3 de octubre de 2007

INTERPONEN QUEJA CONTRA MISKI MAYO



Los propietarios de los terrenos ubicados en el cerro Mogol, caserío de Huayamarca han interpuesto una queja contra la empresa minera Miski Mayo por una serie de abusos que vienen cometiendo en sus propiedades.

Esta queja ha sido elevada al Ministerio de Energía y Minas, gobierno regional de Cajamarca y la Defensoría del Pueblo, indicando que la empresa minera ha realizado plataformas de perforación en varias propiedades sin solicitar el permiso correspondiente, declaró Chanel Ruiz, consejero regional por la provincia de San Marcos.

De la misma forma, Presentación Salazar, comunero de la zona, expresó que no le consultaron previamente sobre el ingreso a sus terrenos y menos aún, sobre la construcción de una plataforma, “cuando me percaté de la construcción me llamaron a fin de pagarme una pequeña suma de dinero, diciéndome que la construcción sólo era por tres meses y que luego me devolverían mi terreno, como lo encontraron”.

Otros propietarios afirman que representantes de la minera Miski Mayo se acercaron diciendo que necesitaban ensanchar la carretera y que les cedieran un pesazo de su terreno.

Sin embargo el consejero Chanel Ruiz indica que los propietarios están solicitando que se sancione a la empresa minera Miski Mayo por los abusos cometidos al ocupar las tierras sin consultar previamente, asimismo el Ministerio de Energía y Minas ha autorizado a la Policía Nacional del Perú para que ingrese y usurpe los terrenos, dijo.

Diario Panorama – Cajamarca 03/10/2007





PATADITAS

¿Y AHORA?


Dicen por ahí que el poderoso empresario minero Roque Benavides, dueño de la Compañía Buenaventura y la mina Yanacocha, estaría en tratativas muy avanzadas para comprar la Empresa Periodística Nacional S.A. (Epensa), propietaria de los diarios Correo, Ojo y Ajá.

Dicen también que la familia Agois está alborotada con la oferta.

Diario La Primera – Lima 03/10/2007







LOS CORRUPTIBLES


El régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos creó un sistema centralista, vertical y cerrado de corrupción. Desde las estafas en la compra de armas, los cupos a las empresas peruanas y extranjeras (incluso chilenas), los dólares para los canales de televisión y los diarios chicha, sin excluir el maná del narcotráfico: todo pasaba por ductos que desembocaban directamente en el Palacio presidencial y las oficinas de Montesinos.

Ahora la cosa ha cambiado. Bajo el gobierno de Alan García la corrupción tiene tentáculos más complejos.

En poco más de un año de la administración de Alan García, los escándalos por corrupción ocupan a diario las páginas de los diarios y las pantallas de TV. El último, el más asqueroso y condenable, es la sobrevaloración de alimentos destinados a las víctimas del terremoto del 15 de agosto.

El delito consistió en fingir que el Sistema Integral de Salud (SIS) había pagado 34 soles por ración, cuando en realidad sólo habían sido 24 soles. Dijeron, además, que habían adquirido 296,387 raciones, y eran en realidad 216,387.

No se trata únicamente de la cantidad robada, sino del escenario trágico en que se produce. Revela una carencia de ética, una intimidad podrida. Desde luego, Luis Espinoza, jefe del Sistema, ha tenido que ser destituido y alega que en los documentos de compra le falsificaron su firma. ¿Alguien le cree?

¿También el ministro de Salud, Carlos Vallejos, era tan ingenuo como su compañero Espinoza?

En los últimos tiempos ha surgido en las filas del partido que fundó Haya de la Torre un movimiento que se llama Apra Moral.

Debe de ser porque estiman que nos gobierna un Apra inmoral.

En todos los casos graves de corrupción, el presidente García y el premier Jorge del Castillo han aparecido encubriendo primero, y aparentando indignación, después.

Cuando yo era niño, creía que la filantropía corría de arriba para abajo: los ricos buenos regalaban algo a los pobres pobres. Pero ahora veo que los filántropos son los gobernantes que ayudan a que los ricos se hagan más ricos, y las mineras aplasten a los comuneros.

Los corruptibles se han adueñado, pues, del aparato del Estado. Su última hazaña colectiva ha consistido en elegir como presidente interino de la Corte Superior de Lima a César Vega Vega.

Tiene éste una trayectoria ilustrativa: fue el que archivó el caso del millón de firmas falsificadas. También votó por que no se sancione a quienes adquirieron bienes cuya procedencia delictiva conocían (delito de receptación).

No es casual que el doctor Vega esté ligado a la red aprista que desde hace décadas domina el Poder Judicial.

Y ahora, ¿quién podrá defendernos?

En el Perú se necesita, aparte de otras, una revolución moral.

Diario La Primera – Lima 03/10/2007