21 de marzo de 2009

DÍA MUNDIAL DEL AGUA


La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la resolución A/RES/47/193 por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, a celebrarse a partir de 1993, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21. Se invitó entonces a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia publica a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos así como con la puesta en práctica de las recomendaciones de la Agenda 21.

Desde 1950, el consumo de agua en todo el mundo se ha triplicado con creces, lo que sumado a su escasez y contaminación, nos pone frente a uno de los mayores problemas con que la humanidad deberá lidiar en los próximos años.

Si hoy se termina el petróleo, el mundo y los que lo habitan, podrían continuar su existencia, pero si el agua dulce se agota, no sólo se pararían máquinas y motores, sino que se extinguiría toda la vida sobre el Planeta.

Muchos podrían preguntarse razonablemente ¿de qué nos preocupamos? si aproximadamente las ¾ partes de la Tierra está cubierta del líquido elemento.

Si bien esto es verdad, la porción aprovechable es ínfima, ya que solamente el 2,10 % del total es agua dulce, y de ese porcentaje debemos descontar aquella contenida en los casquetes polares, nieves eternas y glaciares que ocupa 1,52% del total, quedando en consecuencia un remanente aprovechable en ríos y lagos de 0,58% de la superficie de la Tierra.

Debemos entender que el agua dulce no es un recurso más, sino que tiene una relación directa con la vida y la salud de la población.

Por ello podemos afirmar que el mayor o menor acceso al consumo de agua, incide directamente en una mejor o peor calidad de vida, más si tenemos en cuenta el permanente crecimiento poblacional.

En su oportunidad el presidente francés Jaques Chirac dijo: “el agua potable se está volviendo cada vez más escasa, y cada vez más amenazada por la contaminación de distinto tipo. Cada año 25 millones de personas, de los cuales 4 millones son niños mueren de enfermedades ligadas a la contaminación del agua”.

Un estudio realizado por el Banco Mundial expresa que el 40 % de la población mundial sufre la falta de agua, cerca de 1.700 millones de personas no tienen instalaciones sanitarias adecuadas y 1.000 millones no disponen de agua potable. Se detectó que cerca de 80 países ya están en crisis a causa de la falta de agua y a continuación se afirma: Los países están usando el agua de una manera muy ineficiente, priorizando el consumo industrial de amplia escala y el riego de los cultivos agrícolas.

Las Universidades de Cambridge y Stanford manifiestan que de mantenerse el ritmo actual de consumo de agua potable, para el año 2025 la humanidad habrá agotado el 70 por ciento del agua dulce disponible.

Este panorama crítico ha llevado a no pocos analistas y expertos en geopolítica, a afirmar que los próximos conflictos bélicos tendrán su origen en la escasez del agua, como en otros momentos de la historia se dieron las guerras del petróleo, se producirán en un futuro no muy lejano, las “guerras de la sed”.

En consecuencia debemos variar nuestra visión en torno a este recurso e internalizar el principio de que “Defender el agua es defender la vida”.

Diario Panorama Cajamarquino 21/03/2009





AIDESEP RECHAZA OPERACIONES PETROLERAS EN LOTE 117


El presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Alberto Pizango, expresó el respaldo de su institución a la lucha de los pueblos Secoya y Kichua, emplazados en las riberas de los ríos Napo y Putumayo, respectivamente, ante la concesión a la empresa brasileña Petrobras del lote 117, ubicado en la zona de reserva del Gueppi, al norte de la provincia de Maynas (Loreto).

Pizango Chota aclaró que no se oponen al desarrollo; empero, dejó en claro que existen muchas formas de proporcionar desarrollo a la zona, y que los recursos de la misma deben ser manejados por las propias comunidades indígenas del Alto Putumayo.

“No se trata de oponernos por oponernos, se trata de que nosotros no queremos pasar por lo que están pasando actualmente nuestros hermanos Achuar del Río Corrientes, (Nauta). Ahí están las consecuencias y todo porque el gobierno o el Estado no tiene normas que garanticen el cumplimiento de los estándares internacionales”, aseveró.

En ese sentido, indicó que es falso decir que sólo el petróleo da el desarrollo, pues tales afirmaciones no buscarían otra cosa que arrinconar y limitar las posibilidades de las comunidades nativas.

“Tenemos la experiencia del Río Corrientes, 36 años de explotación hidrocarburífera que tienen los pobladores de la zona. Preguntamos, ¿qué se ha hecho en la Amazonía? ¿Cuáles son los recursos que se han distribuido en la Amazonia realmente? Solamente pobreza, contaminación, destrucción y muerte. ¿Es eso lo que queremos para el pueblo Secoya y Kichua?”.

De otro lado, adelantó que los pueblos originarios no tomarán parte de las audiencias públicas convocadas por Perupetro y Petrobras. "Son reuniones informativas y no consultivas. Ellos vienen a decirnos lo que van hacer y no a escuchar lo que nosotros sentimos y queremos”, sentenció.

Coordinadora Nacional de Radio-Lima 20/03/2009