8 de diciembre de 2006

Padre Marco Arana
Señor Director:
He leído el dossier que han publicado acerca de lo que ocurre con el padre Marco Arana y la ONG Grufides que dirige. Me alegra que La República haya continuado cubriendo la noticia. El hecho es indignante y peligroso. Muestra hasta dónde puede llegar la ambición de poder y de ganancia. Conozco al p. Arana desde hace muchos años, desde antes de su ingreso a la universidad.
Conozco también a varios miembros de su familia, a quienes aprecio mucho por su calidad humana y cristiana. Quiero dar fe, a través de esta carta, de la integridad personal del p. Marco, su compromiso evangélico y su profunda identidad sacerdotal. Soy testigo de las motivaciones que lo animaron como párroco de Porcón, al inicio de su sacerdocio, y su sorpresa y angustia cuando vio cómo se despojaba a los campesinos de sus tierras con el proyecto Yanacocha. Desde los años 90 él ha seguido, con fidelidad e inteligencia, todo el proceso, tratando de ser solidario con el sector pobre en peligro. La motivación que ha tenido y tiene corresponde a sus convicciones de fe y a su opción sacerdotal. Es inicua la manera como ciertos medios lo han presentado y presentan, como una persona marcada por el resentimiento y que utiliza el sacerdocio de manera indebida. Para esas personas es preciso decir que nuestra iglesia latinoamericana ha tomado, desde los años 60, una opción preferencial por los pobres como una exigencia del amor cristiano. Esa opción se manifiesta como solidaridad concreta con los más desfavorecidos de la sociedad. Es lo que hacen el p. Marco y Grufides. Agradezco a La República el servicio que durante 25 años ha prestado al país, y aprecio mucho, además, que justamente en estos días de celebración haya asumido esta causa importante de los campesinos pobres de Cajamarca, y de quienes los acompañan con coraje y verdad. Es algo que enaltece.
Jorge Álvarez Calderón, sacerdote
DNI 08035196

Agradecemos mucho sus palabras de aprecio hacia nuestra labor, y su valioso testimonio sobre el padre Marco Arana.
Diario La República-Lima 08/12/2006