Por Mirtha Vásquez
Era las 10:35 a.m. del día 20 de noviembre cuando llegamos al local
del Poder Judicial en la calle Unión de esta ciudad, por fin sería la
audiencia en que se revisaría la sentencia del caso Chaupe. Ingresamos y
vemos un grupo de gente y periodistas que observan la audiencia previa,
se está decidiendo justamente la prisión preventiva para el policía que
mató al sr. Flores en un desalojo, nos toca presenciar como los propios
colegas del acusado, ante el mandato de la sala, lo llevan finalmente
preso.
Dentro de tanta gente reconocemos a dos abogados de la
empresa minera Yanacocha (el Abogado Cumpa Flores uno de ellos), sin
duda están ahí por la audiencia de los Chaupe. Curioso, nos ven llegar y
huyen raudamente del lugar.
Sobre las 12 del día por fin nos
llaman a la sala, inicia la audiencia de vista de causa de nuestro caso.
Están presentes los tres vocales (Bazán, Zavalaga y Vasquez), el
Fiscal Jhony Alcalde, la defensa de los acusados con los 4 procesados de
la familia Chaupe, y de pronto, se presenta un "nuevo" abogado de la
empresa. Escuchar su nombre nos sorprende a todos, sí se trata del
mismísimo Arsenio Oré Guardia, uno de los íconos del derecho penal en
este país, el Código Procesal Penal y Código Procesal Constitucional
fueron construidos bajo su tutela.
Inicia la audiencia y la sala
da cuenta de la presentación de un escrito de la empresa minera que pide
la suspensión de la audiencia porque uno de sus 5 abogados, Juan Carlos
Camacho, había tenido que ir a una cita médica en Lima. No es motivo
suficiente para suspender una audiencia pienso yo, ni certificado médico
había adjuntado, además si él está indispuesto les queda 4 abogados
más, justamente he visto a dos al ingresar, pero miro en el recinto de
la sala y no están, solo está Oré Guardia. Le piden opinión al Fiscal
sobre el pedido de suspensión, "creo que la defensa de la empresa está
garantizada con la presencia del abogado en esta sala", pero esta
afirmación tímida recibe una inmediata respuesta del gurú que con voz de
autoridad dice "...Srs. estoy aquí porque la empresa minera me acaba de
nombrar como su abogado, pero recibí el encargo ayer, yo soy una
persona muy ocupada, dicto conferencias, escribo, tengo muchas cosas que
hacer y no he tenido tiempo de estudiar el proceso, por tanto solicito
que se transfiera la diligencia porque evidentemente en esta audiencia
estaría en desventaja frente a mi colega que debe haber leído varias
veces el proceso..."
Me dan la palabra, le leo a la sala la relación
de abogados apersonados al caso y exijo que se desestime el pedido.
Replica el gurú y nos da una lección de derecho a la defensa e igualdad
de partes. El Fiscal y la Sala, algo opacados, le consultan si dándole
unas horas para que revise el proceso podríamos retomar la audiencia…
“tengo mi pasaje para las 3.00 de la tarde, no puedo quedarme tengo que
regresar a Lima” responde. A esas alturas la indignación se apodera de
mí y de pronto olvido que está hablando el maestro del derecho penal
peruano al que he leído tantas veces, y alzo mi voz como quien se
dirige al alumno ocioso y fresco que me quiere sorprender, le increpo
entonces “su falta de seriedad” para aceptar un proceso y no estudiarlo,
“su frescura” de decir que es un hombre ocupado para haber leído
preparado su defensa, “su irresponsabilidad” al venir en esas
condiciones y frustrar una diligencia.
Uno de los vocales me da
la razón, pero el gurú estalla irritado por demás, "he tenido que
aceptar esta defensa porque el Código de Ética del colegio de abogados
de LIMA, dice que es antitético dejar en indefensión a una parte, estoy
explicando que no tenido tiempo de revisar el caso porque es muy poco
tiempo el que he tenido desde la aceptación del proceso. En 50 años
de mi vida profesional nadie me ha sancionado de esta manera.... ta ta
ta, ta ta tá".
En fin, el Fiscal y la sala un poco contrariados
se consultan y finalmente expresan " (…) es evidente que el abogado no
está informado del caso y en pro de llevar este proceso con la mayor
equidad posible entre las partes… por única vez se suspende la
diligencia para el día primero de diciembre (…)". En medio de mi
frustración pienso que si Juan Pérez como abogado obtendría tan
considerada respuesta, pero claro no hablamos de Juan Perez o Perico de
los Palotes, hablamos del maestro y…“al maestro no se le niega nada”.
La gente que acompaña a la familia Chaupe se entera afuera de la
decisión, “Yanacocha corrupta y criminal" ¨Poder Judicial, vergüenza
nacional¨ (...)
Sí, Yanacocha ha logrado su objetivo una vez
más, querían dilatar el proceso y lo lograron, su método no pudo ser más
burdo y evidente esta vez. Buena estrategia, traer a un abogado de
primer nivel solo para usar su prestigio y peso mediático. Me estoy
preguntando todavía cuánto dinero se tiene que pagar a un profesional de
la talla de Oré Guardia para que acepte ser protagonista de un papelón
que hecha por tierra su reputación.
Antes de la audiencia, a
primeras horas de la mañana, Yanacocha me dedicó un comunicado en el que
me acusaba de desinformar a la población por decir en los medios de
comunicación que la empresa estaba tratando de entorpecer este proceso.
Después de lo sucedido en la audiencia, no se confirma acaso mi
afirmación?. Cara duras, hacerse los ofendidos…
El dilatar el
proceso no es la única estrategia que tienen, en realidad es la última
que están utilizando, previamente han tratado de descomponer la sala y
cuando menos separar a uno de estos vocales del caso vía recusación.
Qué se juega en este caso para que la empresa ponga en movimiento todo
su aparataje legal, no legal, mediático y demás? Para ellos un terreno
que es estratégico para desarrollar sin mayores problemas su mega
proyecto Conga, y su poder que es inaudito que sea desafiado por un
campesino.
Qué está en juego para nosotros? la vida de una familia
campesina, porque sin tierra no tiene vida, porque su tierra es
expresión de su trabajo, de su esfuerzo por progresar, de su dignidad.
Máxima y Jaime Chaupe caminaron varias veces 8 horas para llegar a
las audiencias, sus hijos han tenido que dejar de trabajar o estudiar
para acudir religiosamente a cada citación, algunas veces pedíamos
reprogramación de audiencias, “no es posible nos dijeron no hay motivos
justificables para atender este pedido”.
Miro en la sala a
Isidora, hija de Máxima, tiene 6 meses de embarazo, luce demacrada y
cansada, pero está sentada allí dispuesta a soportar una más de las
diligencias desagradables a cambio solo de la esperanza de justicia. No
puedo dejar de identificarme con ella, yo también viajé varias veces
hasta Celendín para hacer su defensa en este mismo caso con mi hijo en
mi vientre… “no te preocupes Isidora le digo, es normal que el bebé se
mueva mucho cuando estamos en estas situaciones desagradables”; el mío
saltaba mucho en la audiencias, sentía también mi frustración e
indignación.
Todo está consumado por ahora… solo nos queda
esperar. La impotencia y la frustración nos han desgastado bastante
este día, pero sorprendentemente Máxima nos vuelve a inyectar esperanza
con su tierna sonrisa.