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11 de septiembre de 2012

ACUERDO JUSTO EN EL CONFLICTO CONGA


El presidente Humala declaró hace pocos días que el conflicto Conga demuestra que el país tiene “una minería del siglo XXI que cohabita con una minería del siglo XIX”. Lamentó que la economía del Perú aún dependa mucho de la industria minera, concentrando el 40% de la producción del metal en América Latina. Estas declaraciones se producen después de decidir el gobierno no prorrogar el estado de emergencia en Cajamarca.

Por su parte, el monseñor Miguel Cabrejos, uno de los facilitadores del conflicto Conga, expresó que con la decisión del gobierno ”se fortalecen las condiciones que generan confianza y se contribuye al inicio de un proceso de dialogo entre los actores”. Agregó que  “El diálogo genuino ayuda a canalizar voluntades y contribuye a generar compromisos de cambio de actitudes entre los actores involucrados”.

El padre Cabrejos exhortó  a todos los actores en la problemática minera  de Cajamarca que “en el más breve plazo desplieguen todos sus esfuerzos, con la mejor disposición y ánimo, para reencontrarse y retomar el diálogo que conduzca a analizar los temas pendientes que son claves para el progreso y bienestar de todos los cajamarquinos”.

Al igual que el monseñor Cabrejos, esta medida de haber levantado el régimen de excepción en Cajamarca ha sido comentada favorablemente por quienes aspiran a obtener una solución en el conflicto minero Conga, que se encuentra en stand by,  a la espera de que prosiga el  diálogo de los sacerdotes facilitadores -los padres Cabrejos y  Garatea- con los representantes de Cajamarca.

Considero que la oportuna decisión del ejecutivo tendría un efecto positivo en las negociaciones.  Al respecto, Jaime Delgado, vocero de Gana Perú, afirmó que tras el fin del estado de emergencia en Cajamarca, ha llegado el momento de retomar el diálogo que permita darle una solución al conflicto a raíz del proyecto Conga.

Es ocasión para  recordar que al término de la pasada reunión con los facilitadores,  el presidente de la región Cajamarca, Gregorio Santos, declaró que “ha sido una reunión muy fructífera, (…) para los hermanos el campo, dirigentes, porque han sido escuchados”. Se refería a  la presencia de los facilitadores en el conflicto Conga, los padres Miguel Cabrejos y Gastón Garatea.

La autoridad regional dijo que  “comienzan a recuperar la confianza de nuestros campesinos, que desean ser escuchados, que tienen sed de pan y de justicia”. Entonces, el presidente regional pidió que llevaran al presidente Humala las opiniones de los ronderos,  quechuahablantes, hermanos de todas las religiones, delegados, alcaldes distritales y provinciales.

Sin embargo, el Ejecutivo decidió no levantar el estado de excepción, lo que motivó la airada protesta de Gregorio Santos, que expresó su intención de no continuar en el diálogo mientras  el gobierno no dispusiera levantar el estado de emergencia. Después de varias semanas de intenso cambio de opiniones de las diversas partes del conflicto, el gobierno decide no prorrogar el estado de excepción.

Ahora se inicia una nueva etapa para Cajamarca. En su oportunidad, el presidente  Humala expresó su confianza en la labor de Garatea y Cabrejos como facilitadores del diálogo sobre el proyecto Conga. “Yo creo que no hay que apresurarlos, estamos dejando las cosas a los facilitadores, dejemos que hagan su trabajo”, dijo el jefe de Estado peruano.

Una reflexión apropiada si se tiene en cuenta que el conflicto Conga no se ha producido en el gobierno de Humala, sino que es el resultado de muchos años de abuso y marginación que el Estado nunca intentó resolver con justicia. Expresó el presidente Humala  una confesión en alta voz: “ya no hay confianza ni en el presidente, ni en el Estado, ni en las autoridades regionales o provinciales. Hoy pido que retomemos un pacto de confianza”.

Reclamó una nueva oportunidad para hacerse “confiable”. “Quiero que me abran el corazón para poder demostrar que somos diferentes”, dijo. Estas declaraciones produjeron un efecto positivo en el proceso de facilitación del conflicto social Conga, que llevan a cabo los sacerdotes Cabrejos y Garatea. En recientes declaraciones desde Rusia, el presidente  Humala expresó su sorpresa ante las críticas en su contra en el Perú. “No sé por qué me critican tanto”, afirmó.

La voluntad de cooperación es una de las formas ideales de abordar conflictos sociales, porque se trata de que ambas partes resulten ganadores (Gana-gana). Se busca conseguir los objetivos propios sin dañar la relación con la otra parte. La cooperación intenta que tanto el fin como los medios sean coherentes.

Cooperar es incrementar las posibilidades de obtener lo que deseamos y que la otra parte también lo obtenga. Alcanzar la cooperación plena es muy difícil, pero es importante que una parte sienta que se debe cooperar para que la otra parte exprese su voluntad de llegar a un acuerdo.

El Perú es un país proveedor de materias primas y con más de 10 millones de personas en situación de pobreza, a pesar de su crecimiento económico. Los conflictos sociales provienen de las necesidades insatisfechas durante muchos años. Existen muchos pueblos por donde nunca ha llegado el Estado.

Las demandas a veces pasan de padres a hijos. Si hablamos con criterio estructural, se trata de un  abandono de casi  400 años. No solo se ha perdido la confianza sino la voluntad de tener confianza. (“Hay ganas de no tener ganas”) Este es el gran conflicto histórico que aún no se puede resolver.

En esa ocasión, el padre Garatea, dijo: “Estamos mirando cómo hacer para que conversen. Esto no es fácil; es difícil, dificilísimo. Esto es un problema de un año me imagino yo”,En Cajamarca “hubo mucha mentira en el pasado, por eso la gente no está dispuesta a soportar más mentiras”,  y explicó que “el rechazo al proyecto se debe al temor de la población cajamarquina a la contaminación del agua”. Los cajamarquinos piensan que los gobiernos pasan pero el agua  queda.

Las condiciones objetivas y subjetivas del conflicto son propicias para llevar la agenda a través de un proceso de comprensión de posiciones e interese de las partes. Sin duda solo se podrá llegar al objetivo de lograr un acuerdo positivo para el Perú si se pone en práctica una actitud de buena fe y voluntad de cooperación, sin perjuicio de que el pueblo de Cajamarca defienda su derecho a que sus dirigentes y las autoridades del gobierno respeten el medio ambiente en un acuerdo justo entre la empresa y la población. Las piezas están ubicadas en el tablero. Se espera un acuerdo justo.

Generaccón-Lima  10.09.2012