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2 de diciembre de 2011

LO QUE DEJA CONGA


La suspensión, no cancelación, del proyecto Conga es una medida parecida a otras que, ante conflictos similares, lograron evitar desenlaces de violencia.

Ha sido el caso del anterior conflicto en torno a Tía María, en Islay, Arequipa. El proyecto se suspendió, se decidió someter el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a una evaluación de expertos internacionales que le encontró numerosas fallas y allí permanece como un tema latente.

El siguiente paso en el caso de Conga podría ser justamente ese, poner el EIA bajo un peritaje internacional autónomo y tomar medidas después de su pronunciamiento. Mientras tanto podemos ir haciendo un balance sobre quiénes perdieron y quiénes ganaron con la suspensión del proyecto.

Como es obvio, un claro perdedor ha sido Minera Yanacocha. La suspensión del proyecto es un claro reconocimiento de su carencia de legitimidad. De pasada, es una manera de reconocer que la empresa maneja pésimamente sus relaciones.

El otro perdedor claro es el ministro Carlos Herrera Descalzi que quemó todas sus naves asegurando la viabilidad del proyecto Conga. Cuando se conoció el importante informe del Ministerio del Ambiente, se lanzó a motejarlo de tremendista y fatalista. De hecho quedó mal como autoridad política.

El flanco derecho de la política peruana, en especial aquél corporativo, que va desde la Sociedad de Minería hasta CONFIEP, es otro perdedor neto de la coyuntura. Su propensión a hacer minas sin ningún límite territorial ha sufrido un claro paralé por el momento.

En cambio la derecha política, aquella que va desde el PPC hasta el fujimorismo, supo tomar cierta distancia del proyecto minero y se dio el lujo de recoger algunas de las demandas de la protesta cajamarquina.

Para la izquierda peruana, tanto fuera como dentro del gobierno, el resultado es ambivalente. Por una parte ha legitimado su discurso crítico de la minería y sus énfasis a favor de la agricultura o el agua. Por otra, hemos visto caer de sus puestos a más cuadros izquierdistas, y los que quedan, o los que están en el Congreso, parecen sumidos en un perfil menos que bajo.

Ganadores netos podrían ser las figuras más centristas dentro del gobierno, como el ministro del Ambiente. De hecho, el informe de su sector contribuyó a aislar a los que no querían ceder ni transar en nada y a doblegar a los que se resistían a reconocer que el proyecto Conga tiene casi cero de legitimidad.

Otro ganador neto es el presidente regional de Cajamarca. Y Patria Roja ha mejorado su posición dentro de la izquierda después de la gran frustración que vivió en las elecciones generales.

Finalmente, Ollanta Humala parece salir desgastado por sus notorias ambigüedades respecto al conflicto. Pero además porque el conflicto se cruzó con el pleito Tapia–Favre. En todo caso, tanto el ministro Herrera Descalzi como el asesor brasileño ya devinieron fichas incómodas para el cada vez más complejo ajedrez que le toca jugar a Humala.

Diario La República-Lima 02.12.2011