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2 de mayo de 2013

96% del distrito de Cañaris está concesionado

Mujeres de Cañaris expresando una postura mayoritaria de la población. Demandan aplicación de la Ley de Consulta Previa.

Cómo explicar que la mayor parte de las tierras de este distrito, incluido el perímetro de la Plaza de Armas y la Iglesia del pueblo, hayan sido cedidas en concesión para la explotación de minerales. La siguiente nota explora el conflicto que enfrenta a una comunidad, que busca preservar la sostenibilidad de su hábitat, con los intereses de un puñado de industrias extractivas. 

Rocío Silva Santisteban 

Hay que atravesar el calor de Motupe, la neblina cerrada de los cerros de Olmos, la trocha carrozable entre precipicios de Pucará hacia la sierra, para llegar al bosque húmedo de Cañaris: montañas de todos los matices del verde y árboles largos y altos con quiches rojos y en flor, esas plantas parásitos increíblemente delicadas que solo aparecen donde el aire es limpio y transparente. A más de 8 horas en carro desde Chiclayo y a una altura de 3.090 msnm, la camioneta entra en este exuberante bosque, y logramos divisar las casas de luces débiles y tintineantes de la Comunidad Campesina San Juan de Cañaris. 

Con un registro que data del Virreinato, documentos desde 1783 y más de cinco mil habitantes, la comunidad campesina está ahora cambiando de junta directiva. Los miembros de la nueva junta son todos muy jóvenes, como su presidente, Florentino Barrios Huamán, quien junto con Hermógenes Tantarico, el vicepresidente, enfrentarán desde ahora no solo las denuncias de nulidad de los comicios, o las asperezas de la mesa de diálogo sobre medio ambiente y minería encabezada por Vladimiro Huaroc, sino sobre todo, la lucha para detener el Proyecto Cañariaco de la empresa canadiense Candente Cooper que, según el viceministro del MINEM Guillermo Shinno, "ya está aprobado y no debe ser sometido a consulta previa". Los dirigentes de ayer y de hoy mantienen su posición: “no queremos minería en cabeceras de cuenca”. Sin duda estas dos posiciones iniciarán, en los meses que vienen, otro conflicto social de alto riesgo y la Ley de Consulta Previa también tendrá su prueba de fuego. 

Eso es lo que le acaban de reclamar, tanto la adjuntía de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo, como el viceministro de Interculturalidad Iván La Negra, al ministro de Energía y Minas: Cañaris es indígena. Pero Fernando Castillo, del MINEM, ha sostenido que en tanto no haya una base de datos de pueblos indígenas publicada, no se puede llevar a cabo el proceso de consulta. 

Hecha la ley... ¿Viendo las vestimentas tradicionales, escuchando el quechua norteño de sus habitantes, y analizando las escrituras de la comunidad que se autodefine como ancestral se puede sostener aún alguna duda de su condición? Iván La Negra argumenta que la falta de base de datos no es excusa para impedir el proceso. Con un convenio internacional, una ley y un reglamento, no realizar la consulta traduce falta de voluntad política. 

Ese domingo soleado, 14 de abril, el cambio de la Junta Directiva se realiza en la pérgola de la plaza con la presencia de dirigentes de los caseríos, personas de Lima y Chiclayo, y muchos curiosos que escuchan la voz del locutor que indistintamente habla en quechua y castellano. La pobreza del pueblo, de la dirigencia que calza llanques, de los objetos que se transfieren difiere de la solemnidad del acto, en el que al inicio entonamos el himno nacional, insistiendo tercamente desde esas lejanías que Cañaris es parte de la nación. A su vez, esa pobreza contrasta con la inversión que Candente Cooper está realizando y las posibilidades que le dará a la compañía este proyecto: oro, plata y cobre en grandes cantidades (7.500 millones de libras). El problema es que el cobre tiene arsénico. 

¿DESARROLLO O SOSTENIBILIDAD? 

Para el mercado internacional de metales el cobre con arsénico baja la rentabilidad, por lo tanto, es imprescindible extraerlo. El riesgo es que luego de la fundición los gases se convierten en trióxido de arsénico: un veneno de alta potencia que contamina aguas, plantas y animales y, a la larga, tiene efectos cancerígenos. La propuesta de Candente Cooper es que luego de la fundición este polvillo de trióxido de arsénico sea tratado para “estabilizarlo” y de esta manera dejar en los cerros de Cañaris un depósito con 30 mil metros cúbicos del mismo, en contenedores especiales a varios metros de profundidad. Según la abogada brasileña Fernanda Verson, este método no ha sido probado antes sino por una empresa suiza que envió esos desechos a un pueblo del litoral chileno que hoy la está enjuiciando. El drenaje ácido que se puede producir es un peligro inminente para este bosque húmedo. Una vez más el dilema de nuestro país acecha: desarrollo vs sostenibilidad ambiental. 

En Cañaris todo está concesionado: la iglesia, la pérgola, la plaza y todas las casas circundantes, además de los cerros boscosos, pues del distrito están denunciadas más de 27 mil hectáreas, es decir, el 96.16%. Se trata de empresas como Barrick, Newmont e incluso una concesión de Elver Díaz Bravo, cuñado del presidente regional Humberto Acuña Peralta. Las fotos de las proyecciones del tajo de Cañariaco Norte y Sur revelan la destrucción de un bosque de neblina que según Naciones Unidas es, de todos los bosques montañosos, uno de los que tiene mayores recursos hídricos y conserva “en Perú, más del 30% de las 272 especies de mamíferos endémicos, aves y ranas que se han encontrado en estos ecosistemas”. La pobreza material no se condice, en esta zona, con la increíble riqueza de recursos naturales y eso los dirigentes lo saben. 

 Por eso Cristóbal Barrios y Rosa Sara Huamán están seguros de que su opción es la sostenibilidad ambiental que implica también la supervivencia de su pueblo. El 2 de febrero se pronunciaron en un comunicado que incluía a comuneros y ronderos de Inkawasi, Marayhuaca, San Mateo y otras comunidades del distrito, para defender su derecho a la autodeterminación, cuestionando “los resultados de la Asamblea General del 8 de julio del 2012 realizada por la Minera Candente Copper y sus aliados, reconocida ilegalmente por el gobierno peruano desconociendo el Convenio 169 de la OIT”. 

El 8 de julio la empresa realizó un taller con la presencia de 280 comuneros que votaron, a mano alzada, en la pérgola de la plaza, por la aprobación de la exploración en sus tierras. Unos días después, en una asamblea en el coliseo del pueblo, 2 mil comuneros decidieron llevar a cabo un escrutinio mediante voto secreto. 

El proceso comprendió a los 11 anexos, con mesas de votación en cada uno, incluyendo más mesas en Cañariaco pueblo o en Huacapampa. Los resultados fueron de un total de 3.275 votos, 375 votos para la lista roja, 2.082 para la lista azul, 432 votos blancos, 234 votos nulos y 154 votos viciados. 

Los veedores del escrutinio fueron los miembros de la Policía Nacional convocados por el propio Comité Electoral. La lista perdedora, cuya cabeza es Ausberto Lucero Huamán, ha impugnado el acta de constitución del comité electoral ante un Juez de Jaén con la finalidad de boicotear todo el proceso. 

Por eso mismo, este es el momento en el cual el Estado peruano debe articular sus propuestas y no plantear discursos contradictorios desde el MINEM o acciones de un abierto proselitismo minero como la distribución de cocinas a gas de dos hornillas, con válvula y balón de GLP de 10 kilos. 

¿Quién va a reemplazar ese balón de gas en una zona tan inaccesible como el distrito de Cañaris? Los comuneros han reaccionado indignados como Cristóbal Barrios durante ese domingo en la transferencia de la Junta Directiva: 

 “Muchos de nosotros hemos recibido cocinas de 100 soles. No podemos vender nuestra conciencia. 

Como pueblos originarios conocemos nuestros derechos y ellos siguen tratándonos como animales. No, señores, las aguas cristalinas que corren por la cuenca del Cañariaco son nuestras”. 

ENFOQUE 

La consulta previa 
Fernando Castillo 
Pdte. Mesa de Trabajo para el Desarrollo de Cañaris 

La realización del proceso de consulta previa sobre las actividades de exploración minera que se realiza en Cañaris no procede, por cuanto se trata de la continuación de operaciones iniciadas hace 11 años en ese distrito de la provincia de Ferreñafe (Lambayeque). 

Las concesiones mineras denominadas Cañariaco A y Cañaraico B no están incursas en este requisito por ser actividades continuadas a las iniciadas en la campaña de exploración anterior y es que la empresa Cañariaco Cooper adquirió las acciones en la etapa de exploración de la empresa Milenium, que está explorando la zona hace 11 años. 

Sin embargo, esta consulta procedería en el caso de que la empresa minera Candente Perú Cooper S.A., que lleva delante el proyecto, solicite la autorización de inicio de actividades de exploración sobre las concesiones mineras Cañariaco C, Cañariaco F1, Cañariaco U y Jehumarca 1. 

En estos casos, se realizarían los procesos de consulta previa que correspondiesen, siempre y cuando se identifique la existencia de pueblos indígenas en el área de influencia directa del proyecto, de conformidad con la información que consigne la Base de Datos Oficial de Pueblos Indígenas. 

El Ministerio de Energía y Minas valora profundamente el diálogo y respeta la normativa nacional e internacional en materia de Consulta a los Pueblos Indígenas. 

Esto ha llevado al sector a promocionar espacios de diálogo, en los que se presentan diversas posiciones y planteamientos, así como interpretaciones sobre los alcances y la aplicación de la ley y el reglamento de consulta previa a las poblaciones indígenas.

Diario La República 01.05.2013