Yanacocha: legitimidad y defensa popular
Javier Diez Canseco.
Los persistentes problemas generados entre la minería y la población en Cajamarca, catalizados alrededor de las protestas y movilizaciones de los pobladores de Combayo contra las pretensiones de la minera Yanacocha, llegaron a un punto crítico esta semana con la declaración de la transnacional minera de la paralización de sus actividades, mientras demanda al Estado poner “orden” –es decir, aplicar mano dura– y rechaza los esfuerzos de mediación en curso. Todo esto mientras se desarrolla una intensa campaña mediática que busca satanizar la legítima protesta de los pobladores de Combayo, hoy con mayor intensidad y apoyados por el conjunto de las poblaciones afectadas, pero que se venía manifestando de manera reiterativa por los conductos formales desde hace buen tiempo.
Esta campaña de satanización presenta a la movilización popular como producto de la acción de supuestas “ONGs ambientalistas”, “curas rojos”, “extremistas políticos”, “subversivos”, “enemigos de la inversión”, etc. Por supuesto, ni una palabra sobre los graves riesgos y problemas ambientales que la actividad de Yanacocha provoca, sobre los derechos atropellados de los campesinos por la expansión de sus actividades –con estudios de impacto que no han sido debatidos– o sobre los insuficientes aportes que otorga a la Región. Ni una palabra respecto al abandono y exclusión en que se tiene a los pobladores, ni sobre el maltrato y olvido que enfrentan por parte de un Gobierno Central y un Gobierno Regional que están alineados con Yanacocha.
Todo lo anterior se combina con las crípticas declaraciones de representantes de la empresa, que indican que su tan mentado “aporte voluntario” estaría en riesgo si continúan las protestas. Esto es preocupante, porque lo que tenemos es básicamente una jugada de presión contra el Estado: “Pones orden u olvídate del aporte voluntario”. El obierno aprista ha traído esto sobre sí mismo por su debilidad para encarar a las transnacionales mineras, pidiéndoles como favor lo que en realidad es derecho del país, llegando a inventar un “aporte voluntario” –absolutamente insuficiente– en lugar de exigirles el pago universal de la Regalía Minera y la aplicación de un impuesto a las sobreganancias.
Así, rápidamente se va armando un escenario de deliberada confrontación, que quizás –para mal de todos– terminará en un episodio de represión contra las justas demandas populares. Por supuesto, la derecha nacional –siempre histérica y retrógrada– no ha perdido un segundo en iniciar campaña pidiéndole al Gobierno “mano dura” contra las comunidades y las organizaciones populares que han osado enfrentar la prepotencia de Yanacocha. Para algunos grandes mineros que se comportan con una mentalidad virreinal, que los campesinos de Combayo se hayan manifestado en defensa de su derecho a la vida y al porvenir es un atrevimiento que no puede dejarse impune sino que tiene que ser castigado severamente, no vaya a ser que el ejemplo de esos campesinos cunda.
Lo que está pasando en Cajamarca es el desembalse de la paciencia de las comunidades, hastiadas de ser las víctimas sempiternas y silenciosas de la gran minería, hartas del abandono de un Estado que no les reconoce sus mínimos derechos ni atiende sus más básicas necesidades. Los sucesos de Combayo son un punto de quiebre que expresa la crisis de un modelo de desarrollo que endiosa a la gran minería transnacional a costa de los intereses de las comunidades campesinas. Así, para la gran minería todo: el acaparamiento de tierras, los generosos beneficios tributarios, el uso privilegiado de las aguas, el trato condescendiente ante la contaminación, etc. Este régimen injusto tarde o temprano tenía que hacer crisis, tal como lo vemos ahora.
Lo que viene sucediendo en Cajamarca nos afecta a todos, mucho más de lo que creemos, porque ahí de alguna manera se está definiendo y expresando el rumbo futuro que tomará el Perú en los próximos años. La tentación de los sectores fascistoides –que tanto lucraron con el fujimotesinismo– de construir una “democradura” para privilegiar y mimar a los poderosos, mientras el pueblo se lleva la represión y los malos tratos, está más viva que nunca.
No permitamos que se repita en nuestro país la historia aciaga de los años 90, cuando Fujimori y Montesinos, bajo el pretexto de poner orden y “mano firme”, destruyeron la institucionalidad, prostituyeron la justicia y arrasaron con el estado de derecho y el patrimonio nacional. No permitamos que los cavernarios de siempre se salgan con la suya y arrastren al país a un escenario de confrontación que vienen preparando desde hace tiempo.
Ante esta situación es urgente que las organizaciones y sectores progresistas y populares asumamos un rol en defensa del diálogo y la paz social. Nos corresponde a la sociedad civil emprender la defensa de los derechos ciudadanos, rechazando las pretensiones de la derecha y de determinados sectores del Gobierno por agravar conflictos y buscar un enfrentamiento que les permita dar vía libre a sus afanes represivos. Asimismo, es necesario que el Congreso se manifieste y emplace al Poder Ejecutivo a defender una solución pacífica al conflicto, dejando de lado esas fantasías autoritarias que son tan caras a García. Para ello, es indispensable que la oposición al Gobierno –hasta hoy desordenada e inefectiva– deje a un lado mezquinas frivolidades y se articule para cumplir la misión que los peruanos le encomendaron como contrapeso al Poder Ejecutivo.
Este crítico momento actual deja en claro que hoy los peruanos no podemos ser indiferentes, sino que tenemos que actuar y movilizarnos en defensa de nuestros derechos y nuestro bienestar. Defendamos la solución pacífica y constructiva a los sucesos de Combayo, porque esa lucha, por la dignidad, es la lucha de todos.
Diario La República – Lima 31/08/2006 007hrvcoxc.pdf
Minera Yanacocha vuelve a funcionar tras fin de protesta
La minera Yanacocha reinició hoy sus actividades tras la suspensión de sus labores el lunes, debido al bloqueo de la vía de acceso a sus yacimientos por parte de pobladores en protesta. El portavoz de la compañía, Ricardo Morel, dijo a la agencia Reuters que los trabajadores llegaron a la mina tras cesar en la víspera el bloqueo de la carretera.
(Reuters).- "Si, estamos reiniciando nuestras operaciones. Desde la primera hora de hoy jueves se programó para que todo el personal suba (llegue) a la mina y estamos operando normalmente", dijo Morel, gerente de comunicaciones de la empresa.
Yanacocha, controlada por la estadounidense Newmont Mining Corp. y la peruana Buenaventura , produce casi la mitad del oro peruano.
El gobierno había anunciado el martes que llegó a un acuerdo en reuniones por separado con representantes de Yanacocha y con pobladores de Cajamarca, para solucionar el conflicto que dejaba pérdidas de al menos 1,9 millones de dólares diarios a la firma.
Entre los acuerdos, además del compromiso de desbloquear el acceso a la minas, figuran la creación de una comisión de alto nivel conformada por funcionarios del gobierno, representantes de Yanacocha y dirigentes de Cajamarca para discutir y resolver las demandas de la zona, una de las más pobres del país.
La comisión se reunirá el domingo en Cajamarca. La protesta en Yanacocha es uno de los muchos reclamos de las comunidades peruanas que viven cerca de las operaciones mineras, demandando inversión en infraestructura para revertir la pobreza de las zonas en momentos que las compañías del sector registran importantes ganancias debido a los altos precios de los metales.
PROYECTO CARACHUGO
El conflicto comenzó a inicios de agosto debido a que los pobladores de la localidad de Combayo, en Cajamarca, protestaron contra el proyecto Carachugo de Yanacocha, debido al temor de que su operación afecte las fuentes de agua en la zona.
Tras días de protesta, que dejó un muerto tras un enfrentamiento con la policía, la compañía decidió retirarse del proyecto Carachugo, en la cual se proyectaba una inversión de 173 millones de dólares para la construcción de un dique, la apertura de un tajo para extracción de oro y un campo de almacenamiento.
"Dentro de los compromisos con el gobierno y la localidad de Combayo, estamos considerando regresar a todas las operaciones, incluido el proyecto de Carachugo", afirmó Morel.
"Este modelo de solución del conflicto debe replicarse para el resto de las operaciones y los proyectos, haciendo los reajustes y correcciones a las fallas de todos, es decir del estado, de la comunidad y de Yanacocha", agregó el portavoz de la compañía.
Yanacocha, donde trabajan unas 10.000 personas en todas sus operaciones, prevé reducir este año su producción de oro a alrededor de 2,7 millones de onzas, frente a los 3,3 millones del año pasado, debido al envejecimiento de sus yacimientos.
"En los días de para se dejó de producir, pero se puede programar el trabajo para recuperar la producción", dijo Morel.
Perú es el quinto productor mundial de oro, el tercero de cobre y zinc, y tiene en la minería al motor de su economía porque aporta más de la mitad de sus exportaciones, proyectadas oficialmente en unos 22.000 millones de dólares para este año.
Diario El Comercio – Lima 31/08/2006 007ufyhimr.pdf
Padre Arana. Poca fe en la minería
“No represento a la Iglesia”
El padre Marco Arana asegura que interviene como mediador en el conflicto entre la minera Yanacocha y el pueblo de Combayo de Cajamarca porque se considera un especialista en temas ambientales y no por sus dogmas de fe.
¿Qué hace un sacerdote en un problema políticosocial?
Yo no estoy representando a la Iglesia oficialmente, soy sacerdote sí, pero estos no son temas de dogma de fe, estos son temas técnicos, por tanto intervengo como profesional y experto en los temas de conflicto y estoy acreditado por diversas universidades, soy maestro de postgrado en la cátedra de conflictos ambientales, tengo una maestría y una tesis aprobada con honores en la escuela de graduados en la Universidad Católica sobre conflictos y he hecho pasantías mineras en varios países del mundo.
¿Pero ser parte de la Iglesia no lo pone en una disyuntiva con las revueltas sociales?
Hay que recordar que el papa Juan Pablo II dijo que es tarea de todos los cristianos ayudar a una verdadera conciencia ecológica que evite una destrucción salvaje de la naturaleza y nombró a San Francisco de Asís como el patrono de la ecología y Juan Pablo II no era ni terrorista ni estaba financiado por ONG internacionales, era el Papa de la Iglesia.
Lo dice porque usted es cuestionado por su ONG Grufides, hay quienes aseguran que
ahí hay otros intereses y que usted es parte de una institución antiminera…
Nosotros somos una organización pro desarrollo, no aceptamos la disyuntiva pro minería o antiminería. La antiminería dice que la minería no sirve para nada, el país tiene muchos recursos minerales y estos deben servir para el desarrollo y no para el enriquecimiento de algunos grupos de poder. En segundo lugar tampoco somos de una actitud pro minera absurda, ingenua, que dice hagamos minería no importa si la gente quiere o no quiere, no importa si dejamos después pobreza y contaminación, la minería tiene que ajustarse a los objetivos de desarrollo y tiene que redistribuir riqueza.
¿Qué hace Grufides, cuál es su campo de acción, cómo justifica el dinero internacional que percibe?
Puede usted entrar a nuestra web y se ahorra la pregunta, ahí verá la misión y nuestros
objetivos.
¿Puede precisar cuánto dinero ha recibido su ONG este año y a qué se le ha destinado? En Cajamarca le están pidiendo cuentas…
Quienes lo piden, primero que se dirijan a nuestra organización y les daremos la información que requieren.
¿Patria Roja no está detrás de los bloqueos de carretera?
Patria Roja es una minoría electoral en el país, sí está presente en la zona pero recuerde que los partidos políticos que están acreditados ante el JNE no son ilegales, en todo caso es tarea del Estado detectar si hay interferencias políticas y agendas ocultas y ponerlas sobre la mesa y sancionarlas.
Diario La Primera – Lima 31/08/2006 007nqnskkp.pdf
De taquito
“Sin presiones”
“Nadie puede negociar con una pistola en la cabeza”, afirmaba un compungido Carlos Santa Cruz, gerente de Yanacocha, aludiendo al bloqueo de la carretera que mantenían algunos pobladores de Combayo. Sin embargo, salió airadamente a anunciar que “paralizarían todas sus operaciones”, un día antes de sentarse a negociar, si es que no se levantaba el mencionado bloqueo. Para presionar al gobierno “no chambeamos y los vamos a hacer perder a todos un chupo de plata” es lo que dijeron, en buen cristiano, Santa Cruz y un apucherado Roque Benavides en su conferencia de prensa. Dicen que se aprende con el ejemplo y los yanacochanos lo saben. ¿O no?
Diario La Primera – Lima 31/08/2006 007vebglet.pdf