13 de agosto de 2007

MINEROS INFORMALES SIGUEN CONTAMINANDO EL CRISNEJAS

Quebrada Achupalla y Cochabamba presentan Altos Índices de Arsénico y plomo

El responsable de la Unidad de Ecología y Protección del Ambiente de la dirección ejecutiva de Salud Ambiental, Alfredo Angulo Sagástegui, informó que en los Últimos monitoreos al rió Crisnejas se ha detectado que las quebradas Achupalla y
Cochabamba presentan altas concentraciones de arsénico y plomo debido a los trabajos de minería artesanal que se están realizando en Algamarca.
Explicó que los resultados fueron enviados al gobierno regional de Cajamarca para ser analizados por el comité técnico que maneja el tema Algamarca, quienes decidieron trasladarse - esta semana - a la parte baja del Valle de Condebamba y a la zona de influencia de Algamarca para tomar muestras de agua y determinar si el recurso hídrico continua sufriendo impacto negativo.
Comentó que entre las alternativas de solución planteadas por el comité figura la promulgación de una ordenanza sobre manejo de reactivos químicos.
Angulo Sagastegui advirtió que mientras existan trabajos de minería informal, sin ningún tipo de cuidado ambiental, los recursos hídricos continuarán presentando altos índices de arsénico y plomo.
Indicó además que al igual que estas quebradas, los ríos El Tingo, Hualgayoc y la quebrada "M", de la cuenca del Llaucano, presentan altas concentración de metales como; cobre, plomo, cadmio y zinc, debido a los pasivos ambientales que existen en la zona.
Precisó que en estos lugares el Fondo Nacional del Medio Ambiente viene trabajando para remediar los pasivos ambiéntales y recuperar los recursos, que con el pasar del tiempo se han ido perdiendo.
También reveló que las quebradas San Antonio de Ojos y Las Minas, de la cuenca del San Miguelino, presentan concentraciones de cobre por encima de los niveles permisibles, esto según se afirma se debería a los trabajos que viene realizando la minera "Sipán

TRISTE REALIDAD
A dos horas de automóvil de Algamarca viven los agricultores de Chuquibamba, un distrito para el cual es vital el agua que riega sus tierras cultivadas de páprika y palta, que se exportan a Europa, Estados Unidos y México.
Los dos poblados de la provincia de Cajabamba, región de Cajamarca, están divididos entre cloro y el agua.
El enfrentamiento entre estos pueblos ha llegado a la violencia. A inicios de año, miembros de las rondas campesinas (comités de autodefensa de Chuquibamba) y del Frente de Defensa del Medio Ambiente, marcharon hacia el cerro y destruyeron pozas artesanales donde se procesan los minerales, capturaron a siete mineros y los entregaron a la policía.

LAS POZAS DE ORO
En el cerro hay unos tres mil trabajadores, con claras jerarquías. Existirían 270 pozas con igual número de propietarios o capataces. Cada poza es una suerte de feudo con entre dos y 30 peones. La mayoría no usan máscaras para protegerse del polvo ni de los vapores del mercurio, y que casi todos trabajan sin vestimenta adecuada.
El capachero carga los bloques de roca extraídos de las vetas. El chancador golpea con una comba las piedras para que luego el cernidor cuele el mineral trozado sobre una manta con cal y cemento. Hasta este eslabón de la producción, los peones ganan entre seis y ocho dólares.
El mineral cernido va a las pozas donde se le mezcla agua, cianuro, bórax y ácido nítrico.
La mayoría de las pozas apenas están recubiertas por plásticos, otras están construidas con adobe y cemento y funcionan con motor de gasolina. El mercurio se introduce luego, para precipitar las pepitas de oro.
Quien remueve la mezcla es el peón mejor pagado, porque está más expuesto a la contaminación: 12 dólares por una jornada de ocho horas.
La mayoría de los peones realizan doble turno para superar el umbral de los 200 soles semanales (63 dólares), sobre todo los jóvenes que vienen de otros pueblos. Hay menores de edad trabajando, auque los dirigentes mineros lo nieguen.
Según la dirección regional de Salud de Cajamarca, 60 por ciento de estudiantes de Algamarca de los últimos grados de primaria y de secundaria dejaron la escuela para trabajar en la minería. En Algamarca viven apenas 200 familias. Desde que, dos años atrás, encontraron vetas de oro y plata en el cerro, dejaron la agricultura sólo para consumo cotidiano.
El cerro forma parte de 26 concesiones mineras que se disputan en la justicia desde 2002 una subsidiaria de la canadiense Sulliden Exploration y el grupo Las Algamarcas.
Los mineros de otras comunidades viven en tiendas levantadas sobre el mismo cerro. Los mineros venderían unos 125 kilogramos de oro por mes, que cada capataz obtiene 30 gramos por semana, que ya han muerto tres trabajadores por la manipulación de tóxicos y que es probable que las propias empresas en conflicto .abastezcan parte de esos insumos químicos.
El comercio se ha triplicado en Algamarca. Al poblado no llega la señal para los teléfonos móviles, pero en la altura del cerro no hay capataz ni peón que no use celular.

EL AGRO RECLAMA
En Chuquibamba viven mil 500 familias. Desde 2002 exporta por año entre 120 y 200 toneladas de páprika a España y a México. Según el agricultor Eloy Ulloa, cada cultivador puede obtener hasta 3.800 dólares por hectárea de páprika.
Este año, por primera vez, han vendido 20 toneladas de palta a Gran Bretaña. Las ventas se realizan a través de la Asociación de Productores del Valle Condebamba, a la que pertenecen 40 agricultores y pronto se incorporarán otros tantos.
Según los pedidos del exterior, los campesinos suman su mejor producción y cumplen la meta de las toneladas requeridas.
Pero esta expectante realidad se puede ver truncada con la contaminación de las aguas que genera la extracción minera informal en Algamarca, por lo que los agricultores y pobladores de todos los pueblos de la parte baja del valle reclaman que las autoridades soluciones este terrible problema y esta enorme amenaza que significa la minería informal.
Diario El Clarín – Cajamarca 13/08/2007