25 de noviembre de 2011

LA "GUERRA DEL AGUA" ENFRENTA A UNA REGIÓN DE PERÚ CON UNA EMPRESA MINERA


Abrir los surtidores de agua en las casas de Cajamarca y comprobar que sólo sale aire es moneda corriente para sus habitantes, enfrentados al gigante minero Newmont, que explota en ese departamento la mina de oro más grande de Sudamérica y para ejecutar otro gran proyecto aurífero y cuprífero, la mina Conga, pretende secar cuatro lagunas.

Cajamarca, a 870 km al noroeste de Lima, que vive el drama cotidiano del racionamiento del agua, se encuentra desde el jueves en una huelga general por tiempo indeterminado para bloquear el proyecto Conga, que significaría la inversión más grande en minería en la historia del Perú: 4.800 millones de dólares.

El enfrentamiento se produce porque la ciudad apenas puede consumir 200 litros por segundo para sus 220.000 habitantes, mientras que la empresa Yanacocha, una subsidiaria de Newmont que explota en la región la mina de oro más grande de Sudamérica, emplea 900 litros por segundo para sus actividades, según dijo a la AFP el ambientalista alemán, Reinhard Seifert.

El presidente Ollanta Humala resumió el dilema que enfrenta su gobierno: "hay gente que muchas veces abre un caño y no sale el agua. Y la minería tiene el agua, entonces viene el problema".

Los cajamarquinos pasan grandes apuros para recolectar agua. Piedad Rodríguez relata que "tiene suministro una o dos horas al día pero sólo sale un hilo de agua por la cañería y muchas veces no recibimos nada".

Esta mujer de 35 años todas las mañanas corre para juntar agua en una docena de recipientes para cubrir las necesidades diarias de su familia, para luego salir en busca de trabajos eventuales desde que fue despedida por la minera hace un año.

"Oiga señor, es una lucha diaria esto de la falta de agua", se queja la mujer.

En otro lado de la ciudad, el taxista Max Mendoza ante la urgencia de proveerse de líquido opta por transportar pasajeros a los Baños Termales del Inca -principal atracción turística de Cajamarca- "para así poder sacar agua de ahí, no importa que sea caliente", señala.

"De esa manera regreso a mi casa con agua, pero no para beberla porque tiene azufre, sino para utilizarla en la limpieza de los baños o en el lavado de ropa, aunque después la ropa me quede a veces con el olor a azufre", relata.

En agosto, la empresa pública de agua potable de Cajamarca anunció un racionamiento a cinco horas diarias hasta noviembre debido a la época de sequía en la zona, según informó el gerente de Sedacaj, Luis Llanos Ramírez.

Llanos señaló además al Consejo Municipal que el desabastecimiento se debía a que la tubería matriz de la planta El Milagro estaba saturada con minerales y carbonato de calcio, provocando la disminución del volumen de agua que transporta.

Yanacocha, propiedad de la estadounidense Newmont, prevé ejecutar el proyecto Conga, para lo que requiere secar cuatro lagunas en las cabeceras de las cuencas, en medio de la resistencia de los pobladores.

La propuesta de hacer un trasvase de aguas para hacer reservorios artificiales en otras zonas no convence a los lugareños, que temen un gran daño al medio ambiente.

El campesino Emilio Rudas, 52 años, que vive en el caserío de Yerbabuena Baja, próximo a la laguna El Perol (destinada a desaparecer), dijo que sus cultivos de papa, quinua y avena están en peligro por ese proyecto.

"Nos han dicho que pronto en vez de la laguna habrá un gran hueco que matará el agua que usamos para nuestras plantitas", se lamentó Rudas.

El presidente Ollanta Humala resumió el tema señalando que "hay gente que muchas veces abre un caño y no sale el agua. Y la minería tiene el agua, entonces viene el problema".

Seifert, un ingeniero graduado en la universidad de Frankfurt con maestría en La Sorbona de París y afincado en Cajamarca hace 36 años, relaciona la escasez de agua con la actividad de la minera Yanacocha.

"La empresa está instalada en partes altas de cabeceras de cuenca donde nacen las aguas a una altitud de 3.000 a 3.500 metros, y lo que pasa ahí tiene repercusión inmediata en la parte intermedia y baja", sostiene.

"Para mala suerte de los campesinos que viven en esa zona, donde nace el agua en los acuíferos también se halla el oro, diseminado en pequeñas partículas en las rocas por explotar. Están juntos e inseparables, el agua y el oro", añade.

Seifert señala que el uso de grandes cantidades de agua por parte de Yanacocha ha dado lugar a que "el colchón de agua subterránea pierda su capacidad de carga pues ya no retiene agua de las lluvias como almacén en épocas de sequía".

Yanacocha alega por su lado que su proyecto cumple con todos los estándares internacionales y que su estudio de impacto ambiental está aprobado hace un año tras un riguroso estudio.

Univision Noticias.com 25.11.2011