23 de octubre de 2006

Oro Minado
Gold Fields paraliza trabajos en Hualgayoc (titular en portada de diario)

Gold Fields se retira de Hualgayoc tras fracasar tensas negociaciones con trabajadores
Paralizan momentáneamente sus trabajos de construcción

Las tensas negociaciones entre los trabajadores y la empresa minera Sudafricana Gold Fields, después de varios días no tuvieron un final feliz, obligando a la transnacional paralizar momentáneamente sus trabajos en Hualgayoc.
El conflicto que estalló hace nueve días con el bloqueo de la carretera de acceso a Gold Fields, pese a los esfuerzos de una comisión negociadora del más alto nivel del gobierno central, no dio sus frutos como todos esperaban, y terminó por desencadenar la decisión de la minera. Aún cuando no se puede precisar en que momento se quebró el diálogo, fuentes bien informadas dijeron a El Sol, que los trabajadores reclamaban un incremento sustantivo en los puestos de trabajo, pese a que un vocero oficial de Gold Fields, reveló que tienen un alto porcentaje de mineros provenientes de la zona de Hualgayoc, algunos de estos pedidos según los manifestantes habrían sido acuerdos tomados en reuniones anteriores con representantes de la compañía minera.
Para solucionar este problema se constituyó a la zona una delegación de alto nivel integrada por representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros, del Ministerio de Energía y Minas, de la Defensoría del Pueblo y de las Direcciones Regionales de Energía y Minas y de Trabajo; mientras que por el Frente de Defensa de los Intereses de Hualgayoc, lo representó el dirigente José Napoleón Gutiérrez Anticona.
La situación desde hoy, donde se rompieron buenas relaciones existentes antes del problema, no permite avizorar cual será el destino de las inversiones mineras en Hualgayoc.
Diario El Sol-Cajamarca 23/10/2006

Pluspetrol-pueblo Achuar: el que contamina debe pagar
Humberto Campodónico

El Lote 1AB que hoy explota Pluspetrol comenzó su producción en 1975 con Occidental Petroleum (OXY), de EEUU. En 1979, era el productor más importante del Perú, con 109,000 barriles diarios (BD). Pero la producción ha ido declinando y en el 2005 solo se produjeron 27,000 BD. De 1975 al 2005 se han extraído 640 millones de barriles del Lote 1AB. Al precio promedio de US$ 25/barril, su valor es ni más ni menos que US$ 16,000 millones. Está claro que esos son ingresos y no ganancia neta.
Pero aun descontando costos de producción, regalías e impuestos, el Lote 1AB ha dado ingentes ganancias.
Desde que comenzó la producción en el Lote 1AB de la selva norte ya se sabía que las petroleras (incluyendo Petroperú en el Lote 8) estaban botando al río centenares de miles de barriles (un barril = 42 galones) de agua contaminada. El agotamiento de los campos agrava el problema, pues aumenta la cantidad de agua necesaria para producir.
Pero la preocupación por el medio ambiente y la salud de las comunidades selváticas ha brillado por su ausencia. De a poquitos, con fuertes y constantes luchas de las comunidades de la zona, apoyadas por diferentes ONG, nacionales e internacionales, se fueron ganando espacios en las leyes nacionales, lo que fue reforzado por la creciente preocupación mundial por el medio ambiente. En el Perú, las normas legales existen. Pero del dicho al hecho hay un largo trecho, pues las leyes no se cumplen o "se hace como que se cumplen". La cosa se agrava con gobiernos complacientes, como los de
Fujimori o Toledo, que priorizan "la inversión", considerándola un fin en sí misma y no un medio para lograr el desarrollo económico.
Lo que es peor, en cualquier conflicto con la población, "siempre la empresa tiene la razón y siempre la culpa la tienen los habitantes de la zona" (Tambogrande, Majaz, Cerro Quilish, Las Bambas, Combayo, Tintaya o Cerro Verde), que son azuzados por "curas rojos, izquierdistas de toda laya, ONG y ambientalistas locos".
La prensa alquilada sataniza el problema y pide "autoridad y orden", o sea entrar a sangre y fuego contra peruanos que defienden su hábitat. Por suerte, el gobierno no ha pisado el palito de la represión (ciertamente, tampoco el de Toledo) y ha seguido el camino del diálogo (aunque a algunos apristas poco les falta para caer en la trampa).
El problema Pluspetrol/achuares, que el gobierno hereda, está al borde de la solución, lo cual es muy bueno. No sabemos los términos, pero debieran incluir el Art. 15 del Convenio 169 con la OIT: "En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los recursos del subsuelo, los pueblos interesados deberán participar, siempre que sea posible, en los beneficios que reporten tales actividades y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades". Se sabe, además, que una parte del canon será invertido en la zona donde se extrae el recurso, lo que es un reclamo de años.
Pero lo más importante es poner en marcha el principio ya aceptado en todo el mundo: "El que contamina, debe pagar". Su inclusión fue débil en la renegociación del primer gobierno aprista con OXY en 1986. Pasó lo mismo cuando OXY le vendió el Lote 1AB a Pluspetrol en el 2000 (Petroperú pudo haber obtenido este lote, pero todavía regía el dogma neoliberal de la subsidiariedad del Estado) o cuando la estatal China National Petroleum Company le compró el 45% del Lote 1AB y del Lote 8 a Pluspetrol.
La cuestión es simple: el conflicto se origina porque hay explotación del recurso natural, lo que afecta el hábitat y el medio ambiente. Por tanto, quien quiera explorar debe, primero, tener licencia social y licencia ambiental. Y si se llega a firmar el contrato de explotación, hay que incluir claras cláusulas para que pague el que contamina. Increíble: el Lote 1AB ha generado US$ 16,000 millones y miren como está la selva norte.
Diario La República-Lima 23/10/2006