10 de julio de 2012

EPAF alerta sobre abusos de las fuerzas del orden


A través de un pronunciamiento, el Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF) consideró que las recientes muertes en Cajamarca y el caso del ciudadano Gerson Falla demuestran la “crisis moral generalizada” que se vive en las FF.AA. y la Policía Nacional y que se manifiesta en el uso desmedido de la fuerza, el abuso de autoridad –verbal y física- y el encubrimiento, por parte de los superiores, de ese tipo de actos, que recuerdan a “los peores años de la violencia política”.
A través de un comunicado, los miembros de EPAF también exigieron que el gobierno “reconozca los errores cometidos y los rectifique antes que se genere una situación irremediable”.

“En reiteradas ocasiones EPAF ha advertido sobre la crisis moral generalizada que padecen actualmente la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, la cual se traduce en (…) tratos crueles, inhumanos y degradantes contra la población (…) negación de los actos de tortura o del uso indiscriminado de la fuerza, incluso ante evidencias contundentes (…) realizando ‘investigaciones’ de parte con el único propósito de exculpar a los efectivos presuntamente implicados en la comisión de violaciones a los derechos humanos”, señalan.

En la página web de EPAF pueden encontrarse unos breves análisis acerca de los tipos de heridas halladas en las víctimas de la represión militar y policial en Celendín, las cuales acusan el uso de armas no letales -como bombas de gas lacrimógeno y perdigones de goma o plomo- a escasa distancia y dirigidas al cuerpo de las personas, lo que las hace tan mortales como las armas de fuego.

Las heridas presentadas por las víctimas no mienten, y peor aún, evidencian que se han usado indistintamente armas disuasivas junto con armas letales, lo que para EPAF demuestra que no hubo un criterio unificado en las fuerzas del orden, es decir, que para esas instituciones significaba lo mismo ‘reprimir’ que ‘exterminar’ la protesta.

EPAF también criticó la violencia verbal ejercida por la policía durante los conflictos sociales. Como muestra se remite al reciente arresto del dirigente Marco Arana, durante el cual se produjo un altercado entre efectivos y pobladores que intentaban evitar la detención, que se amparaba irregularmente en el estado de emergencia decretado. Al reclamar a las fuerzas del orden por la excesiva violencia –“¿por qué nos pegan?”- los pobladores oyeron la cruda respuesta policial: “Porque son perros pues con…*&#!!!”.

Respecto del caso Gerson Falla, el joven muerto en una comisaría a consecuencia de los golpes que le propinaron policías, la EPAF recuerda que “los efectivos involucrados, e incluso oficiales superiores de la PNP, negaron reiteradamente haber cometido cualquier clase de maltrato contra el detenido, y que solo la acción decidida de los familiares de la víctima y de un sector de la prensa pudo revertir la situación mediante la presentación de evidencias irrefutables”.

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