24 de febrero de 2009

LA POBREZA SE EXTIENDE ALREDEDOR DE LAS MINAS




Empleo creado por mineras no beneficia a lugareños. Hacen falta mejores políticas de Estado para que tributos mineros logren beneficiar a las poblaciones, refieren especialistas.

Crecimiento pero no desarrollo. El gran avance económico alcanzado por el Perú en los últimos años –en el 2008 fue uno de los países con mayor crecimiento económico de la región– hasta ahora parece no verse reflejado en todas las ciudades del país, siendo muchas de estas las principales impulsoras de tal crecimiento.

Y es que una actividad como la minería, cuyo aporte al fisco representa el 15% de los fondos del Presupuesto de la República, contrasta con la realidad de las ciudades generadoras de estos recursos. Por ello surge la paradoja de que los principales distritos mineros aún registran niveles de pobreza por encima del 80% de su población.

Pobreza a tajo abierto

Tales estadísticas fueron mostradas en el nuevo Mapa de la Pobreza Provincial y Distrital 2007, presentado el jueves pasado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Por ejemplo, en el distrito de San Francisco de Asís de Yurusyacán, en el departamento de Pasco, donde la minera Atacocha extrae zinc, plomo, cobre y otros concentrados, el 84.2% de sus pobladores son considerados como pobres, mientras que el 57.2% de los mismos vive en extrema pobreza (ver infografía)

Otro ejemplo preocupante se observa en el distrito de Hualgayoc, en Cajamarca, donde –pese a que la minera San Nicolás extrae fuertes cantidades de oro– el 82.9% de su población es pobre y el 54.4% es extremadamente pobre.

Pero más alarmante aún es el caso de Phara, en Puno, distrito en el que la minera Ajani está explotando el mismo mineral; sin embargo, según el INEI, el 90.8% de sus habitantes vive en condiciones de pobreza y el 55.1% bajo pobreza extrema.

Bienestar relativo

Por otro lado, entre los distritos mineros con menores índices de pobreza figura la ciudad de Morococha, en Junín, donde la minera Volcán explota yacimientos polimetálicos. Allí la pobreza alcanza al 18.6% de sus pobladores y la extrema pobreza a solo 1.2%.
Pero este aparente “bienestar” monetario contrasta con la realidad si se tiene en cuenta que en ese distrito las casas de material noble son tan escasas como los teléfonos y solo un 20% de las familias goza de servicios de agua y desagüe.

Sin brújula política

Para José de Echave, especialista de CooperAcción, la situación de pobreza en los distritos mineros es consecuencia de los beneficios tributarios de las mineras por años, que les permitió no pagar los impuestos que les correspondían.

“La minería de por sí no cambiará la situación de pobreza de las localidades, salvo que haya políticas definidas del Estado para que los beneficios realmente lleguen a la población”, señaló.

Por su parte, el economista Epifanio Baca, del Grupo Propuesta Ciudadana, explicó que el impacto de una minera en un distrito dependerá del tiempo que se encuentre operando y de los impuestos que proporcione. “Para ver resultados en los niveles de pobreza, por lo menos una minera debe operar 5 años”.

Impacto minero

José de Echave refiere que varios estudios demuestran que no existe una relación automática entre presencia de la minería y mejora de las condiciones de vida de la gente: “La minería no genera gran empleo. El empleo que genera es un empleo calificado que no es para el beneficio de las poblaciones locales. Lo que puede generar la minería son tributos, pero si a estos se le dan beneficios tributarios, esos tributos van a ser muy reducidos”.

Cifras

99% de pobreza se registra en el distrito de Ongón, en La Libertad.

98% de pobreza total se registró en Bambamarca, también en la Libertad.

Diario La República-Lima 23/02/2009