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6 de julio de 2012

EXIGEN ANULAR EL PROYECTO MINERO CONGA DESPUÉS DE LA MUERTE DE CINCO CIVILES 


Los opositores a la mina de oro de Conga, en la región peruana de Cajamarca, declarada en estado de excepción, exigieron al Gobierno que se anule el proyecto después de que en los enfrentamientos con la policía hayan muerto ya cinco manifestantes. 

Un hombre de 29 años falleció la madrugada de ayer tras permanecer en estado de coma desde el martes por un balazo durante las protestas en la ciudad de Celendín, lo que se sumó a la muerte de un poblador el miércoles y de tres el martes. 

Las provincias de Cajamarca, Hualgayoc y Celendín se encuentran en estado de emergencia (excepción) por 30 días y ayer las poblaciones permanecieron en una relativa calma y sin movilizaciones, según dijo una fuente policial a Efe. 

Sin embargo, imágenes de la televisión local mostraron por la tarde a decenas de personas paseando el féretro de la víctima de 29 años alrededor de la Plaza de Armas de Cajamarca, junto a una bandera que decía "Conga es inviable". 

Los opositores a Conga, que acatan una huelga antiminera desde hace más de 30 días, temen que el proyecto de la empresa Yanacocha que prevé invertir 4.800 millones de dólares afecte de forma irremediable las reservas de agua de la zona. 

Uno de los principales líderes opositores a Conga, el exsacerdote Marco Arana, pidió ayer al Gobierno que detenga el proyecto de oro y cobre, horas después de haber sido puesto en libertad tras permanecer detenido desde el miércoles por la Policía. "Si ellos (la minera) no son capaces de parar (el proyecto), que sea el Gobierno peruano el que lo haga", afirmó Arana durante una rueda de prensa. 

Arana, líder del movimiento político y ecologista Tierra y Libertad, indicó que Conga "está manchada de sangre" con las muertes de los cinco pobladores. 

El exsacerdote, que fue violentamente detenido por supuestamente causar disturbios mientras permanecía sentado en un banco de un parque, reafirmó que fue golpeado e insultado por policías tanto durante su traslado como en la comisaría. 

"El Gobierno se equivoca si piensa que con balas, torturas o golpizas va a doblegar los justos reclamos del pueblo de Cajamarca", dijo después de quedar en libertad, en la madrugada del jueves. 

El presidente de la región, Gregorio Santos, uno de los más férreos opositores a Conga, calificó de "arbitraria" la detención de Arana y pidió que se investigue. "Esto descalifica al régimen y lo convierte en un régimen autoritario minero militar que nos está gobernando", afirmó Santos en la emisora Radio Programas del Perú (RPP). 

Arana y Santos también criticaron el uso de la fuerza policial contra los manifestantes. "En cualquier lugar del mundo muere una sola persona y cae todo un Gabinete (ministerial), pero aquí no pasa nada", aseveró Santos. 

Por su parte, Arana dijo que "para que la violencia pare, debe parar la brutalidad policial, el trabajo de minas Conga y los discursos y prácticas de la ciudadanía que puedan desencadenar la violencia". 

Un grupo de excongresistas del oficialismo pidió la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés, y del ministro del Interior, Wilver Calle, por el manejo del conflicto en Cajamarca. 

"Ni un muerto más. Una vida vale más que todo el oro que piensan sacar de Conga", señaló a los periodistas el congresista Jorge Rimarachín. 

Otro grupo de parlamentarios abogó por la mediación de la Iglesia católica entre los manifestantes y autoridades del Gobierno para llegar a una solución del conflicto. 

El proyecto Conga recibió la aprobación del Ejecutivo después de que la empresa Yanacocha aparentemente accediera a las nuevas condiciones que impuso el presidente Ollanta Humala para su ejecución. 

 Entre éstas figuran, preservar dos de las cuatro lagunas que iban a ser desecadas, crear reservorios de agua, 10.000 puestos de trabajo directo en la región y un fondo social. 

La Jornada.net 06.07.2012