¿OBSERVACIÓN DE EXPERIENCIAS MINERAS O PERIPLO DE PERSUASIÓN?
Mónica Chuji, Asambleísta, a nombre personal escribe:
Me ha costado asimilarlo. Vísperas de la partida de algunos colegas asambleístas de
Hace pocas semanas, los asambleístas de
Lo hicimos también como una demostración plena de nuestra voluntad de construir una Carta Magna con participación activa de las organizaciones sociales y la ciudadanía. Conocimos cómo con dignidad y esfuerzo muchas de estas organizaciones se han unido para enfrentar en un juicio histórico a una de las transnacionales más poderosas del planeta. Por eso debo decir que en Sucumbíos se escribe una de las páginas más importantes de la historia de la dignidad de quienes vivimos en este país.
Aspiraba a que aquellas experiencias vividas junto a mis colegas asambleístas genera una actitud más comprometida y desinteresada por el cambio radical que demanda nuestro pueblo, en defensa de las víctimas de los atropellos, de los engaños, de la arbitrariedad. Anhelaba a que luego de escuchar a los Secoya, a los Waorani, a los campesinos colonos de Shushufindi y Joya de los Sachas, entendiesen de una vez por todas por qué y para qué estamos aquí en Montecristi en esta Asamblea Constituyente.
Me cuesta admitir que a las pocas semanas de la experiencia del /"toxic tour"/ en los campos petroleros contaminados, el cabildeo y las persuasiones a las que las transnacionales del saqueo están acostumbradas en su trato con las comunidades en las zonas de sus proyectos de explotación, esta vez haya llegado al seno mismo de
Vienen a mi memoria, las amargas vivencias en
Cuando la generosidad inicial de estas empresas se agota, sobrevienen los incumplimientos, las promesas fallidas, las frustraciones, los sobresaltos y los conflictos. Y cuando éstos estallan, las estrategias para tratarlos han sido una sutil combinación de persuasión, soborno a dirigentes unidos a la represión, la criminalización de la protesta, y nuevas estrategias para neutralizar la reacción legítima de quienes son engañados al tiempo que son afectados.
El éxito de las empresas extractivas en sus proyectos en buena parte radica en esta oficinas de relaciones comunitarias, y en su manera eficiente de manejar los conflictos: promoviendo corrupción,generando divisiones y enemistades, amedrentando a quienes no aceptan sus ofertas, desinformando, y sobre todo, identificando a quienes localmente les son útiles y funcionales a sus intereses. Tan eficientes son estas empresas, que en muchos casos, encuentran la manera perfecta de mimetizarse.
En la actualidad tenemos petroleras o mineras transnacionales que hablan y plantean sus propuestas con rostros y voces campesinas mestizas, o con apariencia Kichwa, Waorani o Shuar. Incluso han llegado a nuestra mesa bajo esa apariencia.
Son personajes que se abandonan y pierden en la codicia, en el interés personal, olvidando sus principios, sus promesas y traicionando a sus pueblos, a sus antepasados y a sus hijos. Son víctimas del egoísmo y del gusano del capital que los corroe por dentro. Luego son irreconocibles y ya no hablan ni actúan por sí mismos. Simplemente han prestado su rostro y su voz.
Hace unas semanas me preguntaba si las mineras transnacionales, celebraban la aparente luz verde a sus megaproyectos. Parece que no están seguras y han organizado un "tour minero", para intentar convencer de una vez por todas a quienes dudan de las bondades de la minería a gran escala. La receta de moda para el futuro del país, según algunos.
Me permito recomendarles que en su agenda en el caso de Perú, no olviden visitar el yacimiento polimetálico de Tambogrande en Piura (donde han operado las compañías Phelps Dodge o Britton) y a sus víctimas de Las Lomas o Chulucanas. Sería interesante que aprovechen para ir a la tumba de uno de los caídos en la defensa de sus tierras: Godofredo García Baca y le rindan un homenaje a nombre de todos quienes nos quedamos acá.
Cerca pueden visitar un lugar histórico, donde fue asesinado el mismísimo Atahualpa, pese a ofertar a los conquistadores una habitación llena de oro. Si, el lugar es Cajamarca y los cerros
O para ampliar su visión del tema minero, puede ser interesante ir a Chile, donde los últimos 12 años, las multinacionales del cobre se llevaron 23 millones de toneladas de ese material, por un valor de 43 mil millones de dólares, sin pagar impuesto alguno. Y a cambio, el país de la presidenta Bachelet le debe a esas empresas, más de 2 mil millones de dólares en crédito fiscal.
Además en el país de Allende o Víctor Jara, pueden visitar el valle del Huasco, a unos
O si les queda tiempo, pueden ir al sur de ese país, al Lago Lleu Lleu, en territorio Mapuche cerca de Concepción y visitar a las comunidades de Rucañanco y sus experiencias con la extracción del cobre y molibdeno, y comprender cómo a nombre de la soberanía y del interés nacional también se violan los derechos de los pueblos ancestrales. Pero también les sugeriría visitar Indonesia donde se registra uno de los desastres ecológicos más grandes del mundo.
En fin colegas asambleístas, sin olvidar que la dignidad y los derechos no se negocian, tengan un buen viaje y recuerden la frase de Denis Diderot: "engullimos de un sorbo la mentira que nos adula, y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga".
Los derechos humanos y colectivos, la vida en toda su dimensión y la soberanía no son negociables.
Atentamente,
Mónica Chuji
Asambleísta
Ciudad Alfaro, Montecristi
jueves 27 de marzo de 2008