4 de diciembre de 2007

¿CUÁL ES LA DERECHA?


Raúl Mendoza Cánepa


Tiene razón Alan cuando dice en CADE que el gobierno ha optado por la inversión privada sin “caer en derechismos”. Yo añadiría, por el contrario, que el suyo es un gobierno de izquierda. No se sorprendan. Como en el esquema de la Asamblea francesa del siglo XVIII, en el que los liberales se sentaban a la izquierda y los monárquicos a la derecha, “izquierda” significa cambio. En contrapartida, derechismo es conservadurismo, reacción, o sea, más de lo mismo.

Por si no han reparado, desde la colonia, la nuestra es una historia en la que por siglos lo que predominó es un modelo mercantilista, estatista, proteccionista, clientelista, patrimonialista. Sea oligárquico, populista o socialistoide, el fondo fue siempre el mismo. Fueron arraigadas pautas coloniales las que nos rigieron desde los albores de la república. Desde las consignaciones al dólar MUC, la nuestra no ha sido una evolución a favor del libre mercado (lean a Basadre).

Es sólo a partir de los 90 que se va generando un lento cambio real en la línea de un marco institucional pro inversión privada. Si es así, nadie ha sido más derechista que Velasco, más reaccionario que la cúpula sindical, más conservador que la rojería política e intelectual o que los verdes antimineros. Nada más reaccionario que el neoecologismo, que espanta a la inversión, sin atisbo de una propuesta de equilibrio ecológico. Nada más ultraderechista que la lectura arguediana que impide que las comunidades ingresen en la modernidad, o que el Sutep, que se opone a la modernización educativa, o que la arcaica CGTP, dinosaurio rojo que se opone a que millones de desempleados tengan empleo. Contrario sensu, nadie más de izquierda que De Soto, Vargas Llosa o el nuevo Alan.

Por eso crispa un poco la andanada de golpes que la derecha (la roja) le viene propinando a “El perro del hortelano” y sus secuelas. Creo que no he visto nada más “izquierdista” en años. Desde El otro sendero y la aparición del Movimiento Libertad a fines de los 80, ninguna propuesta ha sido más radical en opción de cambio que esta que nos obsequia Alan en su súpercomentado artículo. Algunos han sido tan mezquinos que hasta parecieran extrañar al Alan premoderno del 85.

PS. Ojalá el siguiente artículo presidencial incluya a las Mype y dé pie a una suerte de Zar para la reforma estatal (perdonen la huachafada). También quisiera ver en los próximos CADE a algunos microempresarios socializando con los grandes y tomando el micrófono. ¿Los invitarán?

Diario El Correo – Lima 04/12/2007