Nuevamente se anuncia una paralización en la provincia de Islay contra el proyecto minero Tía María, que pretende desarrollar la empresa Southern Perú. Como se sabe, hace algunos meses se logró un acuerdo para constituir un proceso de diálogo que en todo este tiempo no ha tenido la capacidad de avanzar y procesar un acuerdo satisfactorio para la población.
Ahora la empresa minera anuncia que ya no tocaría el agua del río Tambo y que utilizará agua de mar. Sin embargo, parece que este anuncio llega tarde y es sumamente difícil que Southern pueda revertir la desconfianza y la pésima relación que construyó en todos estos años.
Además, la comunidad sabe que Southern no es la única empresa que viene desarrollando actividades en Islay y en el distrito de Cochacra. El 70% de Cocachacra está concesionada y la información que se dispone muestra que al lado de Southern, tienen concesiones empresas como Minera Pampa de Cobre, Milpo, Cerro Verde, Golden Ideal, Teck Cominco, Cementos Otorongo, entre otras.
Por lo tanto, la situación es sumamente complicada. ¿Qué demuestra un caso como Tía María?
En primer lugar qué los mecanismos de consulta y participación ciudadana que existen en el Perú son totalmente insuficientes y además terminan siendo controlados por las empresas. El Estado o está ausente o no muestra voluntad de asumirlos.
En segundo lugar, Tía María muestra la extrema precariedad de los instrumentos de gestión ambiental que existen en el país para los proyectos mineros que no son una verdadera garantía ni para los pobladores ni para los ecosistemas. La propuesta de desalinizar el agua de mar aparece casi como un favor de la empresa una vez que el conflicto se le vino encima y no como una obligación que las autoridades hubiesen podido establecer.
Además, los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) son instrumentos precarios que no se han reforzado en casi 20 años de vigencia y se mueven en un escenario de auto regulación privada: las empresas contratan y pagan a las consultoras que elaboran los EIA a la medida del cliente.
Finalmente, Tía María y la realidad de la provincia de Islay, coloca nuevamente el tema del necesario ordenamiento y la planificación territorial. El país debe sacar lecciones y avanzar en este sentido.
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• José de Echave es Doctor en Economía por la Universidad de Paris, Sorbonne Nouvelle. Ha sido consultor de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la elaboración del estudio Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo en el Sector Minero en el Perú y coresponsable de la investigación sobre Minería y Comunidades: Manejo de Recursos Naturales y Pobreza para la Universidad de Massachussets y el Political Economy Research Institute (EEUU). Igualmente, es miembro del grupo promotor de la Red Mundial sobre Minería.
Servindi-Lima 23/11/2010