13 de diciembre de 2006

Una mina de conflictos
ORO EN CAJAMARCA, 13 AÑOS DESPUÉS • Una ola de desconfianza se extiende por toda la región a raíz del daño ambiental y los trastornos sociales. No es para menos: la minería ha contaminado aguas y pastos, provocando la muerte de ganado vacuno y de peces.
César Romero.
Edmundo Becerra Cotrina está muerto. Lo mataron de 17 balazos calibre 9 milímetros cuando daba de beber a su ganado. Edmundo Becerra era un ganadero cajamarquino, como el resto de su familia.Edmundo integraba las Rondas Campesinas y el Comité de Agua Potable de Yanacanchilla Baja. Edmundo, como sus vecinos, se oponía a los proyectos El Solitario y La Valentina, que la minera Yanacocha quiere explotar en una zona de altura sobre sus tierras, en el nacimiento de los ríos que irrigan sus pastos y dan agua a su ganado.
Aún no se sabe quién lo mató. La versión de Yanacocha sostiene que murió en medio de un pleito de tierras con un grupo de pobladores de Yanacanchilla Alta. Sus vecinos, en cambio, aseguran que a Edmundo lo mató una banda que invade tierras para venderlas luego a Yanacocha.
Es probable que Yanacocha no tenga que ver directamente con esta muerte, pero nadie puede negar que Edmundo murió por la ambición del oro. Un oro maldito, dicen los agricultores y ganaderos cajamarquinos, gente dispuesta a luchar contra la contaminación de sus tierras. “Edmundo Becerra no es el primero y tal vez no sea el último en morir violentamente por una disputa que tiene que ver con Yanacocha”, dice Gerardo López, de la Federación de Rondas Campesinas de Cajamarca.
López asegura que desde que llegó Yanacocha a Cajamarca la violencia se ha extendido por toda la región. El dirigente menciona el asesinato a balazos de por lo menos seis personas, que se oponían a las actividades extractivas de la minera. Yanacocha
Cuando Yanacocha llegó a Cajamarca tenía el respaldo de la población. Se le veía como una solución a la pobreza. Hoy, 13 años después, los campesinos están peor que antes. Y es este estado de postergación el que genera resistencia a la mina. Yanacocha ha debido suspender la explotación de cerro Quilish.
¿Por qué pasa esto en Cajamarca? Es difícil responder esta pregunta en un artículo periodístico, pero estos conflictos amenazan el desarrollo económico y la gobernabilidad del país. La oposición a las actividades de la minera Yanacocha no proviene de agitadores de izquierda radical ni de ONG ambientalistas como la que dirige el padre Marco Arana. Los mismos pobladores están organizándose, indignados ante lo que consideran la prepotencia de la empresa minera. Los campesinos cajamarquinos no son fácilmente manipulables y tienen experiencia en la autodefensa: las rondas campesinas nacieron allí.
Doris Balvín, abogada especialista en gestión ambiental, en un estudio para la Asociación Civil Labor y la Newcastle University, refiere que los conflictos en Cajamarca se dan por intereses económicos contrapuestos.
En Cajamarca, el 70 % de la población es rural. Vivían de la agricultura, la ganadería y la piscicultura. Hoy, sin embargo, el 39% de la economía del departamento proviene de las actividades extractivas de la minería. Se trata pues de actividades económicas que dependen del agua y la tierra para subsistir y desarrollarse.
Problemas
Los primeros conflictos entre los campesinos y Yanacocha se dieron a raíz de casos de usurpación de tierras y por los bajos precios que se quería pagar por ellas. Al iniciar sus labores Yanacocha pagaba entre 50 y 100 soles la hectárea. Tuvieron que producirse movilizaciones en Combayo (1994) para que Yanacocha revalorizara las tierras hasta pagar mil soles por hectárea. Luego, al expandirse la explotación minera, surgieron los conflictos por el colapso de los canales de regadío. Reclamos que pudieran resolverse rápidamente, deben esperar la movilización de la población para ser atendidos.
En la página web de Yanacocha, se refiere que el 2004 hubo serios problemas con los regantes del canal La Ramada, afectado por las operación de la mina Cerro Negro, y que los reclamos se atendieron después de varios meses de conflicto. En julio de 2004, Yanacocha entregó dos mil dólares a cada usuario como compensación, y se comprometía a revestir el canal Colpa-Ramada (fuente de agua original de los usuarios del abandonado canal La Ramada) para mejorar la captación de agua.
Otro tema de conflicto es la contaminación del agua y la muerte de ganado y peces. El 2001 el Ministerio de Pesquería reportó mercurio en tejidos de peces en la piscigranja Posada de Puruay. Este año se volvió a repetir el hallazgo.
Yanacocha ha respondido cuestionando la toma de pruebas y la calidad de los análisis realizados por la Universidad de Trujillo, señalando que de ser cierto que los peces tienen una concentración de metales del 29.35 por ciento, sería el más elevado a nivel mundial, por lo que duda de su validez.
También se han registrado masivas muertes de truchas, ocasionadas por derrumbes de las tierras removidas por la minera, pero Yanacocha se lava las manos atribuyendo esos desastres al descuido de sus contratistas o lluvias torrenciales no previstas.
Conflictos que, al irse acumulando, generaron las movilizaciones del 2004 por el anuncio de explotar el cerro Quilish. Los campesinos ya no creen en la explotación minera responsable, ni en una Yanacocha paternalista que atenderá sus reclamos.
Yanacocha deberá cambiar para ser bienvenida en Cajamarca.

Cifras
- 91% de las minas se encuentran en poblaciones que subsisten bajo la línea de la pobreza.
- 1,500 soles mensuales ofrece Yanacocha a los peones de la mina en trabajos no calificados.
- 26 mil truchas murieron entre octubre y noviembre del 2002 en Granja Porcón, según un informe.

En Combayo, campesinas bloquean la carretera tras el asesinato del comunero Isidro Llanos.









Los restos de Isidro Llanos Chavaría, el comunero muerto durante un enfrentamiento entre comuneros y policías que trabajan para la mina.









La última víctima, Edmundo Becerra, el ganadero asesinado en noviembre. Se oponía a los proyectos de Yanacocha.






Dossier diario La República-Lima