Acusando directamente a la empresa minera La Zanja de verter 
contaminantes tóxicos en las cabeceras de la Cuenca en las provincias de
 Santa Cruz y San Miguel, que derivan al valle Chancay - Lambayeque, lo 
mismo ocurrirá en San Miguel, con el proyecto minero Cushuro, un grupo 
de autoridades de la región, determinó cómo estos desechos tóxicos son 
arrojados a los ríos que por esas zonas discurren, entre ellos el Cañad,
 Pisit y San Pedro y en muy corto tiempo ocurrirá en el distrito de 
Cálquis.
La comitiva oficial, encabezada por el consejero regional Antonio 
Eneque Soraluz, el reciente reelecto presidente de la Junta de Usuarios,
 Genaro Vera Roalcaba; y el dirigente de la CGTP en Lambayeque, Erwin 
Salazar Vásquez, comprobaron  in situ, gracias a los testimonios de los 
pobladores del lugar, cómo en los últimos meses el olor y la coloración 
del caudal de estos ríos ha variado considerablemente, al punto 
inclusive que éste disminuyó hasta en un 70% aproximadamente.
Para tener una mejor idea sobre el panorama sombrío que se vive en la
 actualidad  y percibe en estos lugares, el alcalde distrital de Pulán, 
 manifestó que  minera La Zanja (para extraer oro) no cuenta con la 
licencia social, tal y conforme lo demuestra la Defensoría del Pueblo de
 Cajamarca y el Ministerio Público de la Provincia de Santa Cruz, por lo
 que con el desarrollo de sus actividades, por encontrase en cabecera de
 Cuenca, afectaría al medio ambiente, agricultura, ganadería y las 
cuencas hidrográficas de los afluentes que derivan al río Chancay, como 
son el Cañad, Pisit y El Cedro, comprendidos en la zona de influencia de
 La Zanja, y son los que en la actualidad estarían recibiendo los 
relaves mineros.
Sabido es además que esta situación ha devenido en la generación de 
un grave problema social, dado a que perjudica  el proceso de desarrollo
 agropecuario del 100% del distrito de Pulán y el 69.96% del territorio 
total de la provincia de Santa Cruz – según Estadística de Derechos 
Mineros Vigentes de INNGEMET –  y que inclusive perjudicaría 180, 000 
hectáreas de cultivo y a 450,000 usuarios de riego aproximadamente del 
Valle Chancay - Lambayeque, sin tomar en cuenta de la jurisdicción del 
distrito de Cálquis en San Miguel.
Esta misma autoridad ha tenido la valentía de denunciar que un 100% 
del territorio se encuentran concesionadas por la empresa minera la 
Zanja, es más, en ninguna comunidad se habrían realizado audiencias 
públicas para consultar si están o no de acuerdo con la actividad 
minera, por lo que a consecuencia de ello, en reiteradas oportunidades 
han realizado paros y marchas con el apoyo de la población y 
organizaciones diversas ante el rechazo a los trabajos que realiza  
minera La Zanja, se presume que asi ocurrirá en San Miguel por causa del
 proyecto Cushuro según manifiesta esta comitiva  que ya tiene 
autorización.
No solo han venido reclamando en su pueblo, también lo han hecho en 
la capital de la República, pero siempre han recibido como trato: la 
indiferencia. El reclamo, el mismo: apoyo de autoridades de los poderes 
del Estado y exigir que se deje sin efecto la concesión a la compañía 
Buenaventura para operar en la zona.
“Con el proyecto minero Cushuro, que sería  también a tajo abierto, 
se destruirían los colchones acuíferos internos y externos, sería el fin
 de una zona ecológica y de gran verdor, es injusto que se privilegie la
 minería a nuestra ancestral agricultura de la que vivimos todas las 
familias de la zona”, denunció la autoridad edil.
Por su parte, Yuván Chigne Cabanillas, miembro del Comité de Lucha en
 la Defensa del Valle Chancay – Lambayeque y de la Federación de Rondas 
Campesinas Pulán - Santa Cruz, refiere que dada las condiciones 
mostradas producto de los efectos de la contaminación se hace 
indispensable frenar la realización de todo tipo de proyectos mineros en
 cabeceras de Cuenca por estar prohibida en nuestra normatividad. 
“Precisamente la Ley 28611, Ley General del Ambiente, precisa que los 
pantanos, los humedales, los bofedales y las lagunas alto andinas son 
considerados ecosistemas altamente frágiles, por lo que proyectos 
mineros en este caso como Cushuro que practicara  la explotación a tajo 
abierto en cabecera de cuenca utilizando veneno, como (cianuro y 
mercurio) deben ser declarados inviables”, sostienen.
Así, el proyecto minero La Zanja, Montañas Altas de Puchuden, 
Tantahuatay, Conga y otros, se encuentran en cabeceras de Cuenca; de 
allí la problemática socio- ambiental y socio-económico en el territorio
 cajamarquino que termina repercutiendo en Lambayeque. “Si hablamos del 
proyecto minero La Zanja, se ubica en las cabeceras de Cuenca de la 
provincia de Santa Cruz y San Miguel y es una amenaza para la actividad 
agropecuaria y el consumo de agua de la población. Lo que no pasa por un
 proyecto minero son agotables en el tiempo y ponen en riesgo la vida. 
Por consiguiente imponer este proyecto sería dinamitar parte de la gran 
economía del norte peruano. No es nada nuevo para la población pulana, 
cruceña y otras que minera La Zanja se está imponiendo y ¿cuáles son las
 consecuencias?, ya tenemos un río muerto: el San Pedro, sin que las 
autoridades hayan hecho algo por impedirlo,  asi quieren matar a los 
manantiales del distrito de Calquis en San Miguel?, puntualizan.
Los testimonios las fotografías y videos mostrados por la comitiva en
 su debida oportunidad y proporcionados durante la visita oficial son 
contundentes, al extremo que en cualquier momento perderán la vida, al 
igual como ocurrió con variedad de peces y truchas que ellos criaban. Lo
 más sorprendente de todo esto, que luego de haber denunciado esta 
situación ante el Ministerio Público en Cajamarca, se haya recibido como
 respuesta: que en el caso del ganado vacuno, su deterioro es producto 
de la insolación; argumento que a los pobladores les permite inferir que
 esto sería una muestra de cómo se estarían defendiendo los intereses 
económicos de la empresa minera Buenaventura, operadora de La Zanja.
Los pobladores de Pulán se interrogan al igual que del distrito de 
Calquis en San Miguel por el ambicioso proyecto que sería también a tajo
 abierto,  ¿cómo es que se asegura que las empresas mineras en la 
actualidad trabajan con la tecnología a la mano y contribuyen con el 
canon para los proyectos de investigación y desarrollo de sus zonas de 
influencia, y que es aquí donde menor riesgo que se produzcan los 
pasivos ambientales?; sin embargo, contradictoriamente, las imágenes y 
testimonios son contundentes y la alarma para nuestras autoridades está 
dada, siendo hora que tomen en cuenta a seguir los pasos a esta empresa 
minera, cuyo radio de acción dejó de ser solo Cajamarca, pues los 
efectos de sus vertimientos a los ríos de esta región estarían afectando
 próximamente a los lambayecanos.
CRUZADA REGIONAL
La comitiva considera necesario que para salvaguardar la vida humana,
 de flora y fauna, se requiere un permanente monitoreo de los relaves 
que discurren por estos ríos, con la participación de personas 
especialistas en gestión ambiental; considerando inclusive que se podría
 solicitar la colaboración de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo o
 alguna universidad de la región para la realización de un Proyecto de 
Medición de Impacto Ambiental producto de la explotación minera.
La ambientalista y abogada Elena Ticona, a nombre del Frente de 
Defensa de Pulán, presentó ante la Autoridad Nacional del Agua un 
recurso de impugnación a las dos autorizaciones otorgadas a minera La 
Zanja.  Pobladores de Pulán alegan que resoluciones de ANA a favor de La
 Zanja fueron otorgadas de manera inconsulta. Y los del  distrito de 
Cálquis provincia de San Miguel solicitan a las autoridades competentes 
tomar cartas en el asunto para evitar conflictos a futuro en esta parte 
de la región.
Diario El Clarín 25.11.13