22 de noviembre de 2007

EL COLOR DEL DINERO


Rolando Breña Pantoja


Es curioso cómo cambian los puntos de vista cuando entran en juego negocios y ganancias. Cómo se olvidan prédicas ideológicas para proteger mezquinos intereses económicos. Cómo se acomodan argumentos y discursos, aunque se nieguen a sí mismos mil veces, para utilizarlos, faltos de ética, como armas bastardas en la lucha política.

Uno de los argumentos favoritos de la derecha contra la izquierda fue siempre su presunta oposición a la inversión externa. El ataque era frontal. La izquierda era xenófoba, irracional, antihistórica, enemiga del desarrollo y la modernidad. Que ningún país podía aislarse del mundo, principalmente de los grandes centros de desarrollo capitalista ni del mercado mundial. Que los izquierdistas aún creían en autarquías. Que nadie podía prescindir de ella viniera de donde viniera. Que siempre debía ser bienvenida, ofrecerle todas las facilidades posibles para traerla. En fin, que la inversión externa era la panacea, la solución casi mágica; el camino del desarrollo, del bienestar, la felicidad.

Es el primer capítulo. Viene el segundo, en el cual los libérrimos defensores de la inversión externa, la derecha neoliberal y sus partidos, han “descubierto” que no toda inversión externa es buena. Que tienen olor, sabor, color y hasta ideología; y por lo tanto, puede ser “instrumento de penetración ideológica”.

Este trascendental “descubrimiento” se da cuando se anuncian posibilidades de inversión venezolana. Hasta el Señor Cardenal ha metido su cucharón y pontifica que “Chávez no es un socio recomendable”. No creo que este mensaje seráfico se haya inspirado en ninguno de los Evangelios, el de San Juan o el de San Mateo; menos en el recientemente descifrado Evangelio de Judas; mucho menos en El Evangelio según Jesucristo de Saramago; ni siquiera en los “evangelios” ultraliberales de Friedman. ¿Quién lo inspirará?

Qué lastima que nuestra derecha no hiciera este descomunal descubrimiento en las inversiones que llegan de EEUU o Chile, por ejemplo. ¿Será porque sus colores, sabores y olores colman placenteramente sus ávidos sentidos, y la ideología que los acompaña le permite seguir disfrutando apetecibles privilegios y poderes? Lo cierto es que cambiaron. Pero para peor. Eso sucede cuando se cambia por interés deleznable, cuando se cambia por prejuicios y odios que invalidan todo principio.

Por nuestra parte, no nos oponemos a la inversión externa. Simplemente, planteamos que sea compatible con las necesidades y expectativas de nuestro desarrollo. Que no sea depredadora de nuestros recursos. Que su impacto ambiental no sea destructivo ni contaminante. Que no se degrade ni altere negativamente las formas de vida de las comunidades y pueblos, que no sean privados de sus fuentes de vida y trabajo, que siempre se tome en cuenta su pensamiento.

Diario El Correo – Lima 22/11/2007










SNMPE. S/.12,700 MLLNS.

CRECEN LOS APORTES DE LAS MINERAS


Las empresas del sector minero energético pagarán este año más de 12 mil 700 millones de nuevos soles por concepto de Impuesto a la Renta y regalías, informó el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Isaac Cruz.

Este aporte, prosiguió, crece en forma sustancial, pues de tres mil 800 millones pagados en 2003 se pasó a 12 mil 200 millones de nuevos soles en 2006.

“Para que esta tendencia se mantenga y el país siga atrayendo nuevas inversiones se necesita que el Estado garantice el estado de derecho y el principio de autoridad, al igual que la estabilidad económica, jurídica y política, y la paz social.”


Inversiones


Refirió que el sector minero energético tiene comprometidas inversiones por 22 mil 100 millones de dólares para el quinquenio 2007-2011, lo cual significa que en sólo cinco años se invertirá más de lo que se desembolsó en los últimos 16 años.

También, destacó que este año las exportaciones mineras superarán los 15 mil 150 millones de dólares, lo que representará más del 60 por ciento de las ventas totales al exterior.

Cruz comentó que el sector minero ha pasado de exportar dos mil millones de dólares a inicios de la década de 1990 a 14 mil 700 millones en 2006. “Este año se superará significativamente esa cifra.”

Destacó que en los últimos 15 años la producción de oro pasó de 24 a 203 toneladas, la de estaño se cuadruplicó y la de cobre se triplicó; mientras que las del zinc y plata se duplicaron.

Isaac Cruz declaró después de inaugurar el Segundo Simposio Contable del Sector Minero Energético, que organizó la SNMPE.


ALGO MÁS


La producción de hidrocarburos líquidos llegó a 115 mil barriles por día durante 2006, revirtiendo la tendencia a la baja que se registró en 2003.

Diario El Peruano – Lima 22/11/2007








PARA VELAR POR LA PROTECCIÓN DE NUESTRO MEDIO NATURAL

UNA NUEVA AUTORIDAD AMBIENTAL


Wilfredo Pérez Ruiz


Conservacionista, integrante del instituto Vida, ex presidente del patronato del Parque de Las Leyendas - Felipe Benavides Barreda.

El desarrollo de la temática ambiental involucra, por sus características, una coordinación multisectorial, transversal, multidisciplinaria e integrada por cada uno de los actores sociales del país. Es decir, es una variable cada vez más activa y comprometida con todos los grupos políticos, culturales, económicos y productivos.

La administración de los asuntos “verdes” requiere de una participación armonizada en concordancia con los objetivos del Estado y los gremios empresariales, campesinos y profesionales, para diseñar concertadamente la política nacional ambiental, tal como lo refiere el artículo 67 de la Constitución Política del Perú (1993): “... El Estado determina la política nacional del ambiente. Promueve el uso sostenible de sus recursos naturales.” En este contexto, mediante la Ley N° 26410 (1994) se crea el Consejo Nacional del Ambiente (Conam), como un organismo con autonomía funcional, económica, administrativa y técnica, dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros y con un rol meramente coordinador a nivel multisectorial y sin atribuciones ejecutivas como sí ocurre en otros países latinoamericanos.

Por lo expresado en la Ley General del Ambiente (2005), el Conam es el ente rector del Sistema Nacional de Gestión Ambiental y de su política nacional, y tiene por finalidad planificar, promover, coordinar, controlar y velar por el ambiente y el patrimonio natural de la Nación. Asimismo, es su responsabilidad fomentar la investigación y la educación, proponer y consolidar la información de los organismos públicos, elaborar anualmente un informe nacional sobre el estado del medio ambiente y, en definitiva, concertar el desarrollo de la gestión ambiental con todas las colectividades representativas de la realidad peruana.

Para alcanzar estos propósitos, se ha ampliado su consejo directivo con la finalidad de incorporar a miembros de la sociedad civil que estaban excluidos. No obstante, no se ha integrado aún a delegados de las comunidades campesinas y nativas, que constituyen un segmento significativo de la población y cuya evolución social está históricamente relacionada con el patrimonio natural. Teniendo en cuenta que el Gobierno peruano ha suscrito y ratificado el Convenio 169 sobre los Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, que defiende los derechos de estas colectividades y las faculta para fiscalizar los proyectos que vulneren sus condiciones de vida y su entorno, resulta imprescindible recomponer su consejo directivo con la finalidad de incluir a estos grupos sociales.

Desde nuestra perspectiva, es conveniente que el Consejo Nacional del Ambiente cuente con mayores y más significativas facultades que le permitan asumir responsabilidades fiscalizadoras; de igual manera, debe poseer fuerza jurídica e institucional, para velar por el cumplimiento del sistema legal ambiental en circunstancias en que la autoridad sectorial no solucione los conflictos existentes como los suscitados entre las grandes empresas mineras y las poblaciones locales.

Ello implicaría darle atribuciones que no están contenidas en su ley de creación, con el propósito de brindarle mecanismos eficaces de control, monitoreo y sanción a las instancias que atenten contra el ordenamiento ambiental. En síntesis, el Perú precisa de una autoridad capaz de canalizar las expectativas del ámbito productivo, social y económico, y, fundamentalmente, defender a los sectores más pobres y desprotegidos (institucional y legalmente) de la degradación de nuestro medio natural.

Entre las principales acciones que debería implementar la actual gestión del Conam, en función de lo contenido en su ley de creación y en la Ley General del Ambiente, se encuentran la aprobación del reglamento de la Ley del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, la modificación el artículo 50 del Decreto Legislativo Nº 757 - Ley Marco para el Crecimiento de la Inversión Privada (que crea la superposición de competencias entre los sectores, los gobiernos regionales y locales), la culminación de la implementación del Sistema Nacional de Gestión Ambiental, la instauración del Tribunal de Soluciones de Controversias Ambientales y la elaboración de la Política Nacional de Educación Ambiental, en coordinación con el Ministerio de Educación, entre otros temas pendientes.

En circunstancias en que el mundo observa la temática ecológica como inherente a la construcción de mejores niveles de vida, es necesario que el Consejo Nacional del Ambiente forme parte de la agenda de las prioridades establecidas por el Estado y se convierta en una verdadera autoridad ejecutiva y coordinadora a nivel de la gestión pública, con capacidad para formular y llevar a cabo eficaces mecanismos de respuesta ante los problemas relacionados con el medio ambiente y articulándolos con las demandas sociales de los sectores más deprimidos. Sólo de esta manera la ciudadanía identificará la presencia gubernamental con el diseño de una política nacional de desarrollo sostenido en defensa de sus intereses.

Diario El Peruano – Lima 22/11/2007