NASCA: 20 PLANTAS PROCESAN
MINERALES SIN LICENCIA
Cerca de la zona arqueológica se
asentaron centros de relave que botan sus desechos al agua sin ningún tipo de
tratamiento
JOSÉ ROSALES
Luego de sobrevolar los 130 kilómetros
cuadrados del valle Las Trancas y Pajonal, al sur de la provincia de Nasca, en
Ica, se puede observar la devastación de este territorio, los daños ecológicos
que están causando en el ambiente 20 plantas sin licencia de procesamiento de
mineral.
Estas plantas, a pesar de no
contar con autorización para operar, procesan gran parte del mineral que se
extrae artesanalmente en el Perú. El permiso que tienen es solo para el uso de
agua.
Esta zona se ha convertido desde
hace casi tres años –según cuentan los propios mineros– en el principal eje de
procesamiento minero artesanal del Perú. Existen en el lugar pozas y vertederos
donde estas plantas mineras arrojan, sin tratamiento alguno, los grandes
volúmenes de relaves que generan en el procesamiento de mineral.
“Por primera vez, la Dirección Regional
de Energía y Minas (DREM) de Ica realizó una inspección a las plantas del valle
Las Trancas y en el sector de Pajonal, así como otras ubicadas al norte de
Nasca– cerca de la zona arqueológica– y confirmaron que todas funcionan sin la
autorización para operar, no tienen normas de protección ambiental, sus pozos
de relave están mal diseñados y no tienen capas de protección”, reconoció el
director de esta dependencia, Armando García Pérez.
En su mayoría –confirmó–son
plantas de procesamiento de cobre, algunas de plata y oro pero casi todas han
solicitado al Ministerio de Energía y Minas el cambio de uso a plantas
polimetálicas para procesar, como ya lo hacen en su mayoría, todo tipo de
mineral que se extrae artesanalmente en el Perú.
Aseguró que la DREM-Ica ha emprendido
acciones correctivas para evitar mayores impactos en el medio ambiente. “Se
coordina con una empresa acreditada ante Indecopi para que proceda con el
recojo de muestras de agua subterránea, del polvillo que generan en sus
procesos, así como de los relaves que arrojan a fin de determinar el grado de
contaminación ambiental y poder cuantificar los daños para iniciar los procesos
sancionadores”, aseguró.
El Comercio-Lima 06.11.2012