Un derrame de petróleo en la cantera China Linda, de propiedad de la empresa minera Yanacocha, contaminó más de diez mil metros cuadrados de la comunidad de Totoracocha y pone en peligro a cuatro mil truchas de la laguna del mismo nombre.
El derrame del combustible sucedió ayer por la mañana, a solo
En tanto, una comisión de la municipalidad de Bambamarca y algunos medios de comunicación lugareños se acercaron al lugar para realizar las verificaciones correspondientes.
El representante de la comunidad Totoracocha, Néstor Cueva Lobato, confirmó el derrame del hidrocarburo, denunciando además que no es la primera vez que la referida empresa contamina el lugar con sus químicos.
Por su parte, el coordinador zonal de la minera Yanacocha, Aldo Cárdenas Pandero, admitió la fuga de petróleo, pero evitó brindar más información, alegando que aún se están realizando las investigaciones pertinentes con la empresa Los Ángeles, que tiene a su cargo este sector.
Este hecho será denunciado este viernes ante el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), el Organismo Supervisor de
www.cnr.org.pe – Lima 28/02/2008
DIÁLOGO DE SORDOS
Fundición contaminante de empresa Doe Run Peru en
Milagros Salazar.
Comunicación entre empresas mineras y comunidades, una necesidad imperiosa
Cabuyal es el pueblo más alejado de la provincia norteña de Ayabaca, en la frontera con Ecuador. En ese lugar sin luz ni agua potable del departamento de Piura, la empresa minera Majaz podría provocar un impacto social y ambiental con su proyecto de cobre y molibdeno Río Blanco.
Pero los habitantes de Cabuyal pese a estar cerca del enclave minero, están lejos de conocer los beneficios y riesgos potenciales de las actividades de su vecino.
Para acceder a la evaluación ambiental completa de los trabajos de exploración de Majaz, un poblador tendría que viajar más de 20 horas a pie, a caballo y en bus hasta llegar a las oficinas de
Y de no encontrar el documento, el periplo terminaría prolongándose 14 horas más en bus rumbo a Lima para revisar los archivos del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
En su informe del 2006 sobre el caso Majaz,
El camino para intentar ser un poblador informado en una zona de actividad minera está lleno de tropiezos. Y, en consecuencia, las vías de comunicación entre las comunidades y las empresas están usualmente bloqueadas.
Expertos advierten que si las compañías buscaran formas efectivas de comunicarse con las comunidades que rodean sus proyectos para escuchar y considerar sus opiniones como parte del universo de
A primera vista,
“La clave de
Entonces, dice Lanegra, cuando la compañía vincula sus actividades al futuro de estas poblaciones y no opera como una isla, “se toman las medidas para establecer buenas políticas de comunicación”.
Este proceso de acercamiento donde el Estado —gobierno central, regional y local— juega un rol neurálgico como fiscalizador y promotor, dependerá mucho del acceso y de la calidad de la información: si es transparente, confiable, si está disponible o ausente para que las comunidades pueden ejercer una participación ciudadana informada.
De por sí la naturaleza de la actividad minera impone un gran reto debido a que
La versión modificada del EIA del proyecto Yanacocha Oeste —perteneciente a la aurífera más importante de América Latina, propiedad de la estadunidense Newmont y la peruana Buenaventura— en el norteño departamento de Cajamarca, contiene nada menos que ocho volúmenes y 5,098 páginas que deben ser revisadas en 30 días para que un poblador formule sus sugerencias, y en el caso de los EA, apenas en 20 días.
No obstante la complejidad del tema, el Estado optó en el 2007 por reducir el plazo de presentación de observaciones de los EA, de
Para la comisionada de
NORMAS GASEOSAS
En el Perú existen normas muy genéricas y débiles sobre el tema.
Tales principios se intentaron garantizar en diciembre del 2003 cuando el MEM ordenó a las mineras suscribir compromisos sociales de apoyo y diálogo con las comunidades de su entorno e incluso que anualmente informen al sector sus avances. Sin embargo la norma resulta ineficaz en el campo.
En el reglamento de consulta y participación ciudadana para la aprobación de los EIA se exige a las empresas la realización de talleres y audiencias para recoger las opiniones de los pobladores antes de la etapa de extracción de los minerales, pero no la incorporación de estas observaciones.
Como afirma el economista José De Echave, de CooperAcción, no se plantea la comunicación como un proceso de “ida y vuelta” que permita implementar las sugerencias para generar “relaciones de equilibrio”.
La relación efectiva que las mineras deben desarrollar con las comunidades ya no sólo es un acto de buena voluntad asociada a la ética, sino incluso resulta vital para las empresas en términos económicos porque podrían prevenir los conflictos y desentrampar sus proyectos.
Y en ese intento, la comunicación resulta ser la clave para que los alrededores de los yacimientos mineros dejen de ser un campo de Babel, donde nadie entiende al otro.
Noticias Aliadas – Lima 28/02/2008