Un hombre ha decidido encadenarse a las rejas de la Catedral. Ha iniciado de esa forma una cruzada por el respeto a la intangibilidad del cerro Quilish, considerado el principal abastecedor de agua para Cajamarca, y uno de los símbolos del enfrentamiento entre población y empresas mineras.
Este señor, se llama Roberto Portal Silva, natural de Celendín, pero reside en Cajamarca por décadas, asume una postura de combate desde su apacible posición de prisionero voluntario.
Diario El Mercurio, conversó con este señor que se ha convertido en un ejemplo para muchos, aunque no faltan los que se oponen a cualquier manifestación antiminera.
¿Por qué se encadena a las rejas de la Catedral?
Porque es la única forma de llamar la atención de la población cajamarquina.
¿Qué pide?
Que las mineras se comprometan a no tocar los colchones acuíferos. Además, es obligación de las autoridades tomar cartas en el asunto. Una cosa es la inversión para el desarrollo, pero otra muy diferente es la destrucción de nuestros manantiales, de nuestros colchones acuíferos, de nuestras fuentes de vida. Debemos defender con nuestras vidas los colchones acuíferos, los pocos que quedan porque han avanzado tanto las explotaciones que las cabeceras de cuenca son parte del recuerdo.
¿Lamenta que no haya autoridades apoyándolo?
Desde luego. Es increíble como hay personas que ofrecen tanto en las campañas, pero al momento de ser elegidas simplemente se olvidan de nosotros que somos el pueblo que los eligió. Es momento de llamar a la reflexión a las autoridades municipales y regionales a que actúen, a que demuestren su real compromiso con las causas populares.
No acudieron a las nacientes de Río Grande
No acudieron y eso demuestra el real compromiso que tienen con la población. El tema del acuífero Quilish es fundamental para todo Cajamarca, el agua es un tema que concierne a todos los vecinos, a todos los moradores del campo, no solo a un pequeño sector. Pero muchas veces el estar al lado del pueblo genera problemas para algunos. Queremos que las autoridades y que la población tome conciencia.
¿Mucha indiferencia?
Así es. Mucha indiferencia, hay mucho por hacer, por qué trabajar. No podemos simplemente cruzarnos de brazos y esperar que cambien las cosas, así no funciona el mundo, para lograr nuestros objetivos hay que luchar, hay que demostrar mucha fuerza de voluntad, mucho compromiso, mantenernos firmes en todo momento y circunstancia.
¿Hasta cuándo permanecerá encadenado?
Hasta que haya una reacción, hasta lograr un cambio, hasta que se comprometan las empresas a no tocar nuestros colchones acuíferos.
¿Ha visto como trabajan las mineras?
Así es, y puedo decir con profunda tristeza que terminan por destruirlo todo. El movimiento de tierras es tan grande, que el paisaje cambia por completo, y el agua desaparece. Muchos hermosos paisajes cajamarquinos son ahora parte del recuerdo, parte de lo que tuvimos, cambiemos, miremos a futuro, no es para nosotros, queda también esa responsabilidad para con nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos.
Responsabilidad a futuro
Miremos que el tiempo pasa, pero actuemos ahora. Pensemos en el futuro, en qué herencia tendremos para ellos, no es justo que por ser indiferentes las nuevas generaciones sufran por falta de agua; incluso nosotros mismo, como es posible que nos acostumbremos a consumir agua contaminada, hemos estado en las nacientes del Río Grande, y se puede ver claramente y se ha comprobado ante los incrédulos que se trata el agua y el agua que ya utilizan las mineras es descargada en el río.
Diario El Mercurio-Cajamarca 16.09.2011