo su sentido de vida. No se trata sólo de un desplazamiento físico, sino social. Las empresas no deben ver su relación con las comunidades como un intercambio patrimonial.

C: ¿Cómo te aseguras que después de la negociación las comunidades no pateen el tablero?

LFC: Mientras más débil es una comunidad, menos sostenible es el acuerdo, por ello una preocupación fundamental debe ser fortalecer la capacidad negociadora de las comunidades. Contrario a lo que diría la lógica, empoderar a la contraparte les permite a estas entender cabalmente qué es lo que quieren y defender el acuerdo a largo plazo.

C: ¿Cómo enfrentar a las ONG y al clero antiminero?

LFC: Creo que hay que comenzar por no satanizar a todas las organizaciones sociales. Existen algunas ONG que trabajan en base a una agenda política y que operan así en todo el mundo, pero a esas hay que enfrentarlas en el campo de batalla de las ideas. De lo contrario vamos a repetir la terrible experiencia de la reforma agraria.

C: ¿Por qué la Sociedad de Minería no lidera esa batalla?

LFC: Por una visión paternalista conforme a la cual la minería era lo mejor que le podía pasar al país. Recién ahora han comenzado a entender que, para la gran mayoría de la población, la minería es un mal necesario y que no se ha legitimado socialmente. Pero no se trata sólo de una estrategia de comunicaciones, sino también de contenido, tomando distancia de las empresas que contaminan y ayudando a resolver los pasivos ambientales del pasado, aun cuando no sean responsables de ellos.

C: ¿Cómo desmitificar el tema de la contaminación del agua, que está presente en todos los proyectos mineros?

LFC: Siendo absolutamente transparentes e involucrando a las comunidades mediante comités de monitoreo ambiental. En Antamina, Tintaya o la misma Yanacocha hoy son los propios comuneros quienes toman muestras y las envían a laboratorios independientes.
Diario El Correo – Lima 24/09/2007





MINERAS PARALIZARÍAN PRODUCCIÓN POR AGOTAMIENTO DE RESERVAS


SNMPE pide a empresas reorientar comunidades


La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) admitió que las empresas del sector no fueron capaces de dar una información adecuada y oportuna a la gente que radica cerca de los proyectos mineros. Su presidente, Isaac Cruz, dijo a Correo que es necesario empezar a reorientar la estrategia, en la que el primer contacto no sea geológico sino social, de modo que luego no se generen conflictos que limiten el desarrollo del sector.


Clorinda Flores


Correo: ¿Es cierto que las mineras enfrentarán problemas de reservas?

Isaac Cruz: Comparando la producción del primer semestre de este año con la del 2006, vemos con preocupación una baja en la producción de cuatro minerales, como el oro, molibdeno, plata y estaño. Pero preocupa más el oro, porque en este lapso se redujo 24%.

C: ¿Cada vez es más difícil acceder a nuevas reservas?

IC: Hay dificultad para lograr ampliaciones de operaciones; para explorar y poder recuperar reservas, que día a día se agotan. Si no logramos desarrollar los programas de exploraciones de mediano y largo plazo, tendremos un problema de recuperación de reservas. Un caso es Yanacocha, a la que se impidió desarrollar algunos proyectos en marcha. También otras empresas que operan en el norte del país. Esto preocupa mucho, porque se pone en riesgo el desarrollo futuro de la actividad minera en el país.

C: Algunos alcaldes declararían zonas intangibles a ciertas áreas para evitar...

IC: Los recursos naturales son de la nación y ningún peruano o grupo de peruanos puede decidir sobre éstos, salvo con el respaldo de una consulta nacional. No se pueden atropellar las normas legales constitucionales. Estos recursos deben ponerse al servicio del desarrollo del pueblo, mediante el mecanismo que se quiera. Es lo normal.

C: La gente de los alrededores de un yacimiento no entiende de cuestiones legales...

IC: Pone en evidencia que hay una tremenda falta de eficacia de informar a las poblaciones de parte de las empresas en general, y del Estado también.

C: ¿Es una autocrítica a las empresas?

IC: Por supuesto, no hemos sido capaces de dar información adecuada y oportuna a la gente que radica donde hay proyectos mineros. Esto implica que haya desconocimiento de lo que está ocurriendo, y si se agrega que hay otras organizaciones o instituciones que van en sentido contrario, que desinforman y asustan a la población, se tiene como resultado gente que por temor o preocupación toma una determinada posición. No creo que nadie dude de que la explotación de los recursos naturales sea necesaria para el desarrollo.

C: ¿Es necesario invocar a las empresas un mayor acercamiento con la gente?

IC: Es evidente que algunas empresas no fueron capaces de comunicar, de informar, pero es necesario empezar. Nos hemos convencido de que el primer contacto con el área minera no tiene que ser geológico sino social. Es común que primero lleguen los geólogos.
Diario El Correo – Lima 24/09/2007






CAMPESINOS INCENDIAN CAMIONETA


De minera Majaz


Una turba de comuneros en aparente estado de ebriedad capturó e incendió una camioneta de la minera Majaz, en el caserío de Huancacarpa Alto (provincia de Huancabamba, Piura). El hecho se produjo la tarde del último viernes y pudo conocerse tras la denuncia que interpusieron los dos técnicos que estaban a bordo del vehículo y que tuvieron que abandonarlo tras el ataque que recibieron del grupo de campesinos.

Segundo Pastor, fiscal provincial mixto de Huancabamba, verificó los hechos e inició una investigación preliminar. Por su parte, la Policía del lugar interrogó algunos pobladores y pudo obtener algunas pistas de la identidad de los responsables.

Como antecedente a este hecho, se supo que hace un mes un grupo de pobladores destruyó cinco mil plantones de pino y otras especies de un vivero que la minera instaló en el lugar.
Diario El Correo – Lima 24/09/2007