15 de octubre de 2007

TEMEN MAL USO DEL CANON


Proponen que dinero vaya a inversiones que generen mayor empleo en comunidades.

El proyecto de ley del Ejecutivo que busca repartir el 35% del canon entre las poblaciones cercanas a la actividad minera desnaturaliza la función de este fondo, advirtió Perú Cámaras.

El gremio empresarial explicó que estos recursos deberían ser destinados a inversión productiva que contribuya a generar empleo y desarrollo a favor de las comunidades y no para el consumo, como se está pretendiendo, con el riesgo que supone el mal uso de un dinero entregado sin condiciones. Además, ante esta iniciativa legislativa, surgen cuestionamientos sobre si dichas transferencias serán parte del gasto corriente y ya no de capital.

"¿Qué ocurrirá con esas familias que recibirán en forma directa el canon, el día que el precio de los minerales baje en el mercado mundial y que las empresas mineras tributen menos por Impuesto a la Renta?, o incluso, ¿qué pasaría si el yacimiento minero se agota, pues lo que se explota son recursos no renovables?", cuestionó.

MEDIDA DE EMERGENCIA. Por su parte, el vicepresidente de Latin Pacific Capital, Emilio Zúñiga, indicó que la distribución directa de parte del canon a la población permitirá alcanzar la meta del Gobierno de reducir la pobreza de 45% a 30% en 2011.

Sostuvo que se trata de una medida casi de emergencia o de auxilio inmediato ante todas las trabas que se tienen para combatir la pobreza.

"Son zonas bastante pobres y aisladas con pocas oportunidades de desarrollo y un ingreso directo como este los ayudaría, adicionalmente, en situaciones de emergencia o de sequía, por lo que les serviría como una especie de seguro cuando no puedan obtener su cosecha en el tiempo requerido", declaró a Andina. Aseveró que los municipios distritales tienen que acelerar las obras de carácter social.

Diario Perú 21 – Lima 15/10/2007







¿CÓMO NOS VEN AFUERA?


Algo debemos estar haciendo bien, porque la imagen que tiene nuestro país en el exterior es muy buena. No hay semana en la que no reciba en ProInversión la visita de varios inversionistas de distintas partes del mundo decididos a invertir en el Perú, no sólo por el crecimiento de nuestra economía, sino también por el marco legal, las condiciones y la aceptación para las inversiones extranjeras, tanto como las nacionales. Excepto unos cuantos incidentes aislados en comunidades aledañas a proyectos mineros, el Perú y los peruanos le damos la bienvenida a la inversión privada y tenemos claro que es el motor del desarrollo y del crecimiento sostenido sobre bases sólidas. Y en este caso, el de la minería, es cuestión de un mejor diálogo con los pobladores y autoridades de sus zonas de influencia, porque las empresas mineras que hoy vienen y operan en el Perú son responsables y cuidadosas del ambiente.

Recientemente realicé un viaje a Colombia con la ministra de Transportes, con la finalidad de conocer e interesar a más empresas del vecino país, con amplia experiencia en proyectos de infraestructura, para que vengan o amplíen sus operaciones en el Perú. No pude ocultar el orgullo de ser peruano, cuando todos, sin excepción, hablaron tan bien de nuestro país, al que reconocieron como la estrella en la región, y una de las más brillantes en el mundo entero, como destino de inversiones.

Pero no nos conformamos con las alabanzas, sino más bien preguntamos si nos podían informar nuestros interlocutores sobre obstáculos o problemas que ellos encontraban en su propósito de invertir en el Perú, y aunque no muchos, nos mencionaron algunos, que recogimos con atención, porque no debemos nunca dejar de intentar ser más atractivos y competitivos. Es una tarea que nunca termina, y como director ejecutivo de ProInversión es una de mis responsabilidades el recibir las observaciones o reclamos de los inversionistas y hacer el máximo esfuerzo posible, de manera concertada con los sectores que pudieran tener competencia, para resolver las trabas a la inversión tanto extranjera como nacional.

Las quejas fueron referidas al principio de no discriminación de la empresa extranjera frente a la nacional, referida en este caso al beneficio a las nacionales en los concursos para encargarse de los estudios de los megaproyectos de inversión en infraestructura. Colombia y Perú estamos en la CAN y deberíamos tener trato nacional cada uno en el otro país. Lo mismo sucede en el TLC con EEUU, y en cuanto TLC tengamos y negociemos. Y lo tenemos que cumplir.

Diario El Correo – Lima 15/10/2007