El día de ayer 17 de julio se llevó a
cabo otra audiencia del caso de la familia “Chaupe” denunciada por
Minera Yanacocha por supuestamente usurpar su propiedad. Son ya dos años
de este proceso, con una sentencia en contra de la familia que luego
fue anulada por la Sala penal de Cajamarca por todos vicios que tuvo ese
juzgamiento, obligando al juzgado a
repetir el proceso. Increíblemente son cuatro veces que se repite el
juicio oral de este caso (cada vez implica un conjunto de audiencias por
varios meses) lo que ha significado que cuatro veces los miembros de
esta familia sean obligados a pararse frente a un Juez, un fiscal y los
abogados de la empresa a contestar
tediosos, largos y confusos interrogatorios durante varios días, y
además a escuchar las acusaciones de la empresa y la Fiscalía por largas
horas, quienes los culpan de querer despojar a la empresa de su
propiedad y de haber agredido a su personal de seguridad y policía
privada.
La familia sigue sosteniendo, aunque con mucho agotamiento, su inocencia
y se ha cansado de argumentar que son ellos los reales propietarios y
posesionarios del terreno en disputa. Máxima Acuña dice en la ultima
diligencia “no soy una delincuente, no soy una ladrona, yo no le quiero
robar a la minera nada, solo defiendo lo que me ha costado”. Pero cómo
creer en la palabra de una campesina pobre?, reflexiona ella misma…
“porqué no nos creen que somos nosotros los verdaderos propietarios y
que es Yanacocha quien nos quiere quitar nuestro terrenito… porqué no
nos creen que somos mas bien nosotros quienes hemos sido maltratados por
el personal de la mina y sus policías”… “no han visto cómo nos pegaron
una lástima a mí y a mi familia”, dice con airada indignación mientras
declara en el juicio. El Fiscal responde: “quiero dejar constancia de la
actitud agresiva de la señora”.
Ayer el Juez de Celendín anunció que el próximo viernes 25 sería la
última audiencia de este juicio oral y que de ser posible emitirá en esa
oportunidad la Sentencia. No sé si esto es o no un alivio para esta
familia. Les pregunto a Máxima y a Jaime Chaupe qué piensan? me
contestan con una sonrisa genuina y muy honesta, “está bien Dra., ya
estamos muy cansados” “hemos caminado otra vez ocho horas para llegar
hasta aquí”. Desde que empezaron a enfrentársele a Yanacona los pocos
vehículos de transporte público que pasan cerca a su domicilio ya no los
quieren recoger. Uno de choferes les dijo que no pueden llevarlos
porque por su culpa la policía de la minera para sus vehículos a cada
rato, pide documentos a sus pasajeros y no los dejan seguir con
normalidad.
Ambos tienen la mirada muy cansada, la vista enrojecida y el rostro
muy quemado por el sol. Máxima ríe y como de costumbre saca un bolsa con
canchita tostada que nos comparte… “ya tal vez la otra semana será la
última vez que traigamos el fiambre”.
Observatorio Conflictos
GRUFIDES