ELEMENTOS PARA EL ANALISIS
En 
            1997, la prestigiosa publicación The Peru Report señalaba a los empresarios 
            mineros como los “grandes ganadores de la revolución Fujimori”.[1] 
            En efecto, ha sido gracias a las leyes e incentivos dados a la minería 
            y a la inversión extranjera el año 1992 que los inversionistas nacionales 
            y extranjeros han convertido el Departamento de Cajamarca en el nuevo 
            escenario del rescate de oro. El capital foráneo, en alianza con el 
            capital nacional (Newmont Mining Corporation es propietaria 
            del 51.35%, la compañía minera peruana Minas Buenaventura SA participa 
            del 43.65% de las acciones y la Corporación Financiera Internacional 
            (CFI) vinculada al BM es propietaria del 5% de las acciones), han 
            logrado poner en operación la cuarta mina de oro más importante del 
            mundo. Paradójicamente, todo este éxito empresarial ocurre en uno 
            de los departamentos más pobres del Perú (96 de los 127 distritos 
            del departamento son considerados por FONCODES como “muy pobres” o 
            “pobres”).[2] 
 
            Las cifras de la economía departamental muestran que, a la par que 
            las riquezas de Minera Yanacocha se han incrementado exponencialmente, 
            la pobreza de la población también se ha incrementado. Según FONCODES, 
            organismo estatal, Cajamarca ha pasado en los últimos años del cuarto 
            lugar que ocupaba en el mapa de la pobreza al segundo lugar. Las cifras 
            oficiales muestran que del 1’395,000 habitantes del departamento el 
            75.3 son campesinos; con una tasa de desnutrición del 40.9%; una mortalidad 
            infantil en las comunidades campesinas aledañas a la mina de 88,5/1000; 
            carencia de servicios de saneamiento básico que llegan a niveles increíbles: 
            sin agua (30.2%); sin desagüe (75.7%); sin electricidad (78.6%). Realidad 
            que para el año 1997 sólo le otorgaba al departamento un IDH de 0.49. 
A 
            Minera Yanacocha, la realidad se le ha presentado bastante diferente: 
            en medio de la situación de recesión económica y la caída de los precios 
            del oro en el mercado internacional, el Ing. Carlos Santa Cruz, Gerente 
            General de Yanacocha podía sostener que: “Minera Yanacocha ha logrado 
            ubicarse entre las 10 empresas más grandes de la minería aurífera 
            mundial, a pesar del contexto de depresión en los precios del oro”[3]; Efectivamente, 
            la producción de oro de Yanacocha ha crecido a un ritmo impresionante: 
            en 1993 produjeron 81,497 onzas de oro fino; el año 2000 produjeron 
            1’795,398 oz; y para este año planean producir 2’000,000 de oz. Esto 
            explica que, por ejemplo, el Grupo Buenaventura haya batido record 
            en sus ingresos: pasando de 67,748 de nuevos soles en el año 1994 
            a 203’929,000 de nuevos soles en 1996.
 ¿Cómo 
            explicarnos tanto éxito empresarial en un país prácticamente quebrado 
            y en un contexto internacional de caída de los precios del oro? En 
            primer lugar; está el rol que juega el Estado peruano. Es conocido 
            por todos que luego del aislamiento económico internacional en que 
            se había sumido el país debido a la política de Alan García, el país 
            necesitaba reinsertarse en la economía internacional de manera inmediata. 
            El presidente Fujimori puso el país en subasta, la dación de la Nueva 
            Ley General de Minería y de la Inversión Extranjera, abrió las puertas 
            a la inversión minera más voraz. En el marco de un nuevo estilo de 
            hacer política desde el Estado, se promulgó también el Código de Medio 
            Ambiente y de los Recursos Naturales, el que supuestamente obedecía 
            a las nuevas regulaciones internacionales en materia ambiental. La 
            minería de la era Fujimori trajo un nuevo concepto: “la minería ecológica 
            generadora de bienestar social”[4].
             El concepto cautivó a muchos. En 1992 el 
            Alcalde de Cajamarca,  Luis Guerrero, entonces hombre cercano a Fujimori, 
            y hoy congresista por el Partido del presidente Toledo; junto a connotados 
            profesionales y líderes de opinión locales como el Ing. Pablo Sánchez, 
            premio nacional de ecología; se embarcaron en la facilitación de las 
            actividades de minera Yanacocha legitimando ante el pueblo la pertinencia 
            de acoger con los brazos abiertos este “nuevo tipo de minería”. Muchas 
            otras instituciones, como la Universidad Nacional de Cajamarca, diversas 
            ONGs (ASODEL, CIPDER, EDAC, CEDAS, ASPADERUC, CEDEPAS) entre otras, 
            se sumaron al entusiasmo provocado por el boom minero. Los temas importantes 
            como los derechos de las comunidades campesinas a sus territorios 
            y el sistema de gestión y control ambiental quedaron totalmente marginados 
            de la agenda, a pesar de las denuncias que los propios campesinos 
            y sectores de la iglesia católica realizamos en los más diversos escenarios.
En segundo lugar, el éxito empresarial de Yanacocha 
            se debe a que la ley de minería le facultaba prácticamente el poder 
            obligar y extorsionar a los campesinos diciéndoles que si no vendían 
            sus tierras a la empresa minera, ésta se los arrebataría por vía de 
            expropiación. Así obligaron desde 1992, a cientos de familias campesinas 
            a venderles unas 20,000 has. de tierras a precios irrisorios de 100 
            nuevos soles por hectárea (US $ 25). Abundan los testimonios de campesinos 
            que incluso llegaron a los tribunales, en los cuales perdieron. Pero 
            su voz, clamando justicia aún resuena:
“(Los mineros nos 
            dijeron) Si no desalojan en una semana les traemos FORZA, con guardias 
            les desalojamos y no les damos nada, si quieren reciban lo que les 
            vamos a pagar y si no, no. Nosotros les depositamos la plata en el 
            banco y si lo sacan, lo sacan y si no pierden, no les reconocemos 
            nada… A cien soles hectárea nos dieron 5,000 soles y con esa plata 
            no nos hemos comprado nada. No alcanza para nada, ni siquiera para 
            un cuarto de hectárea en terreno de partes más bajas”.[5]
La tercera razón del éxito empresarial de Yanacocha tiene 
            que ver con la explotación de la mano de obra local. La Minera se 
            ha valido del cuestionado sistema de intermediación laboral llamado 
            “service”, por el cual la empresa contrata a empresas proveedoras 
            de servicios, entre ellos la contratación de mano de obra, con lo 
            cual se desentiende de los problemas relacionados con el pago de derechos 
            laborales y de la política salarial de sus trabajadores. Si hay reclamos 
            laborales, eso no es problema de Yanacocha sino de las empresas subcontratistas, 
            las que a su vez lucran de ambas partes: del cobro que hacen a Yanacocha 
            y de la explotación salarial de los trabajadores.
Una larga lista de trabajadores denunciaban ya desde 
            el inicio de las operaciones de Minera Yanacocha “que cuando hicimos 
            el contrato se nos dijo que nos pagarían S/. 550.oo nuevos soles mensuales, 
            que al hacer efectivo nuestro pago, en los meses de agosto y setiembre, 
            únicamente nos pagaron S/. 315.00 nuevos soles aduciendo que los descuentos 
            se deben al pago de FONAVI, IPSS, y compra de material y equipo. 4. 
            Que al acudir al IPSS a hacer uso de dicho beneficio nos damos con 
            la sorpresa que no nos encontramos inscritos…5. Dicha compañía no 
            nos paga con planillas ni con boletas, e incluso nos adeuda desde 
            el mes de octubre y cuando hemos reclamado todas estas irregularidades 
            se nos ha manifestado que nos demos por despedidos…” [6] “Nuestro horario de trabajo ha sido de 6.30 a.m. a 16.30 
            p.m., de lunes a domingo, teniendo únicamente 20 minutos de refrigerio, 
            es decir hemos trabajado hasta horas extra sin embargo no se nos paga”.[7]
            En último término la comunidad de ambientalistas 
            cajamarquinos, han venido denunciando que el éxito empresarial de 
            Yanacocha se debe a los bajos costos ambientales con que la empresa 
            opera. De otro modo, es imposible explicar con la sóla “porosidad 
            de la roca que no requiere de la etapa del chancado”, los costos de 
            producción promedio con que opera Yanacocha: US $ 90/oz, cuando esos 
            mismos costos para la producción de oro en Estados Unidos es superior 
            a los US $ 200/oz. No es raro entonces, que la empresa Minera Yanacocha 
            que se presenta como una empresa social y ambiental responsables, 
            esté siendo la causante de los mayores disturbios ambientales que 
            hay conocido jamás la historia de Cajamarca, como lo muestra el cuadro 
            siguiente:
| 
FECHA | 
SUCESO | 
LUGAR | 
RESULTADO | 
| 
Nov. 1993 | 
Derrame 
                  de sustancias químicas en campos de exploración. | 
Quilish. | 
Alopesía 
                  de ovejas. 
Dolores estomacales 
                  en población. | 
| 
Set. 98 | 
Se 
                  detecta altas concentraciones de metales pesados en aguas que 
                  abastecen planta de El Milagro. | 
Quebrada Encajón | 
Población 
                  de Cajamarca en riesgo. | 
| 
Dic. 1998 | 
Relaves 
                  mineros de Sipán al Río Llapino. | 
San Pablo, 
San Miguel. | 
Muerte 
                  de peces en 20 kms. de Río Llapino. | 
| 
Dic. 98 | 
Derrame 
                  de Nitrato de Amonio por accidente de transporte. | 
Tembladera a 
Chilete. | 
Muerte 
                  de peces en río Jequetepeque. | 
| 
En. 2000 | 
Relaves de Yanacocha 
                  con arsénico. | 
Granja Porcón  
hasta el 
Gallito Ciego. | 
Muerte 
                  de peces en 180 kms. de la cuenca del Jequetepeque y de 12,000 
                  truchas en piscigranja de Granja Porcón. | 
| 
En. 2000 | 
Relaves de Yanacocha. | 
Cuenca del Río 
Llaucano. | 
Muerte 
                  de truchas en el Río Llaucano. | 
| 
Jun. 2000 | 
Derrame de mercurio. | 
Chotén, 
San Juan, Choropampa, 
Magdalena. | 
Intoxicación 
                  de más de 1,200 personas. | 
| 
Ag. 2000 | 
Mercurio 
                  en viviendas y Colegio de la ciudad de Cajamarca. | 
Jr. Ayacucho 
y CE Rafael Loayza | 
Intoxicación 
                  de aprox. 40 personas. | 
| 
En. 2001 | 
Relaves de Yanacocha. | 
Cuenca del Río 
Llaucano. | 
Muerte 
                  de 10,000 truchas en Piscigranja El Ahijadero, y el Río Llaucano. | 
| 
En.-Mar. 2001 | 
Dos 
                  derrames de petróleo e hidrolina en cuenca del Río Jequetepeque. | 
Río Jequetepeque. | 
Paralización 
                  de la actividad pesquera. Intoxicación de pobladores. | 
| 
Mar. 2001 | 
Presencia 
                  de metales pesados en Río Grande y pH ácido en aguas que abastecen 
                  Cajamarca. | 
Puruay. | 
Muerte 
                  de truchas en Río Grande y piscigranja de la Posada del Puruay. 
                  A 04 
kms. de Cajamarca 
                  ciudad. | 
| 
Ag. 2001 | 
Fuerte acidez 
                  de aguas. | 
Piscigranja de Granja Porcón | 
Muerte de truchas. | 
Fuente: Archivos ECOVIDA. Agosto 2001
La 
            minería no ha traído desarrollo social para el departamento; por el 
            contrario el panorama que se avecina es el de un departamento pobre 
            en un medio ambiente contaminado, lo que bien podría en el corto plazo 
            constituir una fuente impredecible de conflictos sociales, y, en el 
            largo plazo, terminar condenando a los cajamarquinos a sumirse, para 
            siempre, en la extrema pobreza. 
[2] 
              FONCODES, Mapa de la Pobreza. Año 2000.
[3] 
              Ing. Carlos Santa Cruz. MINERANDINA, 
              Vol IV Nro 137, Agosto de 1998
[4] 
              Una de la innovaciones fue exigir a las empresas mineras que recién 
              comenzaban a operar un estudio de impacto ambiental (EIA) previo; 
              y a las ya operantes un programa de adecuación ambiental (PAMA). 
              Lo chistoso del tema: los estudios eran hechos por las propias empresas, 
              por lo que los impactos resultaron siempre siendo positivos.
[5] Testimonio  en el programa televisivo de César Hildebrandt. 
              Emisión del 01.07.1998.
[6] 
              Queja escrita de un grupo de trabajadores 
              despedidos de una subcontratista de Minera Yanacocha.
[7] 
              Carta de trabajadores, Cajamarca, 
              18-12-93. 
