6 de noviembre de 2014

¡Cajamarca exige justicia! por Segundo Matta Colunche


La Ley Nº 30151 aprobada el 13 de enero del 2014 por el Presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, libra de culpa a militares y policías ante muerte de civiles.

 
El cruel asesinato del ciudadano Fidel Flores Vásquez (30-10-14) por efectivos de la Policía Nacional, durante un desalojo en Cajamarca dispuesto por la juez Carmen Araujo Cachay, titular del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Cajamarca, ha generado debate nacional por el uso indebido de la fuerza y las decisiones desproporcionadas de quienes administran “justicia” en el Perú. 
El Gobierno Central, a través del ministro del Interior, Daniel Urresti, ha tomado decisiones chavalas y coyunturales sin hacer una autocrítica sobre los problemas de fondo, mientras ruedan las cabezas de los que cumplen las directivas de arriba. No se ha cuestionado un ápice a la Ley 30151 aprobada por el gobierno de Ollanta Humala que libra de culpa a militares y policías ante muerte de civiles. No se ha dicho nada sobre leyes que responden al Modelo Neoliberal que permiten mantener el statu quo de los poderosos y avalan la intervención impune en las protestas sociales con la finalidad de invadir territorios y proteger la “inversión privada” que según ellos es la “piedra angular del crecimiento económico”. 

Se ha abierto investigación preliminar contra 06 efectivos policiales que participaron en el desalojo, así como a quienes dirigieron el repudiable acto: el comandante Jorge Carmona Reyes y el coronel German Carvajal Bellido, se ha rotado al general Jorge Luis Gutiérrez Senisse, y la OCMA ha abierto investigación contra los jueces Carmen Araujo Cachay y Eduardo Uceda Flores, el último es quien libro de prisión preventiva al sub-oficial de tercera Nórvil Gonzáles Silva, quien habría efectuado el disparo al infortunado Fidel Flores. Pero sólo eso. Nada más. 

Sin embargo, nadie pide investigar y sancionar a quienes aprobaron la ley para matar. Los “opinólogos” reaccionarios mutis ante la impunidad. Más por el contrario han salido a defender la funesta y cruel muerte de Fidel Flores, como Aldo Mariátegui (Perú 21) que en su columna de hoy dice: “…o que por politiquería se remueva a la jueza que no paró ese desalojo en Cajamarca, simplemente porque no se acobardó ante un desdichado e iracundo señor que recibió a los efectivos de la Policía con bombas molotov, fierros y piedras. Y ya se está haciendo demasiada demagogia con un lamentable incidente policial.” Para avalar la impunidad descalifican la actuación de los civiles y glorifican el salvajismo de algunos irresponsables uniformados. ¿Es demagogia y politiquería condenar tal execrable hecho? ¿Es politiquería expresar solidaridad con la familia? ¿En qué cabeza cabe esto? Luego dicen: ¿Dónde están las organizaciones políticas cuando éstas callan? 

Es condenable por cierto que se utilice políticamente el sentimiento de una familia. Sin embargo es necesario aclarar: no se ha visto a ningún dirigente político y social utilizar símbolos o frases de su agrupación en las protestas de solidaridad. Por lo tanto señor Urresti, Cajamarca expresa su rechazo no solo a la actitud delincuencial de algunos efectivos policiales o decisiones anticonstitucionales de quienes administran justicia, sino a quienes aprobaron leyes que avalan actos criminales. 

¡Cajamarca exige justicia! El gobierno de Humala asesinó a 05 hermanos cajamarquinos que defendían sus tierras y el agua durante las protestas contra Conga, sin embargo hasta el momento no hay responsables. Asesinan salvajemente al ciudadano Fidel Flores, se tortura a su esposa y a sus hijos del infortunado, pero a pesar de pruebas contundentes solo hay rotación de responsables, ninguno de ellos incluido los autores intelectuales han ido a la cárcel. 

¿Cuántas muertes más para escuchar al pueblo? Desde nuestro modesto punto de vista necesitamos leyes que respeten los derechos humanos y las decisiones de las mayorías.

Fuente. http://segundomattacolunche.blogspot.com/