18 de julio de 2012


GARATEA PIDE LEVANTAR ESTADO DE EMERGENCIA



 El sacerdote Gastón Garatea, uno de los facilitadores para el diálogo en torno al conflicto socioambiental en Cajamarca, planteó ayer que el gobierno debe levantar el estado de emergencia de Cajamarca, porque “no promueve la paz en la región” y “ha dejado varios muertos”.

ADVIERTE QUE NO TODOS QUIEREN EL DIÁLOGO"

“El estado de emergencia siempre es malo; lo que nosotros queremos es que no haya violencia, tenemos que trabajar por la paz tranquilamente, para que sea una paz duradera”, sentenció, en alusión, además, a las protestas.

Advirtió de otro lado que hay sectores políticos y mediáticos que no desean que haya solución del problema por el proyecto Conga.

“Hay gente que no quiere arreglo, pero el país quiere arreglo”, sostuvo Garatea sobre el desarrollo del diálogo en Cajamarca, durante el intermedio de una conferencia en la Universidad del Pacífico, en la que participó junto a varias personalidades de la política y de organizaciones de la sociedad civil.

VISITA A LAS LAGUNAS
Garatea defendió también la visita que realizará hoy junto a monseñor Miguel Cabrejos a las lagunas del área del proyecto Conga. “Acá en este país se critica todo, ¿no? Y si no vamos (a las lagunas) nos critican porque no vamos, no vamos a hacer gran cosa allí, solo vamos a mirar y conversar con la gente del lugar”, señaló el religioso.

Manifestó su confianza en que en la reunión con los dirigentes sociales cajamarquinos “no pase nada, que todo sea muy tranquilo”, y agregó que espera “poder conversar con la gente aledaña de las lagunas y después estar en un plan más tranquilo conversando con la dirigencia”.

Sobre los representantes del gobierno, que serán designados por el Ejecutivo este viernes, Garatea mencionó que “ojalá que nombren gente buena y que sea capaz de dialogar, porque eso es lo que está faltando”.

MUCHOS MESES
En otro momento, Garatea pidió a un sector del periodismo que no apure a los mediadores en su difícil misión de hacer dialogar a los opositores al proyecto Conga, la empresa Yanacocha, y los representantes del gobierno.

“No hay que apurar, lo único que pido es que no me apuren, porque esto tiene que hacerse bien. Tenemos que pensar mucho en qué decimos, qué cosas proponen (los involucrados); esto va para muchos meses”, afirmó el exintegrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Garatea criticó que un sector del periodismo haya reclamado resultados de las gestiones de la fase preliminar del diálogo y recordó que el acuerdo logrado con la minera Quellaveco en Moquegua “ha demorado 18 meses, luego de mucho tiempo de discusión”. “Sigamos un ritmo humano para poder trabajar con profundidad”, expresó.

También recordó que su labor y la de monseñor Cabrejos “es hacer que la gente quiera dialogar y que esté dispuesta a eso; es una cosa muy primaria lo nuestro, nosotros no tenemos ningún poder de decisión”.

Agregó que la decisión final debe tomarse entre los participantes del diálogo, y llegar a entendimientos “entre los dirigentes cajamarquinos y la empresa”.

La Primera-Lima 18.07.2012