"Porque son perros", acuarela de MAURICIO DELGADO sobre fotograma de video (Plaza de armas de cajamarca, julio 2012). |
Sobre la PNP y la polémica ley que permite la inimputabilidad total de policías y soldados
Publicado: 2014-01-21
El Alto Comisionado de Naciones Unidas,
Amnistía Internacional (Londres), Oficina de Washington para Asuntos
Latinoamericanos (WOLA ), la Red Muqui, la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo se han pronunciado en contra
de la Ley 30151 promulgada el 13 de enero que exime a los efectivos
policiales y del Ejército de responsabilidad penal cuando al hacer uso
de la fuerza letal produzcan lesiones o muerte en el cumplimiento de su
deber, incluso sin su arma de reglamento. Para nosotros,
derecho-humanistas, esta ley es simplemente una licencia para matar y es
apenas una estrategia efectista pero no eficaz en relación con la labor
de la policía contra el crimen organizado. No en balde hay coincidencia
entre todas las instituciones mencionadas y preocupación de algunas
personas, incluido el propio Ministro del Interior Walter Albán.
Por cierto, esta posición no implica desconocer la necesidad de
la Policía Nacional del Perú de fortalecerse, mejorar sus condiciones de
trabajo siempre arriesgadas y precarias, así como empoderar a sus
efectivos, sobre todo aquellos que trabajan en zonas de alto riesgo. La
PNP está pasando por una situación de crisis moral y de liderazgo que
se ha visibilizado con el affaire López Meneses. Tendremos que esperar
un poco para ver si las últimas decisiones gubernamentales han sido
efectivas, sin embargo, queda aún pendiente la famosa “reforma policial”
que incluso fue una de las recomendaciones de la CVR.
Hoy, los suboficiales que deben poner su pecho día a día y que
saben lo difícil que es ser honesto en nuestro país deben sentirse
respaldados no solo por el gobierno sino por la ciudadanía. Hay que
respetar al policía honesto, hay que sancionar al policía corrupto; hay
que empoderar al policía cobarde, hay que controlar al policía
autoritario que no respeta y discrimina, ningunea y desprecia al
ciudadano. Y esto lo digo porque aún resuena en mis oídos la frase que
soltó ese policía en la Plaza de Cajamarca el 4 de julio de 2012 cuando,
increpado por una joven sobre el maltrato a los cajamarquinos, y
espetándole ¿por qué nos tratan así?, contestó: “porque son perros
conchatumadre..." (ver video). No, ni nosotros somos perros ni ellos son
ratas o cerdos como también han querido calificarlos. No podemos
tratarnos así y debemos de respetar al otro en su otredad. Hace muchos
años, Ana Carolina Lira, una policía honesta, fue ametrallada por
Sendero Luminoso en una combi, quedó paralítica y ciega. ¿No es ella el
símbolo de lo que nunca más debe suceder? Y mientras tanto hay oficiales
que negocian las armas, la gasolina, los helicópteros de la policía.
¿Es posible que no nos indignemos?
Pero la Ley 30151 no va a solucionar todos estos problemas sino
que tendería a agravarlos al permitir, con su flexibilidad, que los
enfrentamientos, no con los delincuentes zafios y organizados sino con
la población, permitan situaciones de indefensión. Los impulsadores de
la norma sostienen que los policías se ven envueltos en largos procesos
penales; en mi experiencia de denuncia de las 4 muertes de Celendín y 1
de Bambamarca, no es así.
Los fiscales de Chiclayo no toman decisiones, no abren
investigación y, al parecer, esperan archivar la denuncia por falta de
pruebas (sí, con videos, protocolos, informes, necropsias que demuestran
muerte por bala de Galil). Algunos peruanos autoritarios dicen: “bien
hecho, eso les pasa por revoltosos”. César Medina, 16 años, estudiante
que salía de una cabina de internet, fue uno de los que recibió una bala
en el cráneo, ¿su muerte es una sanción ejemplar?, ¿su muerte es un
delito de función?, ¿y si fuera tu hijo, qué?
Esta kolumna ha sido publicada el día de hoy en La República.
http://www.larepublica.pe/columnistas/kolumna-okupa/permiso-para-matar-21-01-2014