30 de agosto de 2007

CARTA ABIERTA DE SOLIDARIDAD CRISTIANA

“El Obispo es defensor de los derechos del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. Predica la doctrina moral de la Iglesia, defiende el derecho a la vida desde la concepción hasta su término natural; predica la doctrina social de la Iglesia, fundada en el Evangelio, y asume la defensa de los débiles, haciéndose la voz de quien no tiene voz para hacer valer sus derechos. No cabe duda de que la doctrina social de la Iglesia es capaz de suscitar esperanza incluso en las situaciones más difíciles, porque, si no hay esperanza para los pobres, no la habrá para nadie, ni siquiera para los llamados ricos.”

(Juan Pablo II. Pastores Gregis)

Cajamarca, 31 de agosto 2007

Mons. Daniel Turley

Obispo de Chulucanas - Piura

Sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles de la Diócesis de Chulucanas.

Estimados Hermanos:

Escribimos esta carta para manifestarles nuestra fraternidad eclesial y solidaridad con la justa causa de la defensa de la vida. El testimonio de su obispo como pastor humilde y pacífico anima la vida espiritual de muchos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos y laicas en todo el país, ya que nos testimonia que la santidad y el discipulado es vivir la misión en “el corazón del mundo… que la santidad no es una fuga hacia el intimismo o hacia el individualismo religioso, tampoco un abandono de la realidad urgente de los grandes problemas económicos, sociales y políticos de América Latina y del mundo y, mucho menos, una fuga de la realidad hacia un mundo exclusivamente espiritual”. (La Aparecida 148)
Sabemos que desde que Mons. Daniel Turley, junto a Mons. Oscar Cantuarias, Mons. Pedro Barreto y diversos sacerdotes y laicos de las diócesis del norte de nuestro país pronunciaron su palabra profética en torno a la necesidad que se respeten los derechos de los campesinos y no se les imponga las actividades mineras en los territorios de las comunidades campesinas, fueron objeto de numerosos ataques y calumnias.
Igualmente, conocemos que Mons. Turley y sus comunidades han hecho todos los esfuerzos para que se dialogue y se respete a los campesinos y sus organizaciones. Lamentablemente, la respuesta de la empresa minera Majaz y autoridades del gobierno ha sido dividir a las poblaciones, querer comprar la conciencia de sus líderes e incluso atacarlos para mellar sus honras o desacreditarlos.
Fiel a la misión evangélica, sabemos que Mons. Turley y sus comunidades están viviendo este tiempo de proximidad a la consulta ciudadana con el espíritu del sermón de la montaña: “Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados serán cuando les injurien, y les persigan y
digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes.” (Mt. 5, 10-12)
Que su difícil labor de pastor en su diócesis se vea fortalecida por las enseñanzas del papa Benedicto XVI quien nos decía el 16 de diciembre 2006 en la Santa Sede: “La experiencia demuestra que toda actitud irrespetuosa con el medio ambiente conlleva daños a la convivencia humana, y viceversa…. el respeto por la naturaleza está vinculado estrechamente con la necesidad de establecer entre las personas y las naciones relaciones atentas a la dignidad de la persona y capaces de satisfacer sus auténticas necesidades… La destrucción del ambiente, su uso impropio o egoísta y el acaparamiento violento de los recursos de la tierra, generan fricciones, conflictos y guerras, precisamente porque son fruto de un concepto inhumano de desarrollo… un desarrollo que se limitara al aspecto técnico y económico, descuidando la dimensión moral y religiosa, no sería un desarrollo humano integral y, al ser unilateral, terminaría fomentando la capacidad destructiva del hombre.”
Que en días previos a la legítima consulta ciudadana para que las poblaciones de Huancabamba y Ayabaca expresen su parecer acerca de la realización de actividades mineras en el territorio de las comunidades de Segunda y Cajas y de Yanta, sepa Ud. que los abajo firmantes, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas de la diócesis de Cajamarca nos sentimos unidos al Dios de la Vida y a todos Uds. que nos testimonian la existencia de una Iglesia solidaria con los pobres, defensora de la vida. Dios les sostenga, Dios les bendiga.

Atte,

P. Edinson Ramos
Presidente de la Comisión de Pastoral Ambiental de la Diócesis de Cajamarca
P. Miguel Garnet Johnson
Sacerdote Diocesano – Ex Rector del Seminario “San José” de Cajamarca
P. Alexander Urbina Aliaga
Rector del Seminario “San José” de Cajamarca
P. José Dávila
Cáritas – Diócesis de Cajamarca
P. Francisco Centurión Obando
Vicario Parroquia “Nuestra Señora de Guadalupe”
Vicario Parroquia Universitaria “Sto. Tomás de Aquino”
P. Segundo Alarcón Cobeñas
Párroco Parroquia “Nuestra Señora de Guadalupe”
P. Rolando Estela
Párroco Parroquia “Espíritu Santo”
P. Cayo Gonzáles Estela
Parroquia “Santa María Magdalena”
P. Marco Arana Zegarra
Párroco Parroquia Universitaria “Sto. Tomás de Aquino”
P. Victorino Guerra Valladares
Párroco Parroquia “Ntra. Señora del Carmen” - Tembladera
P. Lázaro Jara Paredes
Vicario de la Parroquia de San Marcos
Comunidad de Religiosas Hermanitas de Jesús – Parroquia “San Marcos”
Comunidad de Religiosas de La Misericordia - Ichocán
Comunidad de Religiosas Otuzco – Parroquia “San Lucas”
Comunidad de Religiosas del Sagrado Corazón – Pquia. “San Carlos” - Bambamarca
Comunidades Cristianas “El Cumbe” – Cajamarca
Equipos Docentes de Cajamarca – Comunidades Cristianas de Maestros
Equipo de Pastoral Carcelaria – Pquia. “Ntra. Señora de Guadalupe”
Equipo de Pastoral de Salud – Pquia. “Ntra. Señora de Guadalupe”
Comunidad Cristiana Universitaria - Cajamarca
Asociación “Mons. José Dammert Bellido” - Cajamarca
Club de Madres “Barrio Urubamba” – Cajamarca
Club de Madres “San Pedro” – Cajamarca
Club de Madres “Barrio Delta” – Cajamarca
Club de Madres “Atahualpa” – Cajamarca
Comunidades Asociadas “El Cumbe” – Cajamarca
Grupo de Profesoras y Alfabetizadotas del Barrio “Urubamba” – Cajamarca