24 de septiembre de 2006

"Se está renunciando a tributos"
MARCO ARANA
El coordinador de la ONG Grufides afirma que el Estado abdica de su papel recaudador y lo deja a la voluntad de los mineros. Hace dos años el sacerdote Marco Arana, coordinador del Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (Grufides), lideró una de las movilizaciones más sonadas en el sector minero. A la cabeza de casi cuarenta mil cajamarquinos hizo desistir a la Minera Yanacocha de explotar el Cerro Quilish, considerado como una de las reservas acuíferas de la ciudad de Cajamarca. Ha pasado el tiempo y Arana considera que el Estado continúa favoreciendo a la minería en perjuicio de otras actividades, como la agrícola, que es la que sostiene a gran parte de la población andina. Esta situación y la desigualdad en las zonas donde operan las mineras, según el sacerdote, son el caldo de cultivo de los reclamos sociales contra esta actividad donde el Estado sigue siendo un observador pasivo.

¿Cuál es su opinión respecto de lo que será el aporte voluntario de las mineras?
Esta es una expresión de un Estado mínimo, que deja librado los temas económicos del país a la buena voluntad de los agentes y renuncia a su capacidad de recaudar tributos que permitan una redistribución adecuada de las riquezas. Este gobierno en su campaña electoral prometió aplicar un impuesto a las sobreganancias y no lo ha hecho. Parte de los conflictos ambientales tienen que ver con que la gente siente que se extrae recursos naturales y no todos se benefician de esta riqueza.

¿Usted insistiría en la aplicación de impuesto a las sobreganancias?
En las sobreganancias y las regalías.

Sí, pero en el caso de regalías muchas empresas están protegidas por contratos de estabilidad jurídica y tributaria.
Sí pero hay que revisarlos. ¿Cómo cuando las mineras han pedido renegociar los contratos, el Estado ha aceptado y ahora, cuando el Estado tiene la necesidad de revisarlos, no puede hacerlo?

El presidente García ha señalado que esto implicaría alterar las reglas de juego, de ahí
que haya propuesto un aporte voluntario como alternativa. ¿Cómo ve usted esta
negociación?
De ir adelante con esto, yo recomendaría que no lo hagan a puertas cerradas, sino con la
participación de los gobiernos locales, regionales y de la sociedad civil. La actividad minera no está en Lima sino en provincias, hay que ser coherente con el discurso de la regionalización y descentralización que últimamente se está tratando de dar, incluido el debate de cómo mejorar los ingresos de las regiones con las actividades mineras.

¿Cómo se ve el tema del aporte voluntario en Cajamarca?
Creo que en general en las provincias el aporte voluntario se está viendo como algo lejano, no es un tema de debate público.

¿A qué aspectos debería orientarse este aporte voluntario minero?
Debería orientarse a la posibilidad de invertir en fiscalización ambiental eficiente. Gran parte de los conflictos se origina en la contaminación y escasez de aguas, y cuando se le pide al Gobierno que vea el tema no tiene recursos. Un segundo tema, es encontrar un mecanismo de inversión pública que evite lo que está pasando con el canon, en el cual no se gasta el dinero o si se gasta se hace en obras inútiles. Hay que ver un mecanismo para canalizar esos fondos, diseñar los proyectos y supervisarlos, orientándolos en invertir en las comunidades afectadas en salud, educación o en infraestructura vial que es básica.

¿Por qué la minería tiene que hacerse responsable de las carencias del Estado?
Porque si bien la minería no es la que crea pobreza, sí es un factor. Lo podemos explicar. El principal problema que tienen las comunidades andinas es el relegamiento del agro, no tiene desarrollo tecnológico, no tiene acceso a créditos, títulos de propiedad, etc. Todo el impulso al agro que se ha dado se ha concentrado en los valles costeños y se deja al ande como un dispensador de agua. Cuando llega la minería este modelo se profundiza, porque se percibe al ande como un lugar donde hay que extraer recursos minerales. En ese sentido, las leyes y el Estado se han puesto al servicio de promover la actividad minera. Si uno privilegia la minería en lugares donde el 72% de la población depende de actividades agrícolas y pecuarias no hay que hacer nada para pronunciar la palabra pobreza. Simplemente ignorarla.

Pero se culpa a las mineras de esta situación.
No es que a causa de los mineros seamos pobres, es por el tipo de prioridad política que el Estado ha dado en estos últimos años. No ha generado mecanismos de redistribución más eficientes, prioriza la minería, no protege el ambiente y sigue centralizando la economía, esto último recién se está tratando de corregir hace un par de años con la distribución de los recursos del canon a las regiones.

¿Por qué la mayoría de protestas se centra en el tema ambiental?
Porque estudios ambientales de las Naciones Unidas y del Banco Mundial muestran que, a mayor daño ambiental mayor es la pobreza, ya que a mayor pobreza habrá mayor
vulnerabilidad de la población frente a los daños ambientales. Y la minería, quiéralo o no, genera impactos ambientales.

¿No es que las ONG, como la suya, están llegando a una posición antiminera perse?
No creo. La polarización creada por la ausencia del Estado y la prepotencia de algunas
empresas ha provocado esta aparente confrontación. Si hubieran posiciones antimineras,
Yanacocha no existiría, estaríamos hablando de escenarios como Tambogrande o Majaz. Y eso no ha ocurrido, al menos no en Cajamarca.
Diario El Comercio – Lima 24/09/2006 007bjqlnkd.pdf


La reforma está tan desacreditada como nuestra reputación

PILAR MAZZETTI. Luego de los cuestionamientos por su manejo del incidente entre policías y cocaleros en Sion, la ministra del Interior responde
Por Juan Zegarra Salas

La toma de carreteras en Moquegua trajo a la mente el efecto espejo de Combayo.
No, la carretera no está bloqueada.

¿Ya no está bloqueada?
Tenemos 300 efectivos policiales en la zona. El problema principal, más que la carretera, ha sido la línea férrea que tiene aproximadamente 40 kilómetros. La línea fue tomada por gente que estaba protestando contra la empresa minera de la zona (Southern Perú) y se procedió a desbloquearla. Posteriormente, en la noche fue tomada por segunda vez y en la madrugada la desbloqueamos nuevamente. La línea tiene 40 kilómetros y han intentado retomarla en tres puntos. La empresa minera no ha querido desplazar hasta el momento (viernes) el tren porque están verificando si la vía no ha sufrido ningún daño, pero la vía está libre. (El sábado el tránsito por la vía férrea se normalizó).

¿Ahora sí no permitirán el bloqueo de las vías, sea parcial o total?
¿Por qué ahora sí, es curioso?

Le pregunto por Combayo (Cajamarca). Usted dijo que como la vía estaba bloqueada parcialmente, entonces se podía seguir dialogando.
No es porque estuvo bloqueada parcialmente. Combayo era un conflicto entre población y
empresa (Yanacocha), y los únicos vehículos que no pasaban eran los de la empresa. La
negociación que estableció el primer ministro Del Castillo fue de continuar conversando
mientras la interferencia fuera entre los dos puntos en conflicto.

Habla como si se tratara de un conflicto privado cuando los conflictos sociales son públicos
Era un conflicto público donde la interferencia no tocaba al resto del público.

Entonces en el futuro, si hay un problema entre dos partes y solo se afecta a una de esas partes y no al resto de la población.
Yo no trabajo con recetas preconcebidas, trabajamos de acuerdo a las circunstancias.

¿Lo de Combayo no será el estereotipo?
Trabajamos de acuerdo con las circunstancias, según cómo el primer ministro fue negociando,
él fue dando las indicaciones. La decisión que se tomó para ese conflicto fue lo que se aplicó.
En las actuales circunstancias donde se ha hecho un acto sin ningún tipo de negociación previa, las circunstancias son distintas y las acciones serán distintas.

Pero si ya están pidiendo la comisión de alto nivel porque vieron que bloquean carreteras para después negociar; es decir, mientras dura, el diálogo se deja así la cosa.
No necesariamente es así, quien tiene que tomar la decisión sobre aspectos vinculados sobre
la presencia de comisiones es nuestro primer ministro y el ministro de Energía. Como este
conflicto surgió sin previa conversación, el primer ministro ha establecido que mientras existan
medidas de fuerzas, no habrá negociación y nosotros acatamos.

Algunos consideran que se está perdiendo el principio de autoridad, se está 'toledizando' el régimen al ser tan blando con estos intentos de bloqueo de vías.
Cada gobierno tiene su forma de manejar los conflictos y cada autoridad también. En ese
sentido todos tenemos que adaptarnos, la fuerza existe, pero si podemos conversar para
evitarla, entonces, en buena hora. En el último conflicto (de Moquegua) no hubo intención de
diálogo previo y por consiguiente habrá que utilizar la fuerza.

Para otras manifestaciones sociales, Combayo es el ejemplo, es decir, sentarse a conversar con una posición de fuerza.
Habitualmente en nuestro país estamos acostumbrados a usar la fuerza, es la regla. Todo el
mundo quiere que corra sangre, tenemos que ir explorando otras formas.

No sé si todos quieren que corra sangre, pero con el bloqueo de vías entonces llega la comisión de alto nivel y la policía queda replegada.
No ha conocido las otras acciones que ha hecho la policía. Por ejemplo, un grupo de ronderos
iba a la zona de conflicto de Combayo, pero la policía conversó con ellos y evitó que llegaran.
Durante la toma parcial de la carretera, un grupo de estudiantes de la universidad tenía las
intenciones de hacer un reforzamiento de esta toma y probablemente interrumpir totalmente la
vía. La policía mantuvo separados a los grupos. No es que la Policía Nacional haya estado
tranquilamente paradita en una esquina.

¿Ahora la labor policial es buscar consensos con manifestantes?
La labor de la policía es prevenir las cosas y por eso debe tener capacidad de conversar con
los pobladores.

¿No hizo un linchamiento público con los policías por el enfrentamiento con campesinos en una zona cocalera donde toda la producción va al narcotráfico?
Las erradicaciones tienen una metodología. Los trabajadores del Corah (Control de Reducción
de los Cultivos de Hoja de Coca en el Huallaga) erradican con la protección de la policía. En
ningún momento se establece que tengan que entrar a centros poblados. Ha habido los enfrentamientos que frecuentemente suceden porque las personas no desean que haya erradicación de cultivos. Habitualmente tiran proyectiles y algunas veces pueden haber armas
de fuego, y la policía lo que hace es proteger a los erradicadores y trata de repeler a la población, pero sin dirigirse al centro poblado. Lo que ha sucedido es que ante el ataque con proyectiles, la policía ha respondido con gases lacrimógenos y disparos al aire. La policía junto con los trabajadores ha ingresado de forma totalmente desordenada al centro poblado. Allí hubo disparos con armas de fuego y gases lacrimógenos, bueno, los gases lacrimógenos están autorizados, pero no el uso de proyectiles de armas de fuego ni tampoco el ingreso a la
población. Esto no es admisible, ya sea con narcotraficantes o con cualquiera. Entiendo que
en este centro poblado muchas de las personas se dedican al cultivo de la hoja de coca -

Fernando Rospigliosi (en base a las imágenes de TV) comentaba que en la plaza se ve hojas de coca secándose que son para las pozas de maceración. Al menos, no es un pueblo de santos
La población es la población, estamos para combatir a los narcotraficantes. Todos sabemos
que cuando se hace cultivo de hoja de coca, es real la probabilidad de que esto termine
utilizándose para el narcotráfico.

En Sion es del 100%...
Eso no significa que de ninguna manera tengamos que atacar a la población. En mi gestión no
lo voy a permitir. La erradicación continuará en las zonas especificadas. Pero ingresar a la
población como si fuera una pandilla descontrolada, eso denigra la función policial.

¿Para usted entraron como pandilla?
Cualquier que vea esas filmaciones se va a dar cuenta de que es una pandilla descontrolada.

Parece que no, ministra, pues las opiniones están divididas...
Bueno, la ministra del Interior soy yo, ¿¡de acuerdo!?

En todo caso, usted piensa que es así .
El Ministerio del Interior piensa que es así porque yo represento al ministerio. Algunas personas que no conocen podrán pensar otra cosa, pero los que sabemos del tema

Lo que me quiere decir es que usted que sabe del tema piensa así y todos aquellos que piensan de otro modo, es porque ignoran el problema.
En el ministerio tenemos un sistema para operar en esas condiciones y el sistema no se
cumplió bajo ningún punto de vista.

¿En esta lucha contra el narcotráfico y la expansión de las zonas cocaleras, no cree que dividió a la gente, entre los que reclaman por esos aparentes excesos frente a quienes piden mano firme ?
Somos un país donde nos encanta la confrontación y donde si encontramos argumentos para
enfrentarnos, qué bueno, eso divierte a todo mundo. Lo que tenemos que hacer es replantearnos la política de lucha contra las drogas y es un asunto multisectorial para ver cómo hay que abordar para ser más eficientes de lo que estamos haciendo en estos momentos.

Qué sintió cuando Nancy Obregón (dirigente cocalera) ofició de su defensora y gente que conoce del problema como Rospigliosi dijera que usted no está para el cargo.
Los cargos públicos están en medio de este tipo de cosas, unas personas, según su conveniencia, opinan a favor o en contra.

Entonces, a Obregón le convenía que usted...
Muy probablemente le convenía y a otros no les convenía. Yo no hago las cosas según quien me apoye o quien no me apoye.

Pero las cosas tienen un efecto y ese fue que la dirigente cocalera la aplaudiera y hasta denunciaba que había un complot en su contra
Me puede aplaudir todo lo que quiera quien quiera, pero hay cosas que hacer y otras que no
hay que hacer.

¿La policía se replegó de la zona?
No se ha replegado, en la semana hicimos un entrenamiento del sistema operativo para
intervenciones de la policía alrededor de los erradicadores para que no se cometan errores.
La erradicación continuará donde haya pozas (de maceración).

¿De otro lado, es cierto que los policías que están en comisarías no hacen prácticas de tiro?
Eso lo sabe todo el mundo, no es que sea cierto, eso lo sabemos desde hace varios años.

¿Entonces, nos resignamos o hay algún plan para cambiar eso?
El asunto como siempre es que todo nos lleva al presupuesto. El presupuesto de la PNP no le
permite hacer las prácticas necesarias.

¿Es presupuesto o es un problema de gestión pública, porque también desde hace
años se habla de la corrupción en la policía y en el Ministerio del Interior?
Son las dos cosas. No existe un sistema de control de la munición que esté informatizado y
que permita hacer un seguimiento a las cajas de munición. En realidad, el control de las
municiones es absolutamente manual, no es operante. Lo poco que hay no lo podemos
controlar adecuadamente.

¿Anunciará un plan integral de seguridad, como se estila, con objetivos, metas?
Es curiosa su palabra "se estila", es decir, yo al igual que otros ministros haré otro plan que
tampoco se va a cumplir.

Siempre es bueno saber, porque para cualquier reforma se necesita conocer sus metas.
Yo soy un poco alérgica a estos asuntos de reforma porque uno habla de reforma y no
reforma nada. El 2 de octubre presentaremos algunos hechos concretos que haremos. No
hablo de reforma ni de reestructuraciones porque la experiencia me ha demostrado que son
palabras que se las lleva el viento y que lo que cuenta son los hechos. La reforma está tan
desacreditada como nuestra reputación.

Respeto su alergia por la palabra 'reforma', pero me refería al cómo. ¿Qué hará?
Una de las cosas que será importante es el componente de informatización de nuestra administración. Está informatizado todo lo que son requisitorias, denuncias, antecedentes
penales y policiales; pero no se comunican entre sí y necesitamos una plataforma informática
que no solo cubra la administración, sino que a esa plataforma unamos todos los sistemas.

¿Habrá cambios en la inspectoría de la PNP (órgano de control)?
Hacia fines de este año se hacen los cambios.

¿Entonces, seguirá el general Julio Acurio? Sabe que es un general que fue cambiado
por un tema de contrabando en Puno cuando Gino Costa era ministro. Ahora regresó
gracias a un fallo judicial.
La vía judicial es la vía judicial. Si me indican que tengo que ascender a alguien por mandato
judicial tengo que ascenderlo.

¿Mantenerlo en inspectoría es una buena señal?
Puedo tener mis opiniones, pero las indicaciones del Poder Judicial son indicaciones.

Está maniatada porque el Poder Judicial le indica que ese general debe seguir en
Inspectoría.
A fin de año se hacen los cambios que son de ley y en ese momento se harán los cambios.

¿Por mandato judicial no puede cambiar al inspector de la policía?
Lo tengo que reponer y está repuesto.

¿En su cargo?
Así es. Mire, los ascensos se están manejando de una forma sumamente curiosa, en donde el
juez nos ordena reincorporar a personas que tienen actos totalmente indebidos con relación a
la función policial y tenemos que hacerlo.

¿Hacia dónde vamos?
Eso habría que preguntarle al Poder Judicial.

¿Ha conversado con Vásquez Vejarano y le ha dicho "haz algo"?
Un detalle para hacer evidente el fenómeno. Vamos a colocar en la página web todos los atestados policiales levantados para que los ciudadanos puedan seguir qué sucede con ellos.
Porque nosotros detenemos, detenemos, detenemos, y luego las personas salen liberadas.
Ayer le he transferido al presidente los atestados de los últimos conflictos sociales para que él
también esté al corriente de todas las personas que han sido detenidas(...)

LA FICHA
Nombre: Pilar Elena Mazzetti Soler.
Profesión: Neuróloga, especialista en biología molecular.
Estado civil: Soltera y sin hijos.
Trayectoria: Entre 1991 y 1993 trabajó en el hospital La Salpétrière, Francia. Fue directora
general del Instituto de Ciencias Neurológicas Óscar Trelles, cargo que ejerció hasta
diciembre del 2003. Fue ministra de Salud entre febrero del 2004 y julio del 2006.
Diario El Comercio – Lima 24/09/2006 007bjqlnkd.pdf

Altavoz: La minería no puede permanecer indiferente a la pobreza de las zonas rurales
ROQUE BENAVIDES, GERENTE GENERAL COMPAÑÍA BUENAVENTURA

¿Por qué otras empresas no imitan el aporte que ha dado la minera Buenaventura?
Hay muchísimas empresas que hacen contribuciones enormes. Lo que pasa es que no
tenemos tiempo para informarlo. Hay empresas como Southern, Antamina, Yanacocha, Milpo, Atacocha y Volcan que apoyan a las comunidades, pero de repente no tan estructurado como lo hemos hecho nosotros con Usaid/PRA en Huancavelica.

¿Cree que con estos programas se dejaría de satanizar a algunas mineras por el tema
de la responsabilidad social?
Creo que la mayoría de las mineras tiene interés por la responsabilidad social. Además, es imposible que no la tengan porque trabajamos en zonas rurales. No podemos permanecer aislados o indiferentes. Esta actividad económica genera puestos de trabajo y oportunidades para mucha gente.

¿Puede convertirse en un nexo para que otras empresas hagan aportes similares?
Lo hacemos permanentemente y las experiencias con los proyectos Usaid/PRA las hemospresentado en diferentes conferencias para atraer la atención. Aquí se promueve el hacer empresa y tener capacidad de gestión.

¿Puede existir realmente una comunión entre la minería y la agricultura?
Por supuesto e incluso en el tema que dicen nos separa, que es el agua. La minería puede contribuir en embalsar el agua para su uso, pero además para regular el recurso en la agricultura. Esto ya está sucediendo en el valle del Huaura, ocurre en Cajamarca, con los diques del río Reque y el río Grande. Estas experiencias pueden replicarse en todo el país. La minería y la agricultura no son contrapuestas.
Diario El Comercio – Lima 24/09/2006 007vnapkmj.pdf