GARATEA PIDE LEVANTAR ESTADO DE
EMERGENCIA
El sacerdote Gastón Garatea, uno
de los facilitadores para el diálogo en torno al conflicto socioambiental en
Cajamarca, planteó ayer que el gobierno debe levantar el estado de emergencia
de Cajamarca, porque “no promueve la paz en la región” y “ha dejado varios
muertos”.
ADVIERTE QUE NO TODOS QUIEREN EL
DIÁLOGO"
“El estado de emergencia siempre
es malo; lo que nosotros queremos es que no haya violencia, tenemos que
trabajar por la paz tranquilamente, para que sea una paz duradera”, sentenció,
en alusión, además, a las protestas.
Advirtió de otro lado que hay
sectores políticos y mediáticos que no desean que haya solución del problema
por el proyecto Conga.
“Hay gente que no quiere arreglo,
pero el país quiere arreglo”, sostuvo Garatea sobre el desarrollo del diálogo
en Cajamarca, durante el intermedio de una conferencia en la Universidad del
Pacífico, en la que participó junto a varias personalidades de la política y de
organizaciones de la sociedad civil.
VISITA A LAS LAGUNAS
Garatea defendió también la
visita que realizará hoy junto a monseñor Miguel Cabrejos a las lagunas del
área del proyecto Conga. “Acá en este país se critica todo, ¿no? Y si no vamos
(a las lagunas) nos critican porque no vamos, no vamos a hacer gran cosa allí,
solo vamos a mirar y conversar con la gente del lugar”, señaló el religioso.
Manifestó su confianza en que en
la reunión con los dirigentes sociales cajamarquinos “no pase nada, que todo
sea muy tranquilo”, y agregó que espera “poder conversar con la gente aledaña
de las lagunas y después estar en un plan más tranquilo conversando con la
dirigencia”.
Sobre los representantes del
gobierno, que serán designados por el Ejecutivo este viernes, Garatea mencionó
que “ojalá que nombren gente buena y que sea capaz de dialogar, porque eso es
lo que está faltando”.
MUCHOS MESES
En otro momento, Garatea pidió a
un sector del periodismo que no apure a los mediadores en su difícil misión de
hacer dialogar a los opositores al proyecto Conga, la empresa Yanacocha, y los
representantes del gobierno.
“No hay que apurar, lo único que
pido es que no me apuren, porque esto tiene que hacerse bien. Tenemos que
pensar mucho en qué decimos, qué cosas proponen (los involucrados); esto va
para muchos meses”, afirmó el exintegrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Garatea criticó que un sector del
periodismo haya reclamado resultados de las gestiones de la fase preliminar del
diálogo y recordó que el acuerdo logrado con la minera Quellaveco en Moquegua
“ha demorado 18 meses, luego de mucho tiempo de discusión”. “Sigamos un ritmo
humano para poder trabajar con profundidad”, expresó.
También recordó que su labor y la
de monseñor Cabrejos “es hacer que la gente quiera dialogar y que esté
dispuesta a eso; es una cosa muy primaria lo nuestro, nosotros no tenemos
ningún poder de decisión”.
Agregó que la decisión final debe
tomarse entre los participantes del diálogo, y llegar a entendimientos “entre
los dirigentes cajamarquinos y la empresa”.
La Primera-Lima 18.07.2012