El presidente
Guillén se comunicó con los ministros de energía y Minas, del Ambiente, Agricultura y del Interior, quienes aceptaron la cita en la ciudad de Lima.
La autoridad regional fue clara en señalar que se convierte en un mediador como parte del pueblo. “Nada se puede imponer a sangre y fuego”, comentó al advertir que la situación se torna cada vez más complicada y se va alargando el conflicto que hoy ingresa a su sétimo día.
Dijo que si las observaciones de la UNOPS no se logran levantar, entonces no es viable el proyecto, pero si demuestran lo contrario, se debe respetar.
Criticó duramente a los principales voceros de la minera Southern al adelantar opinión sobre el Estudio de Impacto Ambiental, “ellos en lugar de colaborar con el diálogo, han agitado los ánimos y ha generado mayor oposición”.
Precisó que todas las observaciones son subsanables pero sin tomar en cuenta una evaluación técnica es exacerbar los ánimos innecesariamente, justo en estos momentos.
Diario La Primera-Lima 30.03.2011