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31 de julio de 2013

Celendín: 100 soles por la cabeza de un dirigente


Por Raquel Neyra

Una de las estrategias de las fuerzas armadas es la guerra del desgaste. Actualmente, este es el método utilizado por Yanacocha y el actual gobierno contra los opositores al proyecto minero Conga.

Se difunden rumores en la población que la PIC cometería atentados durante las fiestas y simpatizantes se acercan a advertir a los dirigentes de que tengan muchísimo cuidado, que sicarios de a cien soles estarían en la ciudad dispuestos a dispararles. Al salir de casa debemos asegurarnos de que estan bien cerradas ya que detrás de un supuesto «robo» podría esconderse un allanamiento de domicilio, cosa muy fácil de hacer durante las fiestas.

Celendín , una de las trece provincias de Cajamarca, al norte del Perú
El clima de inseguridad alcanza su máximo, se instala poco a poco un clima de terror que obliga a los activistas a vivir a cien por hora temiendo de cada sombra. Además, los guardianes de las lagunas siguen siendo amedrentados por disparos al aire nocturnos tirados por no se sabe quién.

Pero como la resistencia pacífica sigue firme y comprometida y va ganando adeptos dentro de la población, dentro y fuera del país – el pronunciamiento de la Plataforma Institucional Celendina (PIC) ha dado la vuelta al mundo y recibimos apoyo y pedido de entrevistas de fuera del país -, las campañas de difamación son cada vez más fuertes y frecuentes, no solamente se rebusca en la vida privada de los dirigentes y se los embarra inventando financiamientos oscuros de oenegés aún más oscuras y de todas maneras extranjeras, acusándolos de viajes y de propiedad de bienes inexistentes; estas campañas se difunden ya sin ninguna verguenza en las radios, periódicos chatarra y pasquines.
El rumor se instala y es difícil contradecirle, obligando a los activistas a salir a las calles a desmentir boca a boca todos los falsos rumores. En youtube, twitter y facebook aparecen trolls y falsas amantes dedicados a embarrar la imagen de los dirigentes y activistas. Muchas veces el daño ya está hecho y es difícil convencer de la inocencia de aquéllos.

La mina busca cansar a los dirigentes, las finanzas se debilitan, hay que ingeniárselas para sacar dinero para seguir luchando, para alimentar a los guardianes, para viajar a las diferentes fiscalías en donde son denunciados.

Así van las cosas, pero todos reafirmaron su deseo de lucha y quedarse firmes en la lucha.
¡Conga… no va!
¡Chadin 2 tampoco!

http://servindi.org 31.07.13