MEDIO AMBIENTE. AMENAZAS A LA SOSTENIBILIDAD

Marco Arana.

El actual partido de gobierno, que accedió al poder sin tener –al igual que muchos partidos– una política ambiental definida, está poniendo en grave peligro la sostenibilidad social y ambiental de nuestro desarrollo. Parece ser que a los gobernantes no les importan los desafíos ambientales que atravesamos: contaminación del agua y aire, inadecuada disposición de desechos sólidos, deforestación, erosión de suelos, sobrepesca y pérdida de biodiversidad y todos ellos agravados por la situación de calentamiento global y de ingreso del Perú a la situación de estrés hídrico en el 2015.

¿Dicen algo a nuestro mandatario las declaraciones de múltiples autoridades como el director de DIGESA: "16 de los 53 ríos de la costa están contaminados por los relaves mineros y vertederos de poblaciones adyacentes"? (EC, 23/3/05) ¿Saben nuestros gobernantes y las redacciones que han decidido apostar por el apoyo total a la minería, lo que sí saben las grandes empresas mineras que durante el 2000-2002 encargaron el estudio "Minería, Minerales y Desarrollo Sustentable en América del Sur", el cual concluyó señalando que solo para mitigar la contaminación minera en el Perú se requiere una inversión de US$ 1,162 millones: US$ 977,1 en PAMA; US$ 181,4 millones en EVAT y US$ 4,2 millones para tratar pasivos de minas abandonadas?

¿Hay alguna preocupación en nuestra clase política por las recientes declaraciones del Comité Peruano de Apoyo al Llamado Mundial de Acción Contra la Pobreza, que informó que entre 1999-2005 el gasto ambiental representó solo el 0.01% del PBI, mientras que el costo económico generado por la degradación ambiental, la reducción de los RRNN, los desastres naturales y servicios ambientales inadecuados es de 8,2 billones, lo que representó el 3.9% del PBI del 2003?

Las actuales autoridades no tienen ningún compromiso con la sostenibilidad del desarrollo. ¿Ignorancia, irresponsabilidad, corrupción o una mezcla de todo esto? Casi cada mes, el gobierno ha estado enviando leyes al Congreso, para que de ser preciso se aprueben sin discusión de comisiones y, por supuesto, sin ninguna participación ciudadana. Leyes perversas como aquellas que para favorecer a las mineras, les reduce el tiempo de aprobación de sus EIA, recorta potestades a los alcaldes, busca distribuir dinero a las familias campesinas para que se allanen ante las mineras; y además pretenden recortar en 209,000 hectáreas el Parque Nacional Bahuaja Sonene, en la selva del Candamo, para establecer un nuevo lote de hidrocarburos, aun en contra de la opinión técnica del INRENA.

Desde el 2006, existe en el Congreso la Comisión Especial Multipartidaria de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, presidida por Guido Lombardi, ¿se pronunciará sobre los despropósitos ambientales del Ejecutivo? ¿Trabajará seriamente el Congreso para construir la institucionalidad ambiental pública que tanta falta nos hace?

Diario La República – Lima 24/10/2007